Castilla-La Mancha decidirá el próximo lunes si endurece las medidas de Navidad en función de los datos

Castilla-La Mancha, tal y como había avisado, contempla la posibilidad de que no puedan aplicarse las medidas de flexibilización de la Navidad frente al coronavirus que aprobó esta misma semana. El Consejo de Gobierno que se celebrará el próximo lunes, día 21 de diciembre, podría tomar medidas de endurecimiento, en función de cómo evolucionen hasta entonces los datos de contagios por COVID-19. Las cifras de nuevos positivos se han incrementado y el Ejecutivo de Emiliano García-Page reconoce que son “preocupantes”.

El objetivo es extremar la vigilancia durante el fin de semana, apuntan a elDiarioclm.es fuentes de la Junta, manteniendo así su intención de, si la situación empeora, dar marcha atrás en el decreto que el Consejo de Gobierno aprobó esta misma semana, justo un día antes de que el Consejo Interterritorial de Salud que reúne al Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas permitiera a estas últimas restringir las medidas.

En el caso de Castilla-La Mancha, el nuevo decreto establece una apertura parcial del perímetro de la región del día 23 de diciembre al 6 de enero para visitar a familiares y allegados, el aumento de 6 a 10 personas como máximo en las cenas y comidas de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo (con la recomendación de solo dos grupos de convivencia), y el toque de queda a partir de las 1.30 horas las noches del 24 y el 31 únicamente para regresar al domicilio.

Durante la comparecencia para detallar el decreto, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ya avisó de que estas medidas podrían modificarse en función de la evolución de los datos. Concretamente, uno de los indicadores fundamentales es que no haya más del 40% de municipios castellanomanchegos que tengan una incidencia acumulada de más de 250 contagios por cada 100.000 habitantes y que la capacidad asistencial no supere de media el 20% ni en camas convencionales ni en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).