'El Ministerio del Tiempo' es también el Ministerio del Éxito

Este lunes finaliza la primera temporada de 'El Ministerio de Tiempo' y desde ya va ser una de las ficciones del año en España. La serie es el sueño cumplido de dos hermanos: Pablo y Javier Olivares. Aunque creo que a ellos no se les pasaba por la cabeza la repercusión que iba a tener. Ahora, tras la primera temporada, la serie se ha convertido en un verdadero fenómeno fan que ha traspasado fronteras. Si se escarba por la red se pueden encontrar subtítulos  en húngaro, inglés o francés. Desde luego, pocas series patrias pueden presumir de haber conseguido esto de una manera tan fulminante en tan pocos episodios. Las redes sociales arden con cada capítulo, y es que aunque parece que los datos de audiencia no han acompañado, basados en unos sistemas de medición obsoletos, la serie ha conseguido llegar a un 'target' envidiable para otras ficciones televisivas.

Se ha convertido en un auténtico fenómeno transmedia. El trabajo y la estrategia en las redes sociales ha sido un verdadero éxito, y ha logrado formar uno de los 'fandom' más grandes que yo recuerde en la ficción de nuestro país. Se hacen llamar los 'ministéricos' (yo me incluyo) y a los dos capítulos ya habían empezado a generar contenido: reviews (analizando exhaustivamente cada capítulo), memes, podcast, gifs o fanfics (historias creadas con elementos de la propia serie). 'El Ministerio del Tiempo' ha creado alrededor de ella un auténtico mundo de riqueza narrativa, y en parte se debe al gran 'feedback' que existe entre sus redes sociales y los usuarios.

Pero, ¿qué es 'El Ministerio del Tiempo'? Para todos aquellos que todavía no la han visto, trata sobre un ministerio gubernamental que guarda y protege uno de los mayores secretos: las puertas temporales que sirven para viajar a diferentes momentos del pasado. El Ministerio y sus agentes se encargan de la seguridad y custodia del pasado para que nada cambie. Ellos combatirán contra aquellos que osen usar el pasado para sus propios beneficios. Aquí entra la nueva patrulla forma por Amelia Folch (Aura Garrido), Alonso de Entrerríos (Nacho Fresneda) y Julián (Rodolfo Sancho) que el destino unirá para salvaguardar el pasado.

¿Un producto arriesgado? Yo diría que sí, porque no busca contentar a todos sino un 'target' específico, un hecho suficiente para definirla como una apuesta valiente en la televisión española actual. Ha logrado poner de acuerdo a la gran mayoría de la crítica y a los blogueros, que han señalado que la serie es algo que necesitaba nuestra ficción, y qué mejor que la televisión pública para arriesgar. Aunque el trato al principio por parte de RTVE no fue del todo bueno por sus constantes mareos en la parrilla televisiva, ahora se han dado cuenta que tienen una verdadera joya entre las manos. De hecho, ya está renovada por una segunda temporada.

También es una apuesta didáctica por la cultura e historia española. Tras ocho capítulos de la primera temporada, queda muy claro, de momento, que la serie tiene un enfoque didáctico más allá de la propia ciencia ficción. Es constante ver comentarios por Twitter de maestros diciendo que han utilizado capítulos para explicar ciertas partes de la historia a sus alumnos. Incluso, ver muchos tuits que dicen que 'El Ministerio del Tiempo' ha hecho mucho más por el ideario cultural que gran parte de nuestra televisión. Cada lunes nuestra pantalla se ha llenado de personajes históricos (Velázquez, Picasso, Lope de Vega, El Lazarillo de Tormes, etc) y épocas históricas, con un gran trabajo documental de Olivares y su equipo.

Lograr unos buenos personajes principales es otra de las claves de su éxito; y Amelia, Julián y Alonso lo son. Un trío protagonista que ha logrado meterse en el bolsillo al público. Con personalidades diferentes pero que a la vez se complementan. Cierto es que los tres son buenos personajes pero me atrevería a destacar el personaje de Amelia Folch (Aura Garrido), quizás el más rico y complejo de los tres. Ella es una mujer fuerte e inteligente, hecha a sí misma, pionera en cursar estudios universitarios. Viene del siglo XIX y es el contrapunto femenino/erudito a los otros dos componente del grupo. Julián Martínez (Rodolfo Sancho) entorna la figura de un hombre con dominio de la cultura pop o cultura popular pero un tanto “inculto”. Alonso Entrerríos es el hombre rudo, guerrero y brazo fuerte del grupo, ya que es soldado de los Tercios de Flandes del siglo XVI, que es rescatado antes de ser ejecutado. Entre él y Amelia se dan situaciones bastante graciosas por la distancia generacional entre ambos.

Qué sería de 'El Ministerio del Tiempo', además, sin unos buenos secundarios. Irene Larra (Cayetana Guillén Cuervo) o la 'Cayetaner' como se puede leer por Twitter, es uno de los personajes que más ha causado impresión entre los fans. Ernesto Jimenez (Juan Gea) es uno de los funcionarios más importantes del Ministerio. Por último, Salvador Martí (Jaime Blanch) es el jefe del Ministerio. Aunque también tenemos espléndidos cameos históricos como el de Velázquez, Lope de Vega, Hitler, Himmler, Isabel la Católica, etc. En definitiva, el nivel del casting tanto en protagonistas como en secundarios y cameos es de notable alto. Aunque he echado en falta algún 'badguy' con más carisma, ya que el personaje de Lola Mendieta (Natalia Millán) no termina de desempeñar bien esa función.

Detrás del guion de cada uno de los capítulos se esconde la magia de Anaïs Schaaff, Paco López Barrio, José Ramón Fernández, Javier Olivares y Pablo Olivares. Han conseguido conjugar los hechos históricos con la ciencia-ficción en una trama interesante y bien hilada. Mezclando perfectamente y consiguiendo equilibrio entre el humor y el drama. Con capítulos llenos de ritmo y acción, con giros y clímax interesantes. Así, cada capítulo de 'El Ministerio del Tiempo' resulta seductor lleno de referencias culturales, literarias, cinematográficas y seriéfilas. Diálogos con chispa y llenos de gags que con el paso de los episodios van denotando más madurez, ya que los personajes van ganando en complejidad. La serie necesita eso, complejidad en los personajes, hacer tramas interesantes distantes de los propios hechos históricos. De momento la serie guarda un estilo procedimental aunque por detrás las tramas seriadas han sido más y más interesantes. Pero tiene el deber de crecer mucho, mucho más en su segunda temporada.

La serie es el triunfo de una dirección distinta, y es que rompe la dinámica tanto en dirección y fotografía de lo que nos tenía acostumbrados la ficción española. Encontramos una dirección dinámica, distinta y que busca un significado. Detrás de las cámaras se encuentran Marc Vigil, Abigail Schaaff y Jorge Dorado, y la verdad es que han hecho un trabajo magnífico. Se acabo la excesiva iluminación. Ahora, tenemos una iluminación que busca un sentido concreto y específico. La fotografía y la dirección se convierten en dos agentes activos y no pasivos.

¿Qué espero de la segunda temporada? Un gran 'badguy' carismático e interesante que tenga un arco argumental de varios capítulos, porque en mi opinión, a Leiva lo queman demasiado rápido cuando era un personaje que prometía mucho. También deseo que vaya ganando riqueza y complejidad para ser más que una serie que viaja y arregla el pasado. Si a estas alturas no has disfrutado de 'El Ministerio del Tiempo', ¿A qué esperáis? Yo os la recomiendo sin lugar a dudas, y creo que he dado suficientes razones para que empecéis ya mismo a verla.