El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha avanzado que el Consejo de Gobierno del próximo martes aprobará la obligatoriedad de llevar mascarilla de forma permanente y en todos los casos excepto las salvedades ya conocidas, de manera que se suma a casi la totalidad del resto de comunidades autónomas que ya han tomado esta decisión.
Así lo ha anunciado durante un acto público en la localidad albaceteña de Carcelén, donde ha apuntado que se ha intentado retrasar esta circunstancia, pero la coyuntura obliga a tomar esta decisión.
Servirá esta medida igualmente como “homenaje a la gente que se está esforzando” en primera línea contra el coronavirus, ha dicho el presidente, y “sabiendo que el 98% de la gente está cumpliendo” y ha recordado que su Gobierno ha repartido ya diez millones de mascarillas y que a la vuelta del verano “es posible que nos planteemos nuevos repartos”.
Esta medida, ha proseguido García-Page, se suma a otras tantas que está adoptando el Ejecutivo regional para prevenir el contagio del coronavirus, como la contratación de más de 420 “rastreadores” o la realización de pruebas diagnósticas.
Así, el presidente castellanomanchego ha avanzado que antes de acabe este mes de julio, “habremos llegado al récord en Castilla-La Mancha en la realización de pruebas de la COVID, pues 1 de cada 5 personas, más del veinte por ciento de la población de la región, se la habrá practicado”.
Asimismo, ha asegurado que “nos vamos a plantear más estudios epidemiológicos a lo largo del verano” pues “agosto no va a existir a los efectos de trabajo de prevención para el sistema sanitario”, ha apostillado.