Ecologistas en Acción ha querido advertir de la protección de los nidos de las golondrinas, ya que después de que las aves hayan migrado “algunos propietarios y comunidades de vecinos aprovechan a destruirlos”. En este sentido, desde la organización recalcan que la normativa “es clara” y protege tanto a los animales como a sus nidos.
“Muchas personas piensan que se pueden destruir sus nidos libremente, hecho sancionable por la legislación y se pueden encontrar con una multa grave por esta destrucción”. El nivel de protección de este tipo de refugios está establecido en la Directiva Europea de Aves (Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo) y por la legislación nacional por el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero).
Igualmente, la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en la que se protegen las crías, los huevos y mediante la cual se prohíbe expresamente “la destrucción o deterioro de sus nidos”, de manera que las multas pueden variar de 5.001 a 200.000 €, recuerdan desde Ecologistas en Acción.
Además, añaden que las golondrinas son aves insectívoras que consumen grandes cantidades de moscas y mosquitos, hormigas voladoras, avispas y chinches. Una sola golondrina es capaz de comer 850 moscas o mosquitos al día, lo que supone un control natural de los insectos.
Su periodo de cría se desarrolla entre marzo y agosto, depende de la climatología y son aves normalmente monógamas y son fieles al lugar de cría y a la pareja. Tardan unos diez días en construir el nido, formado por una copa abierta completamente en la zona superior, de bolas de barro y siempre bajo una cubierta, que son reparados y reutilizados durante varios años y su vida media es de unos 15 años.
“Si nos dedicamos a destruir sus nidos, además del riesgo de multas, nos encontraremos que en la primavera y verano una mayor cantidad de mosquitos en nuestro entorno, que desde el punto de vista de la comodidad y sobre todo desde el punto de vista sanitario, presenta muchos más riesgos e incomodidades”, advierten.