Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
‘Néboa’, la nueva producción de RTVE en colaboración con Voz Audiovisual, es la apuesta seriéfila con sabor gallego en el prime time de La 1. Un thriller de raza, intriga y con ciertas dosis de misticismo protagonizado por las actrices Emma Suárez e Isabel Naveira.
La serie está creada por Xosé Morais, Víctor Sierra y Alberto Guntín y dirigida por Gonzalo López-Gallego, Jorge Saavedra y Manu Gómez. La cadena pública vuelve apostar por el thriller como punta de lanza como ya lo haría con la gran ‘La Caza. Monteperdido’ y con la excelsa ‘Malaka’. Además, apuesta de nuevo por el localismo -esta vez gallego- a la hora de emplazar la historia. Una opción cuanto menos positiva a la hora de buscar sabores únicos y característicos.
El punto de partida de ‘Néboa’ es la primera noche de carnaval o entroido en la isla de Néboa cuando aparece el cadáver de una adolescente en O Burato do Inferno, un lugar rodeado de leyendas: en esa misma cueva ya habían aparecido cuerpos asesinados de la misma forma, en 1919 y en 1989. En ambas ocasiones, estos crímenes iniciaron una serie de cinco asesinatos durante los ocho días de carnaval. Asesinatos que nunca se llegaron a resolver.
La creencia popular es que el asesino es el 'Urco', un hombre con cabeza de lobo que sale del mar rodeado de cadenas para llevarse a los vivos y que, al mismo tiempo, es una de las figuras representativas del entroido de Néboa.
El localismo y la habilidad de explotar todo el jugo a la cultura, historia, mitología e imaginería local es una opción que se está volviendo cada vez más común en la producción seriéfila española. Además, en un género tan trillado como el thriller se agradece ese sabor propio y característico que añaden ciertas zonas de España. En este aspecto, hay ejemplos actuales como ‘Fariña’, ‘Hierro’, ‘Malaka’ o ‘Presunto Culpable’, entre otras.
La apuesta de ‘Néboa’ es muy clara: una región o comarca pequeña ciertamente aislada; una imaginería y cultura local potente, mágica y tenebrosa; una mujer protagonista con ciertos problemas en la mochila; lugareños bajo sospechas; y, por último, un supuesto asesino en serie que sembrará el caos. Sí, un thriller de manual, pero con las posibilidades de imbuirse en la oscuridad de las leyendas e historias gallegas. Algo que, para mí, ya es suficiente para engancharme en este serial policíaco.
El comienzo de ‘Néboa’ es cuanto menos atractivo. Una puesta seductora gracias a una buena atmósfera y ambientación. Una historia que, a priori, apostará por mezclar todos los elementos del thriller con la magia, mitología y superchería gallega. Además, cuenta con una propuesta muy interesante en cuanto a dirección. Sospechosos y falsos culpables abundaran en un relato donde la protagonista, Mónica (Emma Suárez), una investigadora díscola de la Guardia Civil, tendrá que apresar a un supuesto serial killer centenario.
La protagonista, que llega junto a su hija (Alba Galocha) a la zona, verá muy pronto que las leyendas se pueden tornar en realidad. A la trama principal hay que sumar la historia que traen la investigadora y su hija y el miedo y superchería local al denominado 'Urco'. Un cóctel que, de entrada, me resulta muy apetecible.
‘Néboa’ se emite la noche de los miércoles en La 1 de RTVE. Una serie con aroma gallego y con una idiosincrasia muy especial y particular.
‘Néboa’, la nueva producción de RTVE en colaboración con Voz Audiovisual, es la apuesta seriéfila con sabor gallego en el prime time de La 1. Un thriller de raza, intriga y con ciertas dosis de misticismo protagonizado por las actrices Emma Suárez e Isabel Naveira.
La serie está creada por Xosé Morais, Víctor Sierra y Alberto Guntín y dirigida por Gonzalo López-Gallego, Jorge Saavedra y Manu Gómez. La cadena pública vuelve apostar por el thriller como punta de lanza como ya lo haría con la gran ‘La Caza. Monteperdido’ y con la excelsa ‘Malaka’. Además, apuesta de nuevo por el localismo -esta vez gallego- a la hora de emplazar la historia. Una opción cuanto menos positiva a la hora de buscar sabores únicos y característicos.