El Gobierno regional cree que finalmente tendrá que legislar en algunos asuntos que están siendo más controvertidos en el proceso de modificación de la Ley de Caza, pues aunque admite que la revisión de buena parte del texto ha sido consensuada en el grupo de trabajo creado para tal fin, hay otros aspectos en los que la Administración va a tener que decidir ante la existencia de “opiniones divergentes”.
Así lo ha indicado el director general de Política Forestal y Espacios Naturales, Rafael Cubero, que en declaraciones a Europa Press ha explicado que ya ha finalizado la revisión del texto de la ley actual, que este mes de marzo ha cumplido su primer año de vigencia, y que su departamento trabaja ahora en la redacción de un borrador oficial, que se someterá a información pública. Pero de momento, dicho borrador ni está cerrado ni tiene fecha concreta para que ver la luz. Ha incidido en la necesidad de seguir trabajando en puntos concretos que están siendo más conflictivos y creando “más inquietud” entre los integrantes del grupo de trabajo, como la reducción de la superficie de los cuarteles de caza.
De hecho, ha admitido que el proceso de modificación está siendo dificultoso y más lento que si se hubiese optado por articular una nueva ley, ha reiterado la intención del Ejecutivo regional de que esta modificación entre en vigor antes del inicio de la próxima temporada de caza, que arranca en octubre. “Nos gustaría, pero no sé si lo conseguiremos”, ha admitido Cubero, que, no obstante, ha defendido que “es mejor” que la modificación se demore un poco más de lo previsto pero que cuente con todas las aportaciones de todos los implicados, a hacer un cambio que “no sea participado”.
Ha concluido recordando que la modificación de la Ley de Caza se someterá a información pública durante el periodo de un mes, como marca la ley, y que luego la Administración regional tendrá que estudiar las alegaciones presentadas al texto. “Ojalá no se presente un número excesivo de alegaciones. Eso querrá decir que se trata de un texto consensuado”.
Por su parte, el responsable de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, Juan de Dios García, se ha mostrado pesimista con el proceso, alertando de que el borrador no va a ver la luz en mucho tiempo, porque las asociaciones cinegéticas no van a aceptar las pretensiones de los ecologistas. Mientras, el presidente de Aproca, Luis Fernando, que ha reconocido que labor de la administración no está siendo “fácil”, ha asegurado que aunque no hay fecha para que la Consejería ponga encima de la mesa el borrador completo de la modificación, no hay que precipitarse.
Cazadores y ecologistas se culpan mutuamente
“Estamos contentos porque la Consejería está teniendo una actitud sensata, pero preocupados por la de los ecologistas, que han intentado cambiar el texto entero, en lugar de proponer una modificación puntal de la ley como prometió la Junta”. Tras lamentar que los grupos ecologistas están más pendientes de “quedar bien con sus asociados” que de definir una estrategia global de caza para la región, se ha mostrado confiado en que septiembre u octubre pueda estar en marcha esta modificación porque “se está perdiendo un tiempo precioso para el desarrollo reglamentario”.
Y desde Ecologistas en Acción, Miguel Ángel Hernández ha asegurado que este proceso atraviesa un momento “crítico”, pues las partes integrantes del grupo de trabajo, que están a la espera de la propuesta de la Consejería, están lejos del consenso. “El sector cinegético defiende una ley que es indefendible a nuestro juicio, por su apuesta por la caza comercial, y por eso está costando más llegar a un acuerdo”, ha señalado.
Por ello, y ante un proceso que a su juicio se está demorando demasiado y que puede generar problemas, sobre todo en el tema de las sanciones que contempla la actual normativa, ha pedido a la Consejería que “se moje y tome cartas en el asunto”. Hernández ha concluido apuntando que hubiera sido mejor articular un nuevo texto que “remozar” el que elaboró el PP, pues de esta manera, se está llevando a cabo un doble esfuerzo para encajar todos los cambios que son necesarios.