Un millar de personas salen a la calle para defender la sanidad de Cuenca
Cifras cercanas al millar de personas, algo más según los organizadores, recorrieron en la tarde del martes 14 la ciudad de Cuenca para reclamar que el 'Virgen de la Luz', hospital de la ciudad que cumple este mes 50 años en servicio, vuelva al estado en el que estaba hace tres años cuando era uno de los centros de referencia en Castilla-La Mancha.
Durante todo el mes hay diversos actos para celebrar la efeméride del centro conquense, sin que falte por parte de la gerencia del centro una cena por todo lo alto o la contratación de una discoteca móvil, pero sin embargo como declara la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de la ciudad no hay nada que celebrar en el centro. El estado del centro actualmente se ha equiparado al que tenía cuando entró en activo, atendiendo menos pacientes que nunca, con servicios externalizados a empresas privadas y menos médicos que en muchos años.
Por ello, desde la cabecera de la manifestación donde marcharon los convocantes bajo el lema “50 años para esto: el hospital agoniza” hasta la larga fila de manifestantes que recorrieron la ruta desde la antigua Delegación de Sanidad hasta el propio centro, donde se leyó el comunicado final, pudo verse representación de todos los partidos políticos, movimientos vecinales y sindicales, a excepción del PP que decidió no apoyar esta convocatoria. Algunos decidieron hacerlo a título particular como el propio alcalde de la ciudad, Juan Ávila, o los miembros de UPyD de la ciudad que consideraron que los protagonistas debían ser en el día de ayer los convocantes y no los políticos.
La Plataforma se ha mostrado muy contenta por la marcha que la ha definido como “un éxito” y que espera sea un punto de inflexión en las políticas de recortes que está aplicando el gobierno de Cospedal a toda la sanidad manchega y a la conquense en particular. La ausencia de los miembros del PP ya era sabida pero no por ello ha resultado menos insultante.
Entre 200 y 250 trabajadores han perdido su trabajo en el centro en los últimos tres años. Servicios que eran punteros no sólo a nivel regional sino alguno a nivel nacional como medicina nuclear, nefrología, neurofisiología, medicina vascular o traumatología han quedado al nivel de un hospital comarcal y ha disparado las listas de espera por la falta de facultativos, pero no siempre por la falta de medios técnicos, ya que a pesar de haber máquinas para realizar pruebas en el centro, se deriva a los pacientes a clínicas privadas.
A ello hay que sumar la cesión de datos clínicos a empresas privadas por parte del centro, el caos en determinadas plantas con el cierre de un paritorio para hacerlo quirófano, en medio de la zona de maternidad y dejando sólo un paritorio, el hospedar a pacientes geriátricos con niños sin valorar sus posibles infecciones o problemas de salud o pacientes oncológicos que no tienen ni un asiento para recibir la quimioterapia y deben hacerlo en una silla de la sala de espera. Motivos más que suficientes para pedir, como han hecho los manifestantes, la dimisión del gerente del hospital.
“Hace 3 años hablábamos de construir un nuevo hospital y ahora tenemos un hospital vacío. Vacío en pacientes, falto de personal y servicios, sin contenido y sin ideas. No hay motivos para contratar cenas y discotecas porque no hay nada que celebrar”, declararon los portavoces de la Plataforma.