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El confinamiento hace de la mensajería instantánea un recurso para las víctimas de violencia de género

Para las víctimas de violencia de género el confinamiento de estos días supone un agravante más: el aislamiento con sus maltratadores. Si para cualquier persona la cuarentena adoptada para frenar el coronavirus supone una dificultad para ellas se convierte en “una doble amenaza”. Así lo apuntaba el propio presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, durante su comparecencia en el Congreso de Ministros de este miércoles.

La violencia contra las mujeres se agudiza en los periodos en los que maltratador y víctima pasan más tiempo juntos, como ocurre durante las vacaciones, o durante el confinamiento ante la crisis del coronavirus. Al menos así lo comparten tanto instituciones públicas como asociaciones y profesionales que trabajan en el ámbito de la violencia de género.

Mientras que siguen activos por vía telemática y telefónica todos los recursos y servicios para ayudar a las víctimas, son muchas las fuentes del sector que alertan sobre las negativas consecuencias del coronavirus en el ámbito de la igualdad.

“Estamos muy preocupadas. Parece que está todo parado pero el maltrato sigue”, reconocen desde la Coordinadora Feminista de Castilla-La Mancha. Su portavoz, Rosa Zafra, alerta sobre la existencia de “muchas mujeres” que ya estaban siendo “sometidas a maltrato físico o psicológico” antes del periodo de cuarentena y que ahora se enfrentan a una “situación que es de por sí mucho más agobiante para todos”.

“Al menos cuando sales puedes sentir esos minutos de alivio pero 24 horas encerradas con sus maltratadores, todos los días, es preocupante”, añade Zafra quien critica la falta de cobertura mediática de este problema. “Quizá se están cometiendo denuncias o algún asesinato y que esto no tenga cobertura mediática y se diluya la contabilización de las mujeres asesinadas” por la violencia machista. “Nos gustaría que se concretara si la Policía mantiene el contacto con el Instituto de la Mujer o si se ha desconectado porque hay mucho más trabajo”.

Ante la posibilidad de que la cuarentena sea una circunstancia que aliente las denuncias, Zafra muestra la realidad: “algunas pueden llegar a reventar y decir que esto no lo van a aguantar más y lo van a denunciar pero la realidad es más tozuda. En ella también podríamos destacar el suicidio. No se contabilizan aquellos en los que la violencia de género ha sido una causa”.

“Lo único que podemos hacer es estar al otro lado del teléfono”

Lorena Aguilera es la psicóloga que trabaja con la Asociación de Mujeres María de Padilla de Toledo. Se encarga de la terapia semanal que se hace con las víctimas de violencia de género en el local de la asociación, local que ahora está cerrado. Por eso, plantea la posibilidad de seguir con la terapia tanto por teléfono como de manera on-line. Sin embargo, reconoce que en el caso del confinamiento, la falta de intimidad hace que esto sea prácticamente imposible. La solución: el WhatsApp. “Les he dicho que si me necesitan, que me escriban y así me van contando”.

Aguilera reconoce que es una solución lejos de ser la ideal, porque la situación ya de por sí es complicada, aunque en algunos casos se vea aliviada porque la dinámica doméstica se suele enfocar en los más pequeños de la casa. “Pero otras están solas con su maltratador”. Hasta ahora, reconoce que no ha habido situaciones “críticas”, pero que no sabe qué pasará cuando el confinamiento llegue a los diez días. “Estoy muy pendiente, porque lo más seguro es que haya un pico de situaciones críticas más avanzado”, asegura. La mayoría de las parejas de estas mujeres no saben siquiera que ellas estén acudiendo a la asociación.

