- El Consejo de Seguridad Nuclear realizó esta recomendación tras evaluar el Estudio de Impacto Ambiental de la minera promotora
En plena cuenta atrás para que el Gobierno de Castilla-La Mancha se pronuncie sobre el impacto ambiental del proyecto extractivo de tierras raras que la empresa minera Quantum quiere llevar a cabo en el Campo de Montiel, un nuevo informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) vuelve a poner el foco sobre el riesgo radiactivo del tratamiento de monacita, que agrupa a cuatro minerales distintos utilizados en la fabricación de nuevas tecnologías. Según un informe del regulador atómico al que ha tenido acceso eldiarioclm.es, fechado en el pasado mes de mayo, si el proyecto saliera adelante, sería necesaria una “monitorización radiológica permanente” de los tratamientos.
Este informe fue elaborado tras analizar el contenido del Estudio de Impacto Ambiental (EiA) presentado por Quantum Minería para las concesiones de explotación ‘Matamulas F1’, ‘Rematamulas-F1’ y ‘Rematamulas-F2’, y en particular el Anexo G del mencionado estudio, que habla del impacto radiológico. En base a ello, el CSN concluye que los estudios aportados no permiten justificar que las actividades laborales relacionadas con el beneficio del mineral “sean exentas de control radiológico en la planta de concentrado de monacita, mineral a extraer”.
Respecto a las conclusiones aportadas por Quantum, afirma que se basan en una “modelización de dosis” a los trabajadores que parte de los valores de actividad específica de un “número de muestras indeterminado”, añadiendo que “no se aportan evidencias” de que estas puedan considerarse representativas de “los valores máximos de actividad de uranio y torio que puedan encontrarse en las diversas zonas de la planta de tratamiento, planta que todavía no existe”.
Así, en relación con el impacto radiológico al medio natural, afirma el organismo supervisor que deberá implantarse un “programa de vigilancia radiológica ambiental en el entorno de la instalación, que incluirá controles radiométricos, análisis de aerosoles y de aguas superficiales”.
Esta información viene a sumarse a otros informes que han desatado la polémica en torno a este proyecto, con una contestación ciudadana liderada por la Plataforma Sí a la Tierra Viva. Desde este colectivo, al hilo del informe del CSN, recuerdan que las conclusiones de Quantum sobre el impacto radiológico se basan, en parte, en los datos obtenidos de los trabajos realizados en una “planta piloto clandestina” en la que la empresa estuvo operando sin ningún tipo de licencia, ubicada en un corral dentro del casco urbano de Torrenueva, y que fue clausurada por denuncia de la plataforma.
Muestras “claramente insuficientes”
Por otra parte, el número de muestras tomadas en el yacimiento (un total de cuatro) y en los alrededores donde se situaría la zona de estériles (dos catas), son “claramente insuficientes para tener alguna certeza sobre las concentraciones de elementos radiactivos”.
En cuanto a la radiactividad en el agua y los cultivos, añade esta asociación, los estudios realizados por Quantum “se limitan a realizar mediciones en una zona en la que todavía no está instalada la planta de tratamiento y concentración de monacita, ignorando, de forma interesada, los numerosos trabajos científicos internacionales realizados en las cercanías de otras minas de tierras raras”. Recuerda que son estos estudios los que llevaron a las Cortes de Castilla-La Mancha el pasado 2 de febrero a aprobar una resolución que “reconoce la evidencia científica expuesta en múltiples estudios internacionales sobre los graves efectos negativos de la minería de tierras raras en la salud pública y el medio ambiente”.
Finalmente añaden el informe de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA) dado a conocer por la Plataforma a principios de este año, en el que se presenta una recopilación de más de 50 referencias científicas sobre los efectos adversos de este tipo de minería en las personas (los trabajadores y población cercana), animales y plantas, por la ingestión de agua, polvo y alimentos contaminados con tierras raras.
Quantum: el informe no habla de medidas de control radiológico
Por su parte, Quantum ha realizado una interpretación bien diferente del informe. Insiste en que las operaciones de explotación minera no requieren de medidas de control radiológico. “El estudio de las actividades relacionadas con el beneficio de mineral en planta no es suficiente para declararlas exentas de medidas de control. Se trata de un estudio teórico ya que la planta no está construida y se deberá realizar una verificación al inicio de la actividad, siendo este el único procedimiento posible y habitual en este tipo de casos”, afirman fuentes de la mercantil minera.
A este respecto, la empresa considera que, en relación con el impacto radiológico al medio natural, el informe considera “adecuadas” la medidas propuestas en el Estudio de Impacto ambiental. “Lógicamente se solicita una verificación de que el funcionamiento de la planta será el previsto. Esto no se debe a las dudas que pueda plantear el proyecto, sino a la necesidad de confirmar que se cumplen las características contempladas en el mismo”.
“El CSN, como órgano de control para asuntos radiactivos en España, no es contrario al inicio de esta actividad, pero como es su obligación solicitar las correspondientes verificaciones al inicio de la operación”, concluye.