Tres hombres que, en realidad son mujeres con bigote, hablan de la “desgracia” de la prostitución. “Es una desgracia”, aseguran, pero también “una bendición para nosotros”. Se regodean en el color de las mujeres que pueden comprar, de los cuerpos de los que pueden disponer. Así es 'La desgracia', un cortometraje del director Adolfo Fernández y que ha sido impulsado en conjunto por AIETI y el Instituto de la Mujer para denunciar la trata de mujeres como otra forma de violencia de género.
El corto está coprotagonizado por las actrices Sonia Almarcha, Maribel Ripoll y María Ruiz y ha sido presentado por el Gobierno regional para dar un impulso a una iniciativa que llegará a los colegios, institutos y plataformas en los que trabaja AIETI. Además, se le dará cobertura a través de las televisiones locales, y distintas redes sociales, incluyendo la plataforma WhatsApp. “No mires hacia otro lado. Actúa”, afirma una vozz en off en el corto.
La directora del Instituto de la Mujer, Pilar Callado, ha recalcado en la presentación de 'Una desgracia', de lo “evidente” que resulta el problema que surge con la trata. “Consideramos la trata y la prostitución como una forma más de violencia de género y una grave violación de los derechos humanos”, aseveró. En este sentido, recalcó cifras como que cuatro de cada diez hombres han consumido, o son consumidores habituales de prostitución en España. “Desgraciadamente, es uno de los principales lugares donde se ejerce o se consume la prostituticón. Hemos pasado de ser un país de tránsito a uno de los de destino de las mujeres, lo que se atribuye al aumento de la demanda”, explicó Callado.
El corto pretende visibilizar esta situación y “decirle a la sociedad” que ni la prostitución ni la trata se pueden normalizar. “No es un trabajo cualquiera, no es dinero fácil. Es un problema que debemos entender toda la sociedad y es un tipo de violencia de género”, insistió. Por eso, se impulsa este tipo de iniciativas para “atajar el consumo” y “sobre todo” educar a los y las más jóvenes acerca de la situación.
Angélica Matías, delegada en Castilla-La Mancha de AIETI, ha señalado que se trata de una forma más de continuar con su actividad como organización feminista, de seguir trabajando en la prevención y sensibilización contra “todas las formas de violencia de género” y concretamente contra la trata. Por eso, ha agradecido el papel del Instituto regional en su apoyo económico de los proyectos, para poder acceder a centros educativos y universidades. “Castilla-La Mancha, por desgracia, es conocida como una región con una alta cantidad de clubs de alterne y pisos con mujeres y niñas en situación de explotación sexual. Por ello, la labor es informar, prevenir y sensibilizar y romper la tolerancia social para que se conozca que es una forma extrema de violencia de género”.
“Son los hombres los que compran a las mujeres”
De este modo, se lleva a cabo una intervención directa para que la sociedad tome conciencia sobre esta “manifestación de violencia”. Adolfo Fernández, director del corto, señaló que es una manera de “ayudar en lo que podemos” en este sentido. “Aunque Vox intente decir lo contrario, son los hombres los que compran a las mujeres”, resaltó, además de llamar la atención acerca de una nueva “forma racista” en la que se “valora la negritud” del producto que se está comprando. “Es esto lo que queremos denunciar”, señaló, refiriéndose a un “neocolonialismo”. Además, agradecidó el papel del Teatro Pavón en el que se grabó el trabajo y la música compuesta especialmente para el mismo.
La actriz Maribel Ripoll consideró que son “horrorosas” las cifras que se relacionan con la prostitución en España. “Me siento muy orgullosa de haber participado en este trabajo, de haber aportado mi granito de arena. Solo de pensarlo, se me hiela la sangre”, afirmó. Las otras dos actrices, Carmen Ruiz y Sonia Almarcha, enviaron sendos mensajes de apoyo “con las mujeres esclavizadas” y advirtieron de que “no cerramos los ojos ante esta forma de violencia”.
Angélica Matías lamentó que la prostitución se acepte ya como “parte de nuestro entorno”, y recordó que nos afecta “a todos” pero “especialmente a las mujeres, no sólo a las que sufren de explotación sexual, sino a todas, ”porque se nos trata como objeto“. ”El patriarcado ha hecho muy bien su trabajo. Pero por otra parte, vemos un sector de la población que se manifiesta y habla más de ello, para cuestionarlo y cambiar las cosas“.