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José Luis Cuerda recupera en ‘Tiempo después’ el legado de ‘Amanece, que no es poco’

José Luis Cuerda en la presentación del rodaje de 'Tiempo después'

Alicia Avilés Pozo

“Es imposible de resumir”, han sido las palabras con las que José Luis Cuerda se ha referido al argumento de su próxima película, ‘Tiempo después’. Rodeado de una gran expectación, de los productores y de algunos de los actores que componen su reparto coral, el cineasta albaceteño ha presentado en Toledo el inicio del rodaje, que se llevará a cabo entre numerosos parajes naturales de la provincia toledana, de Guadajara y de Madrid. Sin llegar a ser una secuela, tanto el director como los actores han destacado que esta nueva cinta recupera el legado de ‘Amanece, que no es poco’, su película más legendaria.

Arturo Valls, actor y productor, ha destacado que el filme “entronca” de nuevo con la comedia surrealista que el cineasta también reflejó en ‘Total’ y en ‘Así en el cielo como en la tierra’. La fecha de estreno está prevista para el otoño de 2018 y está coproducida por Tiempo Después AIE, Estela Films, Pólvora Films, Lanube Películas, El Terrat, Atresmedia Cine y Planar Gestao de Equipamentos Cinematográficos.

La primera seña de identidad es su reparto coral: Robero Álamo, Carlos Areces, Nerea Camacho, Berto Romero, Miguel Rellán, Secun de la Rosa, Gabino Diego, Antonio de la Torre y Manolo Solo son una parte del elenco, al que se han sumado asimismo Joaquín Reyes y Raúl Cimas (miembros de La Hora Chanante y Muchachada Nui), así como Arturo Valls y Andreu Buenafuente (estos dos últimos también productores de la cinta).

El guion de ‘Tiempo después’ parte de una historia ‘novelizada’ por Cuerda durante los últimos siete años y sitúa a los protagonistas en el año 9991 –“mil años arriba, mil años abajo”- cuando el mundo ha quedado dividido en dos secciones. En un edificio, trasunto de las famosas Torres Blancas de Madrid, se aloja todo el ‘establishment’ de la sociedad y desde sus ventanas “solo puede verse ‘Monument Valley’” el famoso paraje entre Utah y Arizona (EEUU) que John Ford utilizó en muchas de sus películas y a quien Cuerda quieren rendir homenaje.

El resto de la sociedad, los “desheredados del mundo” en esta suerte de distopía a la española, vive en el bosque. Entre ellos, uno de sus habitantes tiene como objetivo entrar en el edificio de las grandes élites “porque hace una limonada buenísima, y quiere que todos la prueben”. Pero su objetivo se verá truncado por el conserje del edificio, que le impide la entrada porque “siendo parado como es, si entrara, sufriría una merma ontológica”. A partir de ahí se desarrolla toda la trama, basada en las dificultades del ser humano para “cambiar el Estado”.

“¿Cómo no íbamos a producirle?”, ha comentado Arturo Valls entre risas tras esta presentación del argumento. “Tuvimos esa necesidad de ver de nuevo a José Luis con una voz propia en el cine. Vimos que había que ponerse manos a la obra para levantar esa vuelta a la comedia, al surrealismo”, ha resaltado. Sin embargo, Cuerda prefiere hablar de comedia a secas, porque considera que el surrealismo es “imposible en el cine” ya que supone actos automáticos sin justificación alguna y en el séptimo arte “todo está planeado”.

El actor Miguel Rellán, que vuelve a repetir con el cineasta albaceteño, ha dado su propia versión del género de la película, ironizando con que “se trata en realidad de un documental”. Otros de los intérpretes han ofrecido algunos adelantos sobre el argumento: un grupo de adolescentes que quiere abandonar el edificio, un barbero sin vocación que prefiere entrenar galgos o un general de la Guardia Civil al que “no le duelen prendas” por nada, que tiene una escena de cama con un escocés y al que le inquieta el debate sobre “si el nudo gordiano está en el ser o en el estar”. Este último lo interpreta el propio Rellán, quien ha reconocido que todavía no sabe “cómo meterle mano”. “Tú fíate de mí, yo te guío”, le ha dicho el director.   

Preguntado por su regreso a la comedia del absurdo, Cuerda admite no haberla abandonado nunca. “El sentido del humor es inherente en mí. Si no me riera de las cosas que me toca vivir, sería el hombre más infeliz del mundo. Es un componente vital, uno de los más principales de la vida junto con el sexo, el disparate y la mala leche”. Y en este punto ha adelantado que habrá alguna referencia explícita a ‘Amanece, que no es poco’.

De momento, participarán en la película más de 400 extras elegidos en Toledo en un casting masivo que ha movilizado a casi toda la ciudad y buena parte de la región. También el paisaje castellano-manchego será protagonista de la película, mediante un acuerdo con la Diputación de Toledo que incluye la aparición de parajes como las Barrancas del Burujón, la Iglesia de Santa María de Melque, el bosque de El Hontanar, el Lavadero de Rojas y hasta el campo de golf de Layos, el único que les ha dado permisos para meter decenas de ovejas.  ¿Y Albacete, la tierra natal de Cuerda? “Está en el corazón de todos y también habrá una plano aéreo de la ciudad”.

“Nos la jugamos”

Cuerda ha querido agradecer a los productores que hayan apostado por este proyecto tan arriesgado, que “en realidad es un documental sobre el manicomio donde aprendí a hacer cine”; y se ha mostrado conmovido con que esta apuesta haya reunido a tanta gente. “Nos la jugamos”, les ha advertido a todos los productores, recordando que ni el mediometraje ‘Total’ ni después ‘Amanece, que no es poco’ tuvieron al principio muy buenas críticas.

En el acto han estado también presentes la consejera de Economía de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, y el consejero de Cultura, Ángel Felpeto. El Gobierno regional ha aportado un total de 200.000 euros a través de la dirección General de Turismo para este rodaje. Según ha detallado la consejera, la Film Commission ha desarrollado una labor de ‘fixer’ o ‘line producer’, que son las personas encargadas de dar solución a las necesidades que surgen en el terreno.

“Castilla-La Mancha es un plató de cine privilegiado. La diversidad de nuestro paisaje, nuestro patrimonio histórico, las ricas costumbres y la personalidad de nuestras gentes han atraído a multitud de realizadores y productoras de cine y televisión durante décadas”, ha apuntado. Y ha recordado que uno de los objetivos del Ejecutivo regional es de aprovechar al máximo la potencialidad del territorio con herramientas como la Film Commission el instrumento para promocionarnos como lugar de rodaje, y apoyar a las empresas y profesionales de la industria audiovisual en la logística de sus producciones en Castilla-La Mancha. 

El consejero Ángel Felpeto ha adelantado por su parte que en los Presupuestos de 2018 se va a recuperar una línea de ayudas destinada a las industrias culturales y que, en la actualidad, “se está planteando poner en marcha una nueva convocatoria de ayudas para la elaboración de guiones cinematográficos con la que se pretende impulsar la primera parte de la creación de una película”. 

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