Page anuncia una “nueva oportunidad” para el Bosque de Acero de Cuenca: 12 años sin vida útil y 7,5 millones gastados

elDiarioclm.es

10 de octubre de 2022 14:18 h

0

Cristales rotos, maleza y pintadas, entre otros destrozos era la imagen que ofrecía allá por 2020 el fantasmagórico Bosque de Acero, ubicado junto al río Júcar en Cuenca. Entonces cumplía ya una década de vida sin uso, según relataba Las Noticias de Cuenca. El Ayuntamiento conquense anunciaba entonces se acometerían trabajo de limpieza “para adecentarlo” y llevar hasta allí el llamado Paseo del Arte.

Dos años después el presidente de Castilla-La Mancha habla de darle “una nueva oportunidad” tras más de 7,5 millones de euros invertidos en un lugar en el que, salvo contadas ocasiones, no ha tenido ningún uso útil para la ciudad.

Con un espacio cercano a los 3.000 metros cuadrados de superficie total interior y exterior, la idea inicial es que contara incluso con un restaurante con salón de 195 metros cuadrados y 60 metros de cocina que se complementaba con una primera planta con un espacio polivalente de 345 metros asociada a usos expositivos y de restauración, según recuerda Europa Press.

El proyecto corrió a cargo del Estudio Moneo-Brock y fue construido por Acciona. En su día se llegó a anunciar una mejora de los espacios públicos del entorno, incluso un carril bici para unirse con la Roda Oeste.

En la web del estudio de arquitectos figura como explicación de esta obra que se trata del “punto clave de la propuesta paisajística y arquitectónica”, ocupando un solar delimitado por los ríos Júcar y Moscas, y nacía con la intención de recuperar “este paraje natural abandonado y crear un lugar de ocio”.

“Su ubicación, en el vértice del solar, está intrínsecamente relacionada con el desarrollo de su volumetría. Este proyecto de arquitectura contemporánea actúa como filtro entre el parque y la ciudad, difuminando la periferia urbana en el paisaje natural y convirtiéndose en una escenografía para las actividades del parque y una infraestructura urbana necesaria”, reza la sinopsis del proyecto.

Igualmente, según este relato de intenciones, se aseguraba que se ofrece “como entrada principal al parque, donde se albergarán actividades como un mercadillo semanal, y la feria y fiestas que se celebran en el mes de agosto”.

Todo ello con 23 módulos “iguales e inversos, que juntos forman una malla estructural”, con un diseño “de forma arbórea de pentágono irregular compuesto de acero y vidrio, con fuste de cuatro brazos”.

“El resultado final se asemeja a un bosque en su interior, pero a un fragmento mineral en su exterior. El conjunto ofrece una composición compleja, un bosque de acero capaz de adaptarse a las particularidades de su ubicación”, indican.

Finaliza la explicación asegurando que se trata de un espacio “desde donde disfrutar del parque, protegido de las inclemencias del tiempo, pero en contacto en todo momento con las vistas del entorno natural”.

Hoy, el presidente de Castilla-La Mancha sostiene que esta obra fue “bien intencionada” pese a todo y que “tendrá actividad, no tardando”, ya que se le quiere dar “un enfoque de oportunidad”.

“Convertir los problemas en oportunidades es algo extraordinario y útil. Lo haremos, y lo vamos a hacer aportando lo que está en nuestra mano”, ha aseverado García-Page.