Medio millón de euros para rehabilitar el puente árabe sobre el Henares en Guadalajara

Culturas

El Gobierno de Castilla-La Mancha fomentará el puente árabe de Guadalajara, Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, destinando a ello cerca de medio millón de euros. Durante la próxima primavera se licitará el proyecto de “rehabilitación integral” del puente que pasa por encima del río Henares en la capital alcarreña, trabajos que se ejecutarán a lo largo del verano aprovechando que baja el tráfico y el caudal del río.

“Vamos a intervenir tanto en la parte estética como en la parte portante”, afirmó la consejera de Fomento regional, Elena de la Cruz. La infraestructura es la última de competencia autonómica dentro del convenio de la antigua Nacional 2 en el eje Ingeniero Mariño-Francisco Aritio. La intención, según ha expuesto De la Cruz, es cederlo al Ayuntamiento al término de su rehabilitación para que desde la administración municipal se complete después el nudo de comunicaciones pendiente de ejecución en la zona.

Durante la ejecución de las obras se desmontarán todos los elementos de señalización de la calzada que lo cruza y se demolerán las aceras para proceder posteriormente a su reconstrucción. También se llevará a cabo una excavación lateral de los tres arcos que hay aguas arriba, semienterrados en la actualidad, dejando un paso de zahorra que permitirá hacer enteramente visibles y visitables estos arcos para los peatones.

El proyecto, que se redactará durante los primeros meses de 2017, incluirá una limpieza con chorro de arena de la superficie de las costillas, la extensión de un revestimiento anticorrosión de las mismas y la reconstrucción o nueva construcción de las más deterioradas. Por otro lado está prevista también la reconstrucción integral de las actuales aceras, al igual que la reparación de la barandilla de forja sujeta mediante bulones a las costillas, y la limpieza de paramentos.

Por otro lado, se llevará a cabo la limpieza de los paramentos, la pavimentación de la calzada para tráfico rodado y la reposición de la iluminación con nuevas canalizaciones ocultas bajo la acera y nuevas farolas, así como la retirada de tuberías y conducciones en desuso. Son modificaciones que ha ido sufriendo el puente a lo largo de la historia y que “restan belleza al que quizá sea el monumento más antiguo de la ciudad”, señaló la consejera.

El puente ha sido sometido a inspecciones técnicas en las últimas semanas desde la Consejería de Fomento. El informe elaborado a raíz de este examen establece que las bóvedas, las cimentaciones y los tajamares se encuentran en buen estado, especialmente los arcos reconstruidos en la época de Carlos III, al igual que la estructura. Si bien, el documento señala que se deben reparar los tableros de las aceras, que se construyeron en 1922 para ampliar la anchura. La oxidación de las costillas metálicas de estos voladizos es “más que evidente”, habiendo deteriorado el hormigón que las recubre y, así, se ha cortado el tráfico peatonal por precaución.