Más de 300 personas perdieron la vida durante la dictadura franquista en la Prisión Central Monasterio de Uclés, específicamente entre los años 1940 y 1943. Son estos nombres los que han sido honrados este domingo en el cementerio de la localidad, con la inauguración de las placas con sus nombres en el lugar. “Muchas han sido las vicisitudes” vividas por las familias de quienes fallecieron en el pueblo conquense tras la Guerra Civil, señalan desde la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca.
Entre 2005 y 2007 se exhumaron los restos encontrados en la zona, para los que se construyó un panteón en el “improvisado” cementerio de la Tahona. “Gracias a las donaciones recibidas en las actividades que organizamos y al trabajo voluntario se han podido realizar las muy necesitadas labores de mantenimiento del panteón y ahora, gracias a una donación de Leocadio De la Torre, de Torrubia del Campo, hacer y colocar las placas”, han explicado desde el colectivo.
Leocadio es el hijo de Juan de la Torre, fusilado en Uclés en febrero de 1941 junto con otro 11 compañeros, y llevaba “toda la vida” intentando recuperar los restos de sus familias. Fue entonces cuando llega la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica, en el 2000, una “llama de esperanza” para las familias de las víctimas del pueblo conquense. El padre de Leocadio fue uno de los “primeros identificados”, que fueron entregados en marzo de 2012. Ahora son las hijas de Leocadio las que recuerdan a su padre y su abuelo.
Máximo Molina, de la Asociación, explica que la exhumación de la cárcel de Uclés acabó en el año 2007, y la construcción del panteón se logró en 2009 gracias a donaciones, tal como ha afirmado la asociación. Sin embargo, la falta de fondos ha hecho que las exhumaciones en la localidad sigan inconclusas, ya que todavía quedan unos 120 cuerpos por ser identificados. “Muchas familias han muerto sin tener la reparación”, recalca Molina, “amén de que tenga que ser una asociación civil la que se haga cargo”, critica.
Exhumaciones
Además de los cuerpos de la prisión de Uclés, se han exhumado también los cuerpos de quienes murieron en la clínica militar número 1 de la Agrupación de Hospitales del Ejército Popular de la República Española. Un total de 150, entre los que se encontraba Cipriano García Serrano, teniente de la brigada número 68. La hija de García, se puso en contacto con la asociación para encontrar a su padre, que murió en Uclés tras haber sido herido en la batalla de Teruel.
Sin embargo, desde la asociación recalcan que se debe identificar a un total de 150 cuerpos para verificar que el cuerpo de García está entre estos cuerpos, así como el del soldado Diego Casado, natural de Córdoba, cuya sobrina se puso en contacto con el colectivo para encontrar el cuerpo. “Para identificar a Cipriano y a Diego hay que contrastar el ADN de los familiares con el de los 150 exhumados. Se sigue negando el pan y la sal a aquellos que perdieron a sus familiares violentamente durante la dictadura y a aquellos que quieren recuperar los restos de sus familiares muertos en Guerra, se les sigue negando el duelo que les hurtaron hace ya demasiado tiempo”.