La Consejería de Educación, Cultura y Deportes está trabajando en la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de las motillas de Castilla-La Mancha. Se trata de yacimientos arqueológicos singulares y emblemáticos de la etapa prehistórica de la Comunidad Autónoma “que merecen contar con este nivel de protección patrimonial”.
Se localizan en el área geográfica de La Mancha, son referentes de la ocupación de este territorio en la Edad del Bronce y deben su nombre a las evidentes elevaciones que conforman los derrumbes de las estructuras antiguas en la planicie manchega. Muchos de estos asentamientos se asocian a la captación de aguas subterráneas, que hacen que se protejan sus pozos con líneas de murallas concéntricas.
Algunas de ellas ya cuentan con protección, como la Motilla del Acequión (Albacete) declarada BIC en 1991, o la Motilla de Los Palacios (Almagro) en 1992, y la más reciente, la Motilla del Azuer (Daimiel) en 2013. En la actualidad, son 46 motillas conocidas por la investigación, 35 se encuentran en la provincia de Ciudad Real, nueve en la de Albacete, uno en la de Cuenca y uno en la de Toledo.
Luis Benítez de Lugo, experto arqueólogo dedicado a la investigación de este tipo de yacimientos, ha celebrado la noticia y recuerda que las primeras investigaciones de las motillas datan de los años 80'. También resalta que se está consiguiendo avanzar en la investigación de algunas como la de Acequión en Albacete, gracias también a la ayuda del Ayuntamiento. “Hay muchas expectativas y posibilidades de ser puesto al servicio de la ciudadanía, de generar conocimiento y ser convertido en parque arqueológico”, afirma el profesional. También hay financiación destinada a la motilla de Retamar, resalta.