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Bajo investigación el sacrificio público de una vaquilla en las fiestas de Puerto Lápice

Lo que era en teoría una diversión para todas las edades en la que los habitantes de Puerto Lápice (Ciudad Real) disfrutaban con algunos juegos con vaquillas de por medio acabó convertido en una situación bastante desagradable para los asistentes al evento.

Dentro de la celebración de su feria y fiestas en la localidad se celebraba una recreación del programa de televisión “Grand Prix” en el que habitantes de diversos pueblos competían en pruebas en las que el principal atractivo era la interacción con vaquillas y pequeñas reses. Las pruebas requieren la suelta de estos animales y principalmente se trata de evitar sus embestidas y golpes que por otra parte no suelen acarrear mayor peligro que la contusión.

Es el tercer año en el que este evento se organizaba y en esta ocasión se asistió a un hecho bastante desagradable, cuando dentro del cajetín donde los animales esperan para salir al coso una vaquilla fue sacrificada a la vista de todo el mundo. Según los organizadores se mató al animal porque “se volvió incontrolable” y tenían miedo de lo que podía hacer. Lejos de sólo sacrificar al animal y acabar ahí, su cadáver fue trasladado a la vista de todos con maquinaria industrial para ser retirado por mitad del recinto, mientras aún emanaba sangre, algo que los propios asistentes han denunciado y que han tildado de “una brutalidad”. La imagen más flagrante la recoge el diario miciudadreal.es.

El Reglamento de Festejos Taurinos Populares de Castilla-La Mancha aprobado en 2013 rige precisamente qué actuaciones hay que tomar en estos casos y cómo actuar en casos extremos, incluido en caso de ser necesario el sacrificio del animal. Dicho reglamento estipula que el sacrificio se hará en las siguientes 12 horas al evento y en un lugar siempre apartado de la vista del público bajo la supervisión de los veterinarios, por lo que existió una vulneración clara de la ley que de hecho ya está bajo investigación según el propio ayuntamiento ciudadrrealeño, que reconoce la ilegalidad de las acciones tomadas por la organización.

Según asistentes al evento, calificado para todas las edades, lo vivido fue “un error que no se debía haber cometido”. “Vimos a la vaquilla tirada en el suelo, derramando sangre y siendo arrastrada fuera por una máquina, ante la vista de niños. No se pueden cometer esos errores”, declaraban asistentes.

“Todos nos sentimos con rabia e impotencia por lo que estaba pasando ahí delante. No entendíamos esa brutalidad”. La gravedad y repercusión de los hechos ha hecho que el gobierno local trabaje ya para buscar las causas del suceso así como sancionar si es conveniente a los organizadores.