Castilla-La Mancha Opinión y blogs

Sobre este blog

El futuro del feminismo en el siglo XXI pasa por una “sociedad sin patriarcado”

El feminismo pasa por un bueno momento. Mirando una década atrás, el cambio y la movilización y el relevo generacional son evidentes. ¿Pero qué falta para que se consolide y se pueda hablar de una igualdad real? ¿Hacia donde va el feminismo en el siglo XXI? Faltan una legislación a favor del feminismo, falta que los hombres se incorporen a la lucha por la igualdad y falta un “feminismo sistémico, global, que ataque las raíces de la desigualdad”. Lo dice María Pazos, investigadora y experta en Economía Femenina.

Esas raíces de la desigualdad son el patriarcado y para desmontar el sistema generado entorno a él “tenemos que crear un programa de reivindicaciones feministas, tener una hoja de ruta desde la situación actual hacia una sociedad sin división sexual del trabajo, sin patriarcado, donde todos tengamos derechos, donde todos cuidemos el planeta, donde tengamos servicios públicos, donde podamos estar libre de violencia”. En definitiva, cambios estructurales muy profundos que pueden abordarse ahora, dice Pazos, “en esta ola de feminismo que estamos afrontando”.

Unos cambios que necesitan de una legislación que los acompañe ya que, tal y como asegura, hoy por hoy “podemos tener igualdad pero no hay condiciones materiales para la igualdad”. Se debe, según Pazos a que las políticas estructurales están de tal forma que lo que hacen “es conducirnos por distintos caminos a hombres y mueres y eso es el desastre”.

María Pazos ha estado este viernes en Albacete, junto a Alicia Puleo y Octavio Salazar para hablar de los retos del feminismo en el siglo XXI. Retos que para Salazar, profesor de Derecho en la Universidad de Córdoba y experto en género y nuevas masculinidades, dice que van más allá de la legislación que puede quedarse “en papel mojado” si no se dota de presupuesto o de medidas concretas sin la que cualquier ley se queda en “pura cosmética”, sentencia Pazos.

La transición de la identidad masculina y el ecofeminismo

Para Octavio Salazar el futuro pasa por que los hombres se incorporen a la lucha por la igualdad. “Tenemos que llevar a cabo un proceso de revisión de nuestra propia identidad masculina y nuestra manera de relacionarnos con las mujeres”.

Ahí está, dice, buena parte de las claves de la desigualdad ya que los hombres “seguimos teniendo, aparte del poder, de la autoridad y de la mayor parte de los recursos, una determinada construcción hegemónica de lo masculino que genera muchas desigualdades”. Para llegar a la igualdad y que el feminismo cale en todos los aspectos habla de una “transición y revisión de nosotros mismos”. Cambios difíciles de acometer en una sociedad en la que el patriarcado, el papel del hombre como dominante está arraigado.

“Tenemos una tarea especialmente responsable y penosa porque no es facil renunciar a la posición de privilegio”, dice Octavio Salazar que señala que ahora toca “ revisar de qué manera hemos estado en determinado espacio, de qué manera usamos los tiempos, cómo manejamos el prestigio…”.

El momento actual es bueno para seguir conquistando terreno en pro del feminismo y la igualdad, porque se está generando una movilización alrededor de ambos, “si el planeta nos da tiempo”, añade la investigadora. Ahí es donde entra el ecofeminismo, donde se unen ecología y feminismo.

El feminismo tiene mucho que decir en el cuidado de la casa común, de la sostenibilidad del medioambiente“, asegura Alicia Puleo, catedrática de Filosofía de la Universidad de Valladolid y experta en Ecofeminismo y que asegura que hace unos años ha habido algún atisbo de combinar políticas de sostenibilidad con políticas de igualdad que ”habrá que volver a llevarlo a cabo“.

Una de las formas de hacerlo es el apoyo a mujeres que están interesadas en actividades económicas y laborales relacionadas con el medioambiente y la ecología, porque para poner en marcha proyectos de este tipo “se necesita capital”. El buen camino, asegura Puleo, estaría en “hacer políticas de empoderamiento de las mujeres y la sostenibilidad” y que a día de chocan con legislación en contra como el región aprobado tratado CETA “en contra de la voluntad de buena parte de la población europea”.

Estas son algunas de las medidas necesarias para conseguir un feminismo sistémico y global que acabe con una sociedad patriarcal que ya se mueve hacia la igualdad aún cuando queda mucho por recorrer. Alicia Puleo, Octavio Salazar y María Pazos han puesto el punto y final a las jornadas “En Femenino” organizadas por la Red Feminista de Albacete donde se han tocado temas como la prostitución y la trata de mujeres y el feminismo y la igualdad en los medios de comunicación.

El feminismo pasa por un bueno momento. Mirando una década atrás, el cambio y la movilización y el relevo generacional son evidentes. ¿Pero qué falta para que se consolide y se pueda hablar de una igualdad real? ¿Hacia donde va el feminismo en el siglo XXI? Faltan una legislación a favor del feminismo, falta que los hombres se incorporen a la lucha por la igualdad y falta un “feminismo sistémico, global, que ataque las raíces de la desigualdad”. Lo dice María Pazos, investigadora y experta en Economía Femenina.

Esas raíces de la desigualdad son el patriarcado y para desmontar el sistema generado entorno a él “tenemos que crear un programa de reivindicaciones feministas, tener una hoja de ruta desde la situación actual hacia una sociedad sin división sexual del trabajo, sin patriarcado, donde todos tengamos derechos, donde todos cuidemos el planeta, donde tengamos servicios públicos, donde podamos estar libre de violencia”. En definitiva, cambios estructurales muy profundos que pueden abordarse ahora, dice Pazos, “en esta ola de feminismo que estamos afrontando”.