La resolución de las becas de emergencia de la Universidad de Castilla-La Mancha ha dictaminado finalmente que de las 235 solicitudes presentadas, sólo 72 han sido aprobadas. Por otro lado, 121 fueron denegadas, mientras que 42 estudiantes se han quedado en reserva por falta de presupuesto, a pesar de cumplir los requisitos impuestos.
Comisiones Obreras ha señalado que la situación “no es aceptable”, recalcando que “demasiados” alumnos se quedaron fuera de la convocatoria en base a criterios que han definidos como poco transparentes y congruentes. Por otro lado, han señalado que la falta de presupuesto en las ayudas convocadas por la Universidad “no es de recibo”.
De este modo, el sindicato ha recordado que el presupuesto con el que contaban estas ayudas durante 2014 ascendió a 120.000 euros, si bien la cuantía que se destinó fue finalmente de 75.000. De este total, 35.000 euros fueron aportados por la Universidad, otros 35.000 euros por parte del Gobierno regional y los restantes cinco mil por el sindicato. Sin embargo, este año, la Junta de Comunidades no ha aportado nada, por lo que el presupuesto fue de 45.000 euros. La Universidad aportó 40.000 euros, del total, y un “particular anónimo” los restantes cinco mil.
De este modo, Comisiones Obreras, ha exigido al consejero de Educación, Marcial Marín, que cumpla con el compromiso que hizo público el pasado doce de mayo, cuando señaló que “nadie se quedará sin estudios por falta de recursos” y que si “es por falta de dinero, el Gobierno corresponderá”. Y, además, han señalado que algunos de los puntos de las valoraciones eran “arbitrarios e incongruentes”.
En este sentido, han señalado que en el apartado “por situación sobrevenida” llegaba a tener hasta 19 puntos en la baremación de solicitudes, en la que se puede entender, por ejemplo, la muerte, enfermedad o accidente de un familiar. El sindicato entiende que es una “circunstancia trágica”, pero que si la “familia es multimillonaria no conlleva problemas en el pago de la matrícula del curso”.