El esfuerzo de la Diputación de Cuenca a las ayudas humanitarias fue uno de los destacados en el informe 'La salud en la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria 2020', de Médicos del Mundo y Medicus Mundi. Lorena Cantarero es la diputada de Asuntos Sociales de la institución y explica que las ayudas a la cooperación y la emergencia social se llevan impulsando desde hace más de veinte años en la Diputación. En el caso de 2020, debido a la pandemia, la institución decidió invertir todo el presupuesto en ayuda humanitaria. “Decidimos que si estábamos así en España, había otros países que iban a necesitar más recursos todavía”, recalca.
“Debido a la pandemia, desde servicios sociales decidimos que era indispensable impulsar las ayudas para emergencia humanitaria”, recuerca Cantarero. Fueron cinco proyectos los financiados, cada uno con 18.000 euros. Todos estaban destinados a la lucha contra el coronavirus. “Hablamos con las organizaciones y nos explicaron que lo que más ayuda necesitaba era eso, la protección contra la pandemia. Necesitaban recursos y por eso sacamos adelante la convocatoria”, recuerda la diputada. Entre los proyectos que resultaron beneficiarios de las ayudas, se encuentra un proyecto humanitario en Bolivia, impulsado por ADIMAN.
Cantarero explica que durante 2020 no se pudo volver a constituir el Consejo de Cooperación de la Diputación, pero ahora el proceso ya se ha llevado a cabo, y se ha creado también una mesa permanente, que ha sido el organismo encargado de sacar las bases de cooperación internacional para este año. “Hemos aumentado el presupuesto, y vamos a dedicar 105.000 euros. Y se destinarán a tres proyectos de ayuda a la cooperación y otros dos de ayuda humanitaria, cada uno dotado con 21.000 euros”, explica la diputada.
“Cuenca es una provincia muy solidaria y entendemos que debemos mirar por el bienestar de nuestra provincia. Pero tenemos que exportar nuestros valores y agradecer que tenemos una capacidad y recursos para dar la oportunidad a otros países, a otras niñas y niños para que tengan una vida mejor. Merece la pena que las instituciones hagan este esfuerzo, porque el ser humano es mundial, no de Cuenca ni de España. Es primordial colaborar en estas labores”, recalca Cantarero.