El nuevo rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Julián Garde, ha tomado posesión de su cargo poniendo por delante como uno de sus primeros compromisos garantizar que “los principios éticos serán la base de cualquier decisión tomada en la gestión universitaria y la transparencia la seña de identidad en la forma de gobernar” durante su recién estrenado mandato. Durante el acto institucional en el que ha jurado su cargo tras su rotunda victoria electoral del pasado mes de diciembre, Garde ha recordado que la UCLM tiene presencia con formación reglada en Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Toledo, Talavera de la Reina y Almadén, campus que “aportan riqueza al modelo universitario”.
“Debemos abrir de par en par nuestras puertas y también desarrollar actividades y acciones en otras poblaciones de la región, y pretendemos llegar a buena parte de ellas a través de programas específicos que desarrollemos con acuerdos de colaboración con sus instituciones”, ha defendido.
Su compromiso será, tal y como ha dejado claro, “dirigir un programa de gobierno que sea factible y realista, que no genere falsas expectativas, y que tenga la transversalidad necesaria para permitir que todas las personas que forman parte de la UCLM participen de él, que valore todo lo que se ha hecho bien, y que sobre ello, promueva mejoras y nuevos consensos que nos permitan avanzar hacia nuevas oportunidades”.
Un proyecto que “promueva la formación de calidad y la innovación docente, que incentive una búsqueda de impacto y una actividad integral dedicada a fomentar la dimensión social de la universidad, en especial en el entorno de Castilla-La Mancha”. Para ello, la UCLM “debe participar ordenadamente y de forma integral en la resolución de los problemas sociales, educativos y de desarrollo económico que hoy afectan de forma inmediata a nuestra región y a nuestro país”. “Me comprometo a promover un proyecto responsable con la difusión y la transferencia de conocimiento a la sociedad y al sistema productivo para incentivar un mercado de trabajo de calidad y un desarrollo económico responsable”, ha manifestado.
Siguiendo con sus líneas de gobierno, pretende “desarrollar un proyecto cohesionado que fomente la cultura de la exigencia, el comportamiento ético y el reconocimiento del mérito y la capacidad en el marco de la igualdad de oportunidades”.
Confía, por tanto, “atraer un conjunto amplio de miembros de esta institución hacia la construcción de una nueva universidad, heredera del esfuerzo realizado anteriormente, y que, junto con los miembros de nuestro equipo y de todos los que se han implicado en estas elecciones de 2020 en el otro equipo, conformemos una fuerza unida, un proyecto único, que participe abiertamente en cada una de las importantes decisiones que la UCLM deberá tomar en los próximos años”.
García-Page, maestro de ceremonias
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ejercido como maestro de ceremonias en un acto que, tras una actuación musical ha arrancado con la lectura del decreto del 21 de diciembre por el que se nombró a Julián Garde como nuevo rector de la institución académica a cargo de Isabel Gallego, la nueva secretaria general de la UCLM.
Acto seguido, era Julián Garde quien tomaba la palabra para jurar su cargo, por su “conciencia y honor”. “Si mi padre me hubiera acompañado en el día de hoy, se sentiría tremendamente orgulloso al verme. Nacido en Castillo de Garcimuñoz, estaría feliz, más que yo. Ha sido una travesía vital en la que nos hemos acompañado”, ha señalado Garde.
Sus primeras palabras han ido dedicadas a los fallecidos por la pandemia y al “compromiso y entrega” del personal sanitario durante esta situación “confusa”. No se ha olvidado de los investigadores, “artífices en tiempo récord de nuestra esperanza, las vacunas”, a quien ha agradecido sus “compromisos y valores”. Ha continuado citando el “listón muy alto por superar” de todos los rectores que le han precedido en el campo, ya que todos ellos “han dejado una universidad mejor de la que se encontraron”. También ha hablado en particular de Miguel Ángel Collado, su rival en las elecciones y predecesor.
Tras agradecer el amplio apoyo recabado en las aulas, ha comprometido no defraudar y convencer a aquellos que no se decantaron por su candidatura en las urnas.
Más de 35 años de UCLM
Después de recordar el año 1985 como el punto de partida de la andadura de la institución que ahora va a dirigir, ha recordado “el orgullo de todos” sobre una universidad que “lo ha cambiado todo”. “Es una universidad tan joven que tenemos la fortuna de contar entre nosotros con nuestros fundadores, con una solvencia intelectual insultantemente joven. Nunca dejaremos de aprender de ellos”, ha afirmado desde el atril. El camino que ahora se transita desembocó en las elecciones de 2020, “un año difícil y que tanto nos ha cambiado”. En las urnas, tras recibir el apoyo “sin atisbo de duda” de una nueva etapa, se dejó claro que ahora toca la responsabilidad de “tomar las riendas” tras un “cambio tranquilo” que necesitará un “tiempo prudente”.
Citando a Gregorio Marañón, ha pedido ser “responsables” a la hora de implementar sus políticas para “gobernar con templanza, para todos, y en el final del viaje habremos sido capaces de crear una universidad más moderna, más dinámica y más comprometida socialmente”, ha dejado claro. Julián Garde ha parafraseado a Ortega y Gasset para recordar que transmitir cultura, enseñar a profesionales y posibilitar la actividad investigadora son los principales mimbres de una institución universitaria. “La enseñanza debe de poner al estudiante en el centro del tablero y esto permitirá situarles a la altura del tiempo que les toque vivir”, ha abundado, defendiendo que son las necesidades del estudiantado las que tienen que servir como epicentro de toda la actividad.
Ahora, el profesorado “intentará formar a jóvenes que puedan interactuar con el mundo”. Como profesor, “es un privilegio tener al futuro de la sociedad” como receptor de su mensaje. Se debe, por tanto, “enseñar bien”, donde radica su estrategia de “un cambio tranquilo”. La investigación es el “alma” de la universidad, y dando por sentado que será un eje central, “la vida pública necesita de su intervención”. “Conmigo los investigadores no tienen dudas”, ha dicho, recordando sus funciones al frente de ese Vicerrectorado. “No alcanzaremos nuestras metas si confundimos lo imposible con lo deseable.
Seremos realistas“, ha afirmado, abogando por ”romper las barreras de la limitación“ entre campos, ya que sólo así ”se podrán abordar proyectos polifacéticos e interprofesionales“. Dirigiéndose al Personal de Servicios, ha defendido que son ”el armazón de la universidad“. ”La participación de todos permitirá una universidad mejor y una sociedad castellanomanchega mejor“, ha resaltado.