La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Tener un coche eléctrico requiere puntos de recarga… pero también restauración y ocio alrededor
Aunque el uso del coche eléctrico es relativamente reciente, ya que más del 90% de sus usuarios tienen menos de cuatro años de antigüedad, se trata de una tendencia al alza. Las ventas de vehículos eléctricos siguen incrementándose como refleja el hecho de que, por primera vez, el coche más vendido en el pasado mes de septiembre en Europa fuera un eléctrico. Además, se trata de un producto que goza cada vez más de un alto nivel de satisfacción entre los usuarios. En este sentido, cabe destacar que la mayoría de los conductores de vehículos eléctricos, un 85,5%, volvería a comprar el mismo vehículo que actualmente conduce.
Estos datos se desprenden de la “Radiografía del usuario de vehículo eléctrico” en España, una serie de encuestas que habitualmente realiza la aplicación de servicios de movilidad eléctrica Electromaps, entre sus más de 150.000 usuarios, cuya misión es unificar toda la información sobre la infraestructura de recarga de vehículos eléctricos y mejorar la experiencia de sus usuarios.
Pero queda camino por hacer. Según estos datos, un 84,4% de los encuestados considera necesarios más puntos de recarga para viajar, siendo esta una de las principales demandas de los conductores. La cantidad de puntos de suministro disponibles por número de habitantes supone un freno importante para la movilidad eléctrica, además de generar dudas en posibles compradores de este tipo de vehículos.
Además, en la última encuesta de esta aplicación desvela que los usuarios destacan su preferencia por puntos de recarga situados cerca de establecimientos de restauración o tiendas. Así, preguntados por lo que hacen mientras recargan su coche eléctrico en trayectos largos, el 37,5% de los usuarios demandan principalmente servicios de restauración, seguido de establecimientos para realizar compras (17,6%) y servicios del ámbito del ocio y del turismo (16,8%).
Dinamizar áreas de servicio
De esta manera, los puntos de recarga pueden servir como oportunidad para dinamizar las áreas de servicio y restauración en carretera para atraer nuevos clientes que tienen un tiempo de espera antes de continuar su ruta, sobre todo teniendo en cuenta que en los trayectos de larga distancia más del 70% de los usuarios de vehículo eléctrico suele parar más de 30 minutos y que el 90% de los encuestados planifica sus paradas en rutas para comer o tomar algo.
Para Xavier Cañadell, CEO de Electromaps, “los restaurantes y tiendas situadas cerca de las grandes vías de comunicación pueden atraer nuevos clientes instalando puntos de recarga en sus estacionamientos”. “Se trata de una gran oportunidad para impulsar sus negocios y asegurar su viabilidad, especialmente tras unos meses en los que la movilidad ha estado restringida”.
Por otro lado, los datos arrojan que, en el uso diario del vehículo eléctrico en recorridos más cortos, las paradas se suelen alargar aún más, ya que no hay urgencia por continuar la marcha. En ese sentido, los usuarios manifiestan que la ubicación más habitual para las recargas en este tipo de trayectos cortos, son los centros comerciales y supermercados, según el 36,9% de las respuestas obtenidas en el estudio. A estos les siguen los cargadores en vía pública (22,3%) y los parkings (16,6%).
La primacía de las recargas en superficies comerciales se debe a que la mayoría de las recargas en los centros comerciales y supermercados son gratuitas, dejando un claro margen de mejora al modelo de cargadores en vía pública frente a otras ubicaciones donde las recargas son de pago. Cabe destacar el reducido número de usuarios que afirman realizar recargas en los centros de trabajo, debido principalmente a la falta de instalaciones, siendo la habilitación de puntos de recarga en las empresas una acción positiva a valorar para las compañías que quieran impulsar la movilidad eléctrica y reducir la huella de carbono de los desplazamientos de sus empleados.
Por último, los resultados respecto a la carga residencial (en viviendas) ponen de manifiesto que los hábitos de los conductores de vehículos eléctricos son diferentes a los tradicionales de vehículos de combustión. Así, el 83% de los usuarios de vehículo eléctrico cuenta con un punto de recarga en su hogar, siendo este el lugar más habitual para realizar las recargas para la mayoría de ellos.
En el informe recuerdan que a pesar de la subida de la electricidad, cargar un vehículo eléctrico en casa supone un importante ahorro respecto al uso de combustibles fósiles, sobre todo si las cargas se realizan en los tramos más asequibles de la tarifa eléctrica, como es el horario nocturno, muy habitual en este tipo de cargas. De esta manera, el 51% de los usuarios cifra este ahorro entre los 100 y los 300 euros mensuales respecto a cuando usaban vehículos de combustible fósil.
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