Agrupaciones como la María de Padilla cuentan con herramientas permanentes para dar apoyo a las víctimas de violencia de género, como teléfonos disponibles las 24 horas del día. Aguilera recuerda que la terapia sirve para que las mujeres tengan herramientas con las que gestionar situaciones de violencias o abusos, y que es algo aconsejable. En situación de confinamiento, lamenta, las redes sociales se ven más diluidas, aunque a algunas de sus pacientes sí les ha planteado cómo sería irse a vivir con sus padres o algún familiar. “Lo único que podemos hacer es estar al otro lado del teléfono”, concluye.

“En estos momentos de dificultad, no vamos a dejar que las mujeres estén desprotegidas ni que se sientan desprotegidas”

Desde el Instituto de la Mujer (IMUJ) de Castilla-La Mancha, reconocen esta realidad y son conscientes de que “el confinamiento puede derivar en un repunte de la violencia de género”. “No tenemos datos para decir que en estos momentos es así pero tenemos que pensar que puede ser así y adelantarnos para que cuando ocurra tengamos todas las herramientas para mitigarlo y solucionarlo”, asegura Pilar Callado, directora regional de la institución. “En estos momentos de dificultad, no vamos a dejar que las mujeres estén desprotegidas ni que se sientan desprotegidas.”

Según Callado, la Consejería de Igualdad y el IMUJ trabajan en consonancia para asegurar la protección tanto, de las mujeres víctimas que ya son beneficiarias de los recursos regionales, como de aquellas nuevas víctimas. “Hemos remitido las instrucciones necesarias para garantizar la protección de las mujeres víctimas de violencia de género durante esta situación excepcional que estamos viviendo”.

Fuentes de la Junta de Comunidades, confirman que “todos los servicios están cubiertos ya que el personal, tanto de los servicios centrales como provinciales, está trabajando”. Lo hacen de forma telemática y telefónica, continuando con cada una de las prestaciones habituales como puede ser la atención psicológica o jurídica. Además, el funcionamiento de las líneas 016 y 900100114 sigue disponible las 24 horas del día y todos los días de la semana.

En el mismo sentido se pronuncian desde la Policía Nacional, que recalca que las oficinas de servicios están “todas” abiertas al público. “Si una mujer en situación de confinamiento sufre un episodio de violencia de género, puede denunciarlo e irá una patrulla a su domicilio y se comportará en función de los hechos”, explican desde el cuerpo. De este modo, los protocolos no se ven alterados, y si el presunto maltratador es detenido, pasará también a disposición judicial y se tomarán las medidas cautelares correspondientes.

Alojamientos hoteleros como alternativa ante la posible ocupación de las plazas disponibles en los recursos de acogida

“Desde los Servicios Centrales del Instituto de la Mujer hay personas trabajando en todos los departamentos, especialmente en aquellos que gestionan la atención y los ingresos que puedan ocurrir de nuevos casos de violencia de género”, asegura la directora del Instituto de la Mujer.

Y es que todas las administraciones, tanto regionales como nacionales, reconocen que el aumento de la violencia machista puede ser una realidad. “Veremos que pasa pero desde el Gobierno tenemos que prestar todos nuestros servicios como lo hemos hecho siempre y en coordinación para que en ningún momento una mujer se sienta desprotegida”, afirma Callado.

La Consejera de Igualdad, Blanca Fernández, ha puntualizado algunas de las medidas sobre las que ya están trabajando para evitar la sobresaturación de los recursos de acogida donde, según explica, todavía hay plazas libres. “No vamos a consentir que ninguna mujer quede desprotegida en Castilla-La Mancha por las circunstancias actuales” por lo que ya se estudia el uso de alojamientos hoteleros por si se ocupan las plazas disponibles en dichos recursos.

Por su parte, “las delegadas provinciales están al pie del cañón. Si normalmente estamos ahora nos preocupa aún más. Tanto la consejera como yo estamos pensando que el repunte puede surgir. Por el momento hay que esperar y no lo estamos haciendo con los brazos cruzados”, añade Pilar Callado. “Además, como mínimo, sigue habiendo una persona de guardia que atiende las situaciones de emergencia”.