El nuevo Hospital Universitario de Toledo será una de las ubicaciones para llevar a cabo el proceso de inmunización masiva en Castilla-La Mancha según ha dicho hoy el presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha apuntado que el resto de localizaciones seleccionadas para este fin “se está cerrando con cada ciudad”, por lo que ha agradecido su colaboración “a todos los ayuntamientos”.
No ha sido la única noticia adelantada hoy con García-Page. Castilla-La Mancha anticipará “a esta primera quincena” de marzo la vacunación de la comunidad educativa y “la semana que viene empezaremos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
Se cambian así los planes iniciales que anunció el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, a comienzos de semana, según los que el 8 de marzo se empezaría a vacunar a policías y guardias civiles para seguir con bomberos y miembros de Protección Civil y seguir a finales de marzo con los docentes.
El presidente regional ha dicho hoy que el proceso de vacunación “avanza de una manera evidente”, especialmente entre los mayores de 80 años y los grandes dependientes, “lo cual permitirá adelantar el acceso a la vacuna de estos colectivos”, según una nota difundida por la Presidencia regional.
De forma paralela, en Cuenca, la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosana Rodríguez, ha asegurado que “probablemente” no se vacune a la vez a todo el profesorado de un mismo claustro por si se produjeran bajas por los efectos de la vacuna contra el coronavirus, según publica Europa Press.
Rodríguez ha incidido en que “el objetivo con el que trabaja la Consejería es conseguir que no todo el profesorado al mismo tiempo pueda tener o pueda sufrir las consecuencias de la vacunación”.
En ese perfil es en el que está trabajando el departamento liderado por Rodríguez, entendiendo la consejera que “probablemente todo el profesorado de un mismo claustro no acuda ese mismo día a la vacunación, de ahí que sea mucho más complicado el engranaje y el encaje de todo el procedimiento”.
Según la consejera, “estamos hablando casi de 40.000 personas docentes y eso exige de un nivel de organización muy exigente”, ha sentenciado.