“Es signo de valentía en estos tiempos levantar la voz por nuestro río”. Así se pronunciaba Miguel Ángel Sánchez para dar inicio a la conferencia “El Tajo, diagnóstico actual: paisaje después de una nueva traición”, al agradecer a la Real Fundación de Toledo y a la Universidad de Castilla-La Mancha por impulsar el ciclo de conferencias que tratan la situación del río Tajo desde un punto de vista crítico y constructivo. “En tiempos de medianías, cobardías y mediocridades es un lujo que la Real Fundación destaque como un faro arrojando luz y palabras sobre el Tajo”.
Sánchez ha sido parte de las comisiones que han viajado a Bruselas en diversas ocasiones para exponer ante los diputados de la Eurocámara el estado en el que se encuentra el Tajo actualmente. La “traición” a la que se refiere en el título de la conferencia no habla en específico de la última regulación del trasvase Tajo-Segura, sino a un problema que considera más bien global, y que se refiere a la actitud social que existe en la región actualmente hacia el estado del río y de su situación política actual. Política, una palabra clave. “El Tajo podría tener vida, con mayúsculas. Es posible. Pero no hay voluntad política”, afirmaba Sánchez. El activista considera que la lucha ha avanzado y confía en que el trabajo que se ha realizado desde los distintos frentes tendrá sus frutos.
Ligado personalmente toda su vida al río, no sólo en su ciudad, Talavera de la Reina, sino también en Toledo, su testimonio estuvo cargado de historia. De cómo conoció el afluente cuando estaba desbordado, a mediados de los setenta, hasta ahora, cuando el río “arrastra más veneno que hace cuarenta años, pero más discreto, embebido en sus aguas”. Sánchez criticó duramente las medidas que se han intentado implantar en las riberas del Tajo, como la tirolina en Toledo, algo que considera como una falta de valoración del paisaje y de la cultura que rodea al río. Uno que, aseguraba, es el que está en “peor estado de conservación de toda Europa Occidental”. Y esto, señalaba, se debe a los trasvases, vertidos, la presión agrícola, acuerdos insuficientes, factores que hacen que el río “muera” en Guadalajara y “resucite” en Portugal.
Miguel Ángel Sánchez se refirió a los variados documentos de regulación de las aguas de los afluentes, como el Plan de Cuenca de 2014, el Memorándum de entendimiento, y las últimas regulaciones del Trasvase Tajo-Segura, entre muchos otros. “La situación después de esta nueva traición es mucho peor” señalaba, mientras aseguraba que los que mandan son “los señores del Tajo”, que ha hecho que los ciudadanos sean “un mero estorbo”. Criticó que mientras la Comunidad de Aragón, gobernada también por el Partido Popular, no dudase en defender el caudal en sus territorios, aquí en Castilla-La Mancha “aplaudimos y bendecimos el saqueo.” Sánchez advertía de que “no es prioridad de nuestro gobierno defender los intereses de esta tierra ni de sus ciudadanos”.
Para concluir ha señalado que el trabajo en defensa del río no ha parado, sino que sigue fuerte y con intenciones claras, a pesar de asegurar que los colectivos de este frente “estamos absolutamente vetados en los medios de comunicación regional”. Así, enumeraba las tres quejas impuestas ante la Comisión Europea, y el recurso, ya admitido, interpuesto ante el Tribunal Supremo. Sin embargo, señala que la financiación es un problema, por lo que ha hecho un llamado para aportar a la causa. “Os necesitamos. No vamos ni queremos dejar el campo libre al enemigo”. La importancia de proteger el caudal, señala, es que no se puede “tolerar que la ley nos discrimine”, y también para “romper las viejas aristocracias y servidumbres” que, finalmente, condenan al Tajo. Para ello, se puede aportar en la cuenta ES62 3081 0235 66 2303018226.
Dentro de las reivindicaciones, remarcó el activista, es importante que los ciudadanos no sólo sean ingenieros, técnicos o economistas, sino que la defensa del río también debe pasar por las artes como la literatura o la pintura, para poder “dar voz a los que quieren, pero no pueden”, que es la responsabilidad de estos movimientos, en su opinión. De este modo, el llamado es a “no sentir vergüenza” y a obviar la impotencia o la indolencia. “Al encarar todo esto, estáis demostrando que existe esperanza. Que estáis vivos. Que la libertad, que a democracia existen”, concluyó, agregando que “el Tajo lo merece”.