Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Esta semana regreso a la producción europea para escribir sobre la serie alemana ‘Deutschland 83’, que ha sido un auténtico soplo de aire fresco y de calidad. Creada por el matrimonio Winger y compuesta por una primera temporada de ocho capítulos, se sitúa a principios de los ochenta en plena Guerra Fría, en una Alemania partida en dos por el Muro de Berlín. Una producción germana que ya se ha podido ver en Estados Unidos a través de Sundance Channel y, que próximamente se verá en su país de origen en el canal RTL.
Este drama de espías está ambientado en 1983, donde el joven recluta de la Alemania del Este Martin Rauch (Jonas Nay), es enviado por la Stasi al otro lado del muro para infiltrarse entre las filas del ejército alemán de Occidente como ayudante de campo del general Edel. Tras un entrenamiento exprés y unos motivos estrictamente familiares, se ve avocado a la siguiente misión: informar sobre el despliegue de los misiles nucleares Pershing, armas que apuntarán directamente a los países del Pacto de Varsovia.
‘Deutschland 83’ abre con Ronald Reagan y su ‘discurso del Imperio del mal’ donde entre otros asuntos propone la idea de desplegar misiles nucleares en Europa Occidental. Aquellos que les guste este género recordarán que así cierra la tercera temporada la serie estadounidense ‘The Americans’ y que ya aprovecho para recomendar. La ficción de origen germano guarda un ritmo más trepidante, un tono más desenfadado y menos intenso que la yanqui. Dejando un poco de lado el conflicto geopolítico para detenernos más en lo social de la época. Aún así, la serie con un aire más ‘juvenil’ no pierde ni un ápice de calidad y, posiblemente, esté en el top 10 de esta temporada.
En un contexto muy interesante, en pleno calentón de las relaciones internacionales entre EEUU y Rusia, focalizamos la historia a través de los pasos de Martin. El relato se va abriendo paso de una manera esterilizada por los mares ideológicos, es decir, una mirada ingenua de un joven que se encuentra en medio del conflicto por meros motivos familiares, dejando en parte los motivos estrictamente ideológicos. Esto le conlleva problemas de identidad, moral y ética en referencia a las diferentes técnicas y estratégicas utilizadas por parte del lado soviético. El protagonista, a veces, dará sensación de caos y creará un contrapunto cómico muy acertado. Así, ‘Deutschland 83’ juega muy bien con dos factores: sorpresa -todo se puede ir de las manos en cualquier momento- y caos -dando un tono humorístico cuando es necesario-.
La serie nos pinta un pequeño fresco social y el sentir de una sociedad alemana dividida en dos: comunista y capitalista. El más que acertado lugar de contextualización de la historia brinda la posibilidad de conocer las grandes diferencias que había entre una y otra: La primera, una sociedad austera, prohibicionista, controladora y censuradora; la segunda, más abierta, tecnológica y lujosa. El contraste es evidente y las diferentes campañas propagandísticas en ambos lados para desprestigiar al enemigo se dan durante los ocho capítulos. La guerra informativa, el componente del miedo y la manipulación informativa son piezas de ajedrez para desestabilizar al contrario. Todo ello muy bien ilustrado con imágenes de archivo de la época.
El gran cambio viene con las nuevas generaciones que se rebelan contra el poder preestablecido y que chocan directamente con el pensamiento distinto de sus padres. Ya que no solo se pone como ejemplo al propio Martin, sino a los mismos hijos del general Edel: Alex Edel (Ludwig Trepte), militar pacifista y con grandes cargas existenciales que juguetea con grupos antisistema; o Yvonne Edel (Lisa Tomaschewsky), unida a un grupo hippie pacifista. Así, a ambos lados del muro habrá diferentes movimientos pacifistas que lucharán mediante sentadas por la detención de una guerra que ‘parecía’ inevitable. Además Rauch muestra ese componen deshumanizado y cruel por parte de los líderes.
En cuanto al ámbito técnico ‘Deutschland 83’ no tiene nada que envidiar a cualquier producción estadounidense y no deja de ser otra serie premiun europea como ya lo fuera la alemana ‘Hijos del Tercer Reich’. La música adereza perfectamente la narración con una selección de temas tecno-pop de la época, dando ese toque juvenil. El guion solo falla cuando la ficción sale de su zona de confort y se embarra en contar demasiadas cosas; aun así, no pierde calidad ya que solo es un ‘pero’ en todo el camino. En el cómputo general es un relato muy entretenido, altamente adictivo y que juega perfectamente sus bazas, que la distinguen de series británicas y yanquis del mismo género.
‘Deutschland 83’ es un producto que hará las delicias de todos aquellos amantes del género de espías y que han disfrutado de otras como: ‘The Americans’ o ‘The Game’. La primera temporada es una historia cerrada y, si en un futuro hay una segunda se contará otro relato distinto. Por lo tanto, más motivos para echar un vistazo a esta excelente ficción alemana que ha cosechado grandes críticas entre la prensa especializada estadounidense.
Esta semana regreso a la producción europea para escribir sobre la serie alemana ‘Deutschland 83’, que ha sido un auténtico soplo de aire fresco y de calidad. Creada por el matrimonio Winger y compuesta por una primera temporada de ocho capítulos, se sitúa a principios de los ochenta en plena Guerra Fría, en una Alemania partida en dos por el Muro de Berlín. Una producción germana que ya se ha podido ver en Estados Unidos a través de Sundance Channel y, que próximamente se verá en su país de origen en el canal RTL.
Este drama de espías está ambientado en 1983, donde el joven recluta de la Alemania del Este Martin Rauch (Jonas Nay), es enviado por la Stasi al otro lado del muro para infiltrarse entre las filas del ejército alemán de Occidente como ayudante de campo del general Edel. Tras un entrenamiento exprés y unos motivos estrictamente familiares, se ve avocado a la siguiente misión: informar sobre el despliegue de los misiles nucleares Pershing, armas que apuntarán directamente a los países del Pacto de Varsovia.