“No recordamos ya cuántas veces en este año hemos vivido esta situación”, recalcan los sindicatos UGT, CCOO, USICAM, USAE, CEMS, SIMAP-CLM TOLEDO, CSIF y SATSE, que han denunciado de manera conjunta la “insostenible” situación de los profesionales de Urgencias en el Hospital Virgen de la Salud de la capital autonómica. La situación no es nueva, ni de lejos. “Podemos denunciarlo miles de veces”, recalca Miguel Ángel González, médico adjunto del servicio de Urgencias y miembro también del sindicato CSI-F que ha expuesto la situación en numerosas ocasiones desde enero de este año.
El puente del Corpus Christi, este pasado 3 de junio, recalcan, ha llegado a tener a pacientes oncológicos esperando hasta 48 horas por ingresar, y una media de medio centenar de pacientes al día esperando su ingreso. Inés Pedreño García, enfermera y representante de UGT, ha explicado que esto “no debería ser algo normal”, pero que sí lo es desde que comenzó la pandemia, hace ya año y medio. “La normalidad está siendo esa, la de tener decenas de pacientes esperando. Esto es lo que no se puede consentir. En los primeros momentos de la pandemia entendimos todos que la situación nos superaba, pero tras año y medio no es normal que no se hayan establecido canales de agilización para los pacientes”, reflexiona.
Además recuerda que UGT, su organización, preguntó que pasaría si tras la caída del Estado de Alarma el Complejo Hospitalario toledano se veía nuevamente “desbordado” y que la respuesta recibida fue que se actuaría como en la primera ola de la pandemia. “Pero las Urgencias han estado colapsándose a lo largo de todo el año. Lo comprendimos en los primeros momentos, pero después de un año y medio no se puede consentir”, asegura la sindicalista. Por otro lado, Pedreño reseña que las consecuencias entre los distintos profesionales, sanitarios o no, están a la vista.
Profesionales que han “explotado”
“Evidentemente han explotado, están muy cansados física y mentalmente, y no se puede explicar de otra manera. Agotamiento, estrés, ansiedad, algunos se dan de baja pero otros no, porque encima de todo prima la profesionalidad de cada uno y que los pacientes son nuestros pacientes”, afirma. Pero también recalca que no es sólo el personal sanitario el que está en situación de agotamiento, sino todo el que trabaja en el sistema, desde el personal administrativo que recibe a los pacientes en las puertas de Urgencia, hasta los celadores y administrativos en los centros de salud. En definitiva, “todos los servicios y todo el personal acumula esta pelota que se va formando en Urgencias”, asegura.
La profesional señala que, por ejemplo, se ha habilitado una estancia de rehabilitación, para ubicar a los pacientes en lo que antes eran gimnasios y salas de rehabilitación. “Esto tiene una consecuencia importante, y es que hay un aumento de una planta en Urgencias, pero los pacientes necesitan los mismos cuidados que en una planta de hospitalización. Es una planta no reconocida, entre comillas, en Urgencias”, afirma. Pero “los profesionales no pueden más, están agotados física y mentalmente, y nuestros dirigentes no hacen nada. No se puede consentir”, insisten los sindicatos.
Desde CSI-F, Miguel Ángel González afirma que la situación en el servicio de Urgencias se ha vuelto “muy complicada” y que desde enero se ha tomado la “decisión” de mantener a 50 pacientes pendientes de espera. El médico adjunto del servicio de Urgencias, recalca que no se trata de un problema específico de este servicio, sino de “todo el Hospital”, por la falta de camas. Explica que fue en enero cuando se batió el “récord absoluto” de pacientes esperando, con casi un centenar. Además, señala que mientras esperan no cuentan con las condiciones adecuadas, “esperan en lugares que no deberían”.
“Esto supone para los pacientes oncológicos lo mismo que para cualquier paciente: que no recibe la misma atención que en una planta de especialidad. El hospital debe velar por la seguridad del paciente y la gerencia no lo está haciendo por la seguridad de estos pacientes. Es muy complicado ahora mismo asegurar un tratamiento como se hace en planta para estos pacientes”, afirma el médico. Además, González insiste en que hay un hospital nuevo “parado” y camas que “nos dicen que están vacías” pero que “no se ponen a disposición del servicio de Urgencias”. “Tenemos un problema con la distribución de camas que roza lo escandaloso”, concluye.