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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Los nitratos en el agua de Campo de Montiel, un problema que todavía no se ha resuelto

María Dolores de Cospedal inauguró la ETAP 'Campo de Montiel', una Estación de Tratamiento de Agua Potable con la que se pretendía abastecer a un total de 80.000 personas de los pueblos de la comarca manchega. La inversión total que recibió la infraestructura entonces fue de 44,6 millones de euros, y venía a sustituir un abastecimiento que se llevaba a cabo “de forma precaria” con recursos de aguas subterráneas.

Fue con este objetivo que se construyó dicha estación potabilizadora en la cercanía del embalse de La Cabezuela. Tenía, señalaba entonces la Junta de Comunidades,  una capacidad de tratamiento de 25.000 metros cúbicos al día y que se podía ampliar hasta los 31..250 m3/día. Con ello, se podría garantizar el abastecimiento a decenas de miles de personas. Cospedal aseguró que se trataba de una infraestructura que había quedado “a la mitad”, mientras que el PSOE de Ciudad Real respondía que la misma ya había sido inaugurada en 2011 y que los 44 millones se invirtieron en un Gobierno socialista.

Nitratos en el agua

Más allá de la política de quien inauguró qué infraestructura, la realidad que explican desde la Junta de Comunidades es que el abastecimiento de agua en Campo de Montiel sigue sin ser uniforme, ni en cuanto a la calidad del elemento, ni en cuanto a la calidad de la misma. Así lo explica Antonio Luengo, director de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, que explica que para el Ejecutivo regional el abastecimiento de agua de calidad “es fundamental”. “Los pueblos que tienen un agua con baja calidad, consideramos que tienen un déficit importante porque los ciudadanos se ven afectados”, explica Luengo.

Y es que, señala, la idea no es sólo que “salga agua del grifo” sino que esta sea de la “mejor calidad posible para que se pueda beber sin problemas”. El problema radica en que existen plantas en funcionamiento, como la mencionada ETAP 'Campo de Montiel' que tienen “baja utilización”, ya que en los pueblos tienen sus “propios pozos especiales” y consideran que a partir de ellos se puede realizar un abastecimiento de agua “más barato”. “Sin embargo, vemos que luego las personas puede que tengan que comprar agua embotellada o enfrentarse a problemas con las tuberías”, señala. La ETAP 'Campo de Montiel incluye una planta de ósmosis inversa, que podría hacer frente a los problemas de calidad de agua. 

“Pero no lo ven claro y sienten que no se lo pueden vender a toda su población”, lamenta Luengo. A través de la planta de osmósis inversa, que se alimenta del embalse de la Cabezuela, potabiliza el agua y elimina los sulfatos y la contaminación por nitratos, lo que permitiría un agua de mayor calidad, señala el director de la Agencia del Agua. Entre otros problemas, el agua con muchos sulfatos, “mucha sal, un agua dura”, va tamizando y obstruyendo las tuberías de agua de las casas.

Un problema histórico

El biólogo Miguel Álvarez Cobelas, del CSIC, trabajó en la zona de Campo de Montiel hasta 2009 y ha estudiado los problemas del agua en la comarca en profundidad y los divide en dos: los que afectan al agua superficial y los que afectan a las aguas subterráneas, en particular al acuífero del que se abastecen pueblos y pequeñas ciudades de la comarca. Álvarez señala la “gran concentración de nitrato” de estas aguas, que puede significar un inconveniente para la salud humana, en cuanto puede llegar a provocar enfermedades en el caso de un consumo acumulativo. “Sobre todo afecta a los niños pequeños, si se les da biberón del agua, por ejemplo”, explica.

Muchas de las aguas de la zona, señala Álvarez, han llegado a exceder los niveles del agua que ha impuesto la Organización Mundial de la Salud y por eso, pueblos como Ossa de Montiel, han tenido que instalar grifos de ósmosis inversa en sus fuentes. “El inconveniente de este sistema es que es caro, porque es un tipo de filtro que se debe ir cambiando”, asegura. “La mayor parte de las aguas de Campo de Montiel están por encima de ese nivel”, señala.

Los niveles de nitrato en el agua de la comarca no son una casualidad, sino que se ha provocado debido al uso de “mucho” fertilizante nitrogenado en la zona, lo que ha hecho que se enriquezcan las aguas subterráneas. Es decir, por acción humana. “Debido a la agricultura intensiva, se ha metido nitrato a mansalva en el agua”, afirma. Y esto no supone un problema para el regadío, sino para el consumo humano.