Castilla-La Mancha es la primera región del país que evitará por decreto el desperdicio de alimentos

El Consejo de Gobierno ha dado luz verde a un decreto que promueve medidas para evitar el desperdicio alimentario y encaminadas a facilitar la redistribución de alimentos en Castilla-La Mancha. “Se trata del primero que se aprueba en una comunidad autónoma de este país con este fin”, ha señalado el portavoz del Gobierno regional, Nacho Hernando. Para ello, las medidas se aplicarán sobre sectores primarios de la industria, empresas de distribución de alimentos, entidades relacionadas con la hostelería, empresas de catering, bancos de alimentos, ONG, organizaciones benéficas, hogares y sector público.

A través de este decreto, el Ejecutivo dota a las administraciones de un instrumento para realizar iniciativas de sensibilización e información sobre las causas y consecuencias del desperdicio de alimentos, también los medios para reducirlo, y el fomento de una “cultura cívica” para su redistribución. “No se trata de un decreto negativo, sino que promueve la adhesión voluntaria de todos los operadores de alimentos de Castilla-La Mancha, y no establece obligaciones sino que busca promover una economía circular”, ha explicado el portavoz.

A las medidas podrán acogerse de manera voluntaria aquellas empresas o personas que operen en la cadena de producción y distribución de alimentos para su venta o consumo. Este decreto incluye un código de buenas prácticas, que afectará a los productores y distribuidores que lo suscriban y que se reconocerá a través de un sello otorgado por la Consejería competente en la materia de consumo, en este la Consejería de Sanidad. “La adhesión a dicho código se formalizará a través de la firma de convenios con las organizaciones sectoriales correspondientes, asociaciones de personas consumidoras, y también otras entidades benéficas y de carácter social”, ha señalado Nacho Hernando.

“Lo que promueve este decreto es dar un sello de calidad adicional a una empresa que esté en la cadena de producción o distribución de alimentos pero no tiene una vocación de vigilancia ni sancionadora. De hecho hay medidas para la prevención, pero se trata de medidas de índole positiva encaminadas a la participación en la estrategia regional, de hecho vamos a elaborar un Foro para reducción del desperdicio de alimentos, un órgano consultivo cuya creación viene recogida en el decreto, y se constituirá en un plazo máximo de dos meses a partir de la entrada en vigor de este decreto”, explica el portavoz.

Este decreto también contempla la puesta en marcha de distintas acciones de sensibilización e información dirigidas a la ciudadanía y de manera especial al ámbito educativo. “Participarán los operadores de la cadena de producción, de distribución, de venta de alimentos, entre ellas, participarán en la elaboración de guías didácticas para abordar esta estrategia para evitar el desperdicio alimentario y que pone a Castilla-La Mancha como la primera comunidad autónoma que plantea por decreto evitar el desperdicio alimentario”, concluye.