El todavía deán de la Catedral de Toledo, Juan Miguel Ferrer, ha reconocido este martes que ha vivido una situación “complicada y dolorosa” tras la publicación de videoclip grabado en la Templo Primado y protagonizado por C.Tangana y Nathy Peluso, así como que “se podía haber evitado”.
Casi al mismo tiempo que se conocía a través de un comunicado del Arzobispado de Toledo, que dimitirá del cargo el próximo 16 de octubre, hacía declaraciones a los medios en el acto de conmemoración de la patrona de la Guardia Civil en Toledo.
Ha aclarado que en el mismo ha querido manifestar su comunión con el arzobispo. “Se había manifestado que estábamos enfrentados y hemos querido decir que queda claro que los dos estamos en plena comunión”.
Justifica su dimisión: “Quedaba muy poco” para el fin de su mandato
Sobre su dimisión, ha explicado que como quedaba “muy poco” para cumplirse el final de su mandato, dadas las circunstancias y el ambiente creado, ha considerado que era mejor pedir adelantar esta finalización para que se abra “el periodo canónico” normal para elegir un nuevo deán.
“Luego, institucionalmente, en nombre del Cabildo y cada uno de los organismos que han tenido que intervenir en estos días, he pedido perdón por lo que hayamos podido haber hecho mal”, ha indicado, para agregar que el también ha querido aclarar que cuando una grabación tiene un fin comercial el dinero recaudado desde hace años va a parar al fondo de las obras sociales de la catedral.
Un dinero recaudado que, según ha apuntado, asciende a 15.000 euros, para reconocer que ha habido “fallos de comunicación” que pueden haber hecho que la cosa “se complicase”. “Para que quede todo claro, la cordialidad y la sintonía entre los dos es enorme y pienso que es una vuelta a la normalidad después de este doloroso incidente”.
No se arrepiente del comunicado inicial
Ha dicho no se arrepiente de su comunicado inicial tras esta polémica “porque es verdad y explicaba las razones por las que se llegó al permiso”. Hay que recordar que argumentó que la historia de la canción representa una “conversión mediante el amor humano” y que a pesar de lo “provocador” del vídeo, también aseguraba que “no afecta a la fe”.
Hoy ha reconocido que se cometió el error de que cuando se grabó el vídeo no había nadie que representara a la catedral y no se pudieron hacer advertencias “de las cosas que luego han provocado el escándalo de algunas personas. Eso fue un fallo”.
El deán ha manifestado que “normalmente” este tipo de grabaciones y videos no se le comunican al arzobispo. “Ese puede ser otro fallo que habría evitado alguna dificultad que hemos vivido”, ha señalado.
También ha reconocido que a nadie le agrada “que le pongan verde” pero que personalmente no le afectan “estas cosas”. “Pero tengo una familia y unos padres ancianos y eso es lo que me ha dolido. Yo reconozco toda crítica y que me he podido equivocar pero cuando me corrigen, me gusta que se haga con caridad y respeto”.
“Pero esto es para mi agua pasada y lo que quiero es que todo el mundo esté sereno y viva en paz y no haya tensiones porque estoy convencido de que la música de un tipo de un lado y de otro nosotros desde la fe, lo que vamos buscando es hacer bien a la gente y espero que después de todo este dolor y esta polémica todos nos esforcemos por hacer bien unos a otros”, ha argumentado.
Finalmente, sobre su futuro, el deán de la catedral de Toledo ha indicado que es canónigo y profesor, además de tener otra serie de cargos, por lo que seguirá trabajando.