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La provincia de Toledo acoge la nueva explotación ganadera de La Finca Jiménez Barbero

Ya hace en torno a un año que está en funcionamiento aunque ha sido hace poco cuando los hermanos Jiménez Barbero han querido dar a conocer su nueva finca en Calzada de Oropesa, en la provincia de Toledo. Muy conocidos en Madrid gracias a su finca en Colmenar del Arroyo, donde se ubica su principal núcleo ganadero y sus instalaciones principales, los hermanos Jiménez Barbero son pioneros en controlar todo el ciclo productivo de la carne y en poder asegurar un producto de máxima calidad a la vez que apuestan por una ganadería sostenible. Así, con fincas en Madrid, Portugal, y ahora en Toledo, se convierten en uno de los mayores productores de carne roja de gran calidad a nivel nacional.

La Finca se ha caracterizado siempre por apostar por la raza y por la alimentación para producir un producto diferenciado. Para ello han buscado la excelencia de la raza creando sus propios cruces a partir de variedades autóctonas como la avileña, la retinta o la berrenda con una raza foránea, la charolesa, oriunda de Francia. En cuanto a la alimentación, han investigado a fondo en su propio laboratorio para dar con la fórmula adecuada de pienso para estos animales: base del mejor maíz, cebada, centeno, trigo, avena y soja.

En Calzada de Oropesa han comenzado un proyecto distinto: importar vacas simmental de Suiza, vacas que han sido lecheras, y criarlas en su última parte de vida a base de los pastos naturales del suelo de la finca toledana complementados con la fórmula ideada por La Finca. La receta contiene los nutrientes necesarios para que la carne sea de alta calidad y más saludable gracias a los nuevos ácidos grasos de alto oleico incluidos en el pienso. David Jiménez Barbero, el hermano que está más focalizado en el cuidado de los animales y producción de la carne, nos cuenta que “las vacas llegan a Toledo con una edad de entre 6-8 años, y durante seis meses las alimentamos con los pastos de la finca y con nuestra fórmula de pienso. Pasado este período, se sacrifican”.

¿Por qué en Calzada de Oropesa? A decir de David Jiménez Barbero, uno de los hermanos centrado en la producción y el cuidado de los animales, “llevábamos años buscando una finca de estas características, indagando por la zona oeste de la provincia de Toledo, y la hemos encontrado aquí. ¡Y estamos encantados!”.

La Finca de Calzada de Oropesa tiene 500 hectáreas de dehesa y está situada a los pies de la Sierra de Gredos. En un principio, se ha habilitado para producir carnes rojas, aunque debido a su amplia extensión, en un futuro acogerá también la cría de terneras. A día de hoy, pastan en Calzada de Oropesa más de 600 vacas simmental, aunque el número irá creciendo de modo paulatino.

Para Castilla La Mancha, la llegada de una empresa puntera como La Finca de Jiménez Barbero ha supuesto la creación de nuevos puestos de trabajo, algo que no cesará en los próximos meses. En una primera fase, cuando se ha tenido que construir distintas instalaciones, se ha llegado a contratar en torno a 40 empleados, y en la actualidad, al cuidado del ganado y de las instalaciones “hay 12 personas trabajando en la finca de Calzada de Oropesa”.

Ya hace en torno a un año que está en funcionamiento aunque ha sido hace poco cuando los hermanos Jiménez Barbero han querido dar a conocer su nueva finca en Calzada de Oropesa, en la provincia de Toledo. Muy conocidos en Madrid gracias a su finca en Colmenar del Arroyo, donde se ubica su principal núcleo ganadero y sus instalaciones principales, los hermanos Jiménez Barbero son pioneros en controlar todo el ciclo productivo de la carne y en poder asegurar un producto de máxima calidad a la vez que apuestan por una ganadería sostenible. Así, con fincas en Madrid, Portugal, y ahora en Toledo, se convierten en uno de los mayores productores de carne roja de gran calidad a nivel nacional.

La Finca se ha caracterizado siempre por apostar por la raza y por la alimentación para producir un producto diferenciado. Para ello han buscado la excelencia de la raza creando sus propios cruces a partir de variedades autóctonas como la avileña, la retinta o la berrenda con una raza foránea, la charolesa, oriunda de Francia. En cuanto a la alimentación, han investigado a fondo en su propio laboratorio para dar con la fórmula adecuada de pienso para estos animales: base del mejor maíz, cebada, centeno, trigo, avena y soja.