La iniciativa de un padre disfrazado junto a su hija en Puertollano que se ha hecho viral por todo el mundo

Durante 38 días de confinamiento Jaime Coronel, un vecino de Puertollano, en la provincia de Ciudad Real, ha bajado a tirar la basura disfrazado, las primeras semanas lo ha hecho solo y los últimos días junto a su hija Mara, de tres años y medio. Lo que comenzó, el segundo día del estado de alarma, siendo una idea original para animar a sus vecinos se ha convertido en noticia no solo en todo el país sino en muchos rincones del mundo.

Un día, ordenando el trastero se encontró el disfraz de Olaf, personaje de Frozen, y decidió disfrazarse junto a su hija para pasar la tarde. Estuvieron jugando y cuando llegó la hora de aplaudir a los sanitarios decidió no cambiarse y bajar a tirar la basura de esta forma “para hacer la gracia”. La idea les gusto a los vecinos pero poco a poco y gracias a las redes sociales donde iba colgando sus salidas, la fue conociendo cada vez más gente. 

Desde entonces ha salido 29 días solo, y el resto junto a la pequeña Mara que desde un primer momento se mostró encantada con la iniciativa. “Las primeras semanas se quedaba muy triste cuando salía yo solo, de hecho en algunos vídeos se la oye llorando de fondo, pero cuando pudo salir conmigo, desde el primer momento nos dijo que quería acompañarme también disfrazada”.

Reinventarse ha sido su principal habilidad ya que no contaban con tantos disfraces para ir innovando cada día. “Cuando he salido con la niña algunos los he repetido y otros los hemos reciclado y convertido en otros. Por ejemplo, el disfraz de robot acabó siendo el Agente banano del videojuego Fortnite y el de Batman lo hice deprisa y corriendo porque quería la niña vestirse de Wonder Woman y ese lo cree gracias a otros”. 

El 5 de mayo fue el último día que salieron. No lo tenían previsto pero su mujer les animó a hacerlo, porque era complice de una sorpresa que les esperaba por parte de los sanitarios. “Ese día no íbamos a salir pero mi mujer nos insistió porque sabía que el personal de las ambulancias nos querían hacer un homenaje. Los sanitarios nos estaba esperando fuera pero mi hija y yo no sabíamos nada, nos hizo mucha ilusión”.

A lo largo de estos 38 días, muchos medios de comunicación le han hecho entrevistas para conocer de cerca su historia, que ya llegado a países como Brasil, México, Argentina, Florida, Italia, República Dominicana, entre otros.

De toda esta experiencia, se queda con el cariño de sus vecinos de Puertollano y sobre todo de muchas personas que se han puesto en contacto con él para agraderle esta iniciativa porque ha ayudado a sus hijos, muchos de ellos con problemas, a que llevaran este confinamiento de forma mucho más animada.