El sindicato CSIF ha vuelto a alertar de una agresión a una persona que trabaja en un centro de salud. Esta vez, el caso de una auxiliar administrativa del centro de salud de Buenavista sufrió el pasado miércoles una agresión verbal por parte de un paciente que incluía “amenazas de muerte”.
“Llegó a golpear el ordenador de la trabajadora y a tirar el mobiliario de la zona de espera cuando se le informó que para obtener una receta, como pretendía, debía acudir a su médico de familia en su centro de salud”, apunta el sindicato sobre la “actitud violenta” del paciente.
Por ello, ha vuelto a reclamar la dotación de al menos un vigilante de seguridad en cada centro para “prevenir las agresiones y amenazas a los profesionales de ámbito sanitario, que se han visto incrementadas desde el inicio de la pandemia de coronavirus”.
El caso de Buenavista expone cómo el personal administrativo, al igual que el resto de profesionales, también está siendo objeto de la frustración de los pacientes, ya sea en persona o a través del teléfono.
La responsable de CSIF Sanidad Toledo, Marisa García, subraya que “no se pueden normalizar los insultos, coacciones y amenazas que sufren los trabajadores del Sescam en su puesto de trabajo. En el caso de esta compañera de Buenavista, fueron momentos de mucho miedo”. La policía acudió rápidamente al centro de salud y este jueves se celebró un juicio rápido.
No en vano, la pandemia ha agudizado un problema gravísimo ante el que faltan medidas contundentes y urgentes, con “unos trabajadores que están totalmente expuestos”, concluye García.