Alcaldes de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha han hecho un llamamiento en común para que la Junta de Comunidades dé a conocer los datos de afectados por coronavirus a nivel municipal, reclamando la “falta de información” y que es información necesaria para “tranquilizar” a los vecinos. El director general de Salud Pública, Juan Camacho, ha señalado que existe un “registro estricto” de dichos datos, tanto a nivel semanal como los registrados “a tiempo real”, y que, además, los sistemas de información han ido mejorando desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, ha advertido de que ofrecer los datos a nivel municipal de manera pública es una cuestión que “puede llegar a ser peliaguda” en Castilla-La Mancha, debido al “porcentaje muy alto” de municipios de tamaño pequeño. En ellos, explicó, el conocimiento del número de casos puede llegar a una “individualización” que incluso puede “chocar” con la Ley de Protección de Datos a la que “estamos sometidos, como no puede ser de otra forma”.
“No es una cuestión de transparencia”, aseguró Camacho, que explicó que desde el Gobierno regional se siguen planteando cómo se pueden trasladar estos datos y ha recordado que en los municipios en los que se han debido tomar medidas especiales se han trasladado los “datos estrictos” en el documento de la Consejería de Sanidad. “Nos planteamos la utilidad que puede tener el trasladar de manera masiva y el peligro que supone en municipios especialmente pequeños. Los datos los tenemos y queremos ver de qué manera lo hacemos para los ciudadanos con el menor riesgo para su población”, concluyó en este aspecto.
Camacho ha advertido de que la pandemia ha enseñado al Gobierno regional a “no querer ser triunfalistas y soberbios”, por lo que ha advertido de que aunque el nivel de incidencia es menor que la media nacional, las circunstancias obligan a ser “enormemente cautos”. “Si queremos que siga así, es absolutamente necesario que las medidas que implantemos sean lo suficientemente intensas para alcanzar nuestro objetivo”, recalcó. De cara a la apertura de colegios, señaló, hay que ser “enormemente adaptativos”, porque se deben tomar distintas decisiones con agilidad.
“Puede darse la circunstancia de que en poblaciones donde sea alta la incidencia, abrir los centros educativos no sea la medida más acertada. Pero más allá de algoritmos de decisión, la última ha de ser me manera individualizada. El colegio no es sólo educación desde el punto de vista formal, es integración y necesitamos que los niños estén en disposición de empezar”, concluyó.