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Palabras Clave es el espacio de opinión, análisis y reflexión de eldiario.es Castilla-La Mancha, un punto de encuentro y participación colectiva.

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¿Qué tiene que hacer la izquierda para movilizar a los suyos?

Manifestación feminista

Javier Manzano Fijó

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Ahora que parece que estaremos un tiempo sin elecciones, igual es buen momento para pensar. Ante la olita de PP-Ciudadanos-Vox, y más allá de eso, con unas condiciones estructurales poco favorables, igual es buen momento para contestar qué tiene que hacer la izquierda para movilizar a los suyos. Esta es la pregunta del millón que lancé por Whatsapp a decenas de amigas y amigos (de diferentes edades, profesiones, situación económica... y con dos lugares mayoritarios de residencia, Toledo y Madrid). Ahí van las diez respuestas que hemos elegido:

Elvira A:

No creas que me he olvidado de tu pregunta... pero creo que es la pregunta más difícil que me han hecho nunca. En fin, yo te cuento lo que se cuece por el grupo de amigos. Sobre todo la sensación de que se está produciendo una desconexión que cada vez va a más entre los representantes políticos de izquierdas y los grupos sociales que acaparan el malestar de las medidas políticas. Habría que encontrar la manera de volver a conectar... de dar confianza e ilusión a la gente. Es muy importante desenmascarar a la derecha pero de manera sutil e inteligente, mostrar cuáles son las consecuencias de esas políticas castrantes que están resurgiendo o hacer ver que son políticas que siempre benefician a los que más tienen aunque intenten vender lo contrario. Y de manera individual las personas que de corazón somos de izquierdas tenemos la obligación y el compromiso de dialogar y persuadir a las personas que nos rodean y hacerles entender lo necesario que es que salgan a votar para seguir luchando por la libertad y la dignidad [...] Más conciencia de grupo y más pragmatismo...

Ágata S:

Te digo lo primero que se me pasa por la cabeza: creo que la discusión se centra en la economía y que en ese terreno la derecha tiene todas las de ganar para convencer. Esto hace parecer que la izquierda responde con pataletas: la derecha hace recortes, liberaliza la economía... y los de izquierda insisten en decir que están en contra [...]. En general se teme de la izquierda que suba los impuestos porque gasta más dinero público: nunca parece que tenga iniciativas para activar la economía: para mí ése es el talón de Aquiles: que siguen dando una imagen (exagerando) de gente obrera que lo que quiere es hacerse con el dinero de los más favorecidos y repartirlo para sentirse ricos.

Pero del discurso que puede ganar la izquierda se ha olvidado: igualdad, solidaridad y sobre todo fraternidad [...]

Ir al corazoncito, diría yo. Pero transversalmente, no buscando votos de barrio desfavorecido. Porque aunque sea evidente, hay que recordarlo: si los ricos fueran de derechas y los pobres de izquierdas, nunca nunca nunca ganaría la derecha (por número). Pero la imagen de pertenecer al colectivo de los de “abajo” no es atractiva y además se ha fomentado mucho que la población se sienta de clase media: vía hipoteca... Por eso me parece a mí que el discurso de la lucha de clases cala menos, porque tenemos la falsa impresión de que se ha superado.

Iría a por el corazoncito, que se sienta uno mejor siendo de izquierdas que de derechas.

Marta R:

Por un lado, contraataque comunicativo:

Coger sin tregua cada uno de sus mensajes más demagogos y que más calan, como inmigración, autonomías, Cataluña e impuestos, y desmantelarlos. Sus medias verdades, que son mentiras y que tanto daño hacen. Sacar a la luz las incoherencias tanto ideológicas como biográficas [...] Recordar periódicamente los casos de corrupción del PP y su envergadura. Que esto no se nos olvide a los electores de cara a las elecciones. Si se habla de renovación y honradez que quede claro que el PP no puede estar ahí [...]

En cuanto a lo que puede hacer la izquierda: reconvertirse en izquierda sin asustar a la sociedad. No lo tiene fácil [...] Son tantos los bulos y la mierda informativa que se lanza sobre ellos que no es fácil contrarrestarla, pero merece la pena el intento y utilizar para ello todos los medios de comunicación posibles.

La mejor tarjeta ahora de esta izquierda en unas autonómicas y locales es mostrarse como un movimiento solvente, responsable y demostrar que las arcas públicas funcionan mejor bajo la gestión de estos partidos, y lejos del temor que se intenta extender desde la derecha, que la iniciativa privada real y beneficiosa no se resiente.

Laura A:

Opciones y unidad [...] Información, implicación de jóvenes, así como de la población no votante. Información, cultura y educación. Ante la derecha o votamos (aunque a veces no nos llegue a convencer del todo las opciones) o ya votan ellos [...].

Debemos tener un estado de bienestar coherente, lógico y para todos.

Si no hay plazas públicas para todos, la clase media se siente mal tratada por la izquierda y esa brecha la aprovecha muy bien la derecha, consiguiendo los votos de los curritos. No tiene sentido asegurar rentas mínimas sin vincularlo a intinerarios de reinserción, bien por la necesidad de planes formativos laborales o de tratamiento...

Hay que acabar con la educación concertada y la presencia de la Iglesia en la escuela.

La identidad y el significado, como en todo, es crucial [...] Básicamente las personas tenemos una identidad, formada por pequeñas identidades ligadas a nuestros roles. Estas identidades tienen un significado para nosotros y los demás, y todo tiene que ver con la propia imagen que tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea, con el qué somos, qué queremos ser y cómo queremos mostrarnos ante el mundo y relacionarnos con este [...]

El proceso de identificación de la clase obrera como discriminados en el acceso a los recursos públicos o ayudas y cómo esto evoluciona cuando estas personas se ven en la educación o sanidad concertadas.

Eva J:

Si echo la vista a atrás veo y siento muchos momentos de frustración tratando de reorientar las prácticas de una izquierda, más vieja que madura, a la que le cuesta ver sus propios fallos, tozuda y cabezona, a la que parece que le gusta darse una y otra vez contra el mismo muro [...]

Y más allá de sus votantes, y de sus militantes, la izquierda actual, en una época de sociedad líquida, se ha vuelto tan líquida como lo que la rodea. Y sin embargo sus líderes son duros como piedras, férreas direcciones a los que no les tiembla el pulso haciendo purgas y laminando a militantes molestos. Podemos e IU han demostrado una trágica mutación hacia un estalinismo blando que asusta.

Esa realidad está ahí. La necesidad de las cabezas visibles de tener razón ganando referéndum a la búlgara ha transformado ambas organizaciones en algo difícilmente vivible. Eliminada la pluralidad pasan varias cosas, una que la pluralidad se elimina de la organización pero no de la izquierda política, lo que supone que más tarde o más temprano se volverá a manifestar. Y encontrará la forma de hacerlo. Segundo, que hay muchos votantes que no se van a sentir identificados.

Luego está el tema de la “personalización” de las organizaciones políticas en determinadas personas por aquello de que estamos en la sociedad de la información y de los realities y talent shows y de la transparencia mal entendida. Esto no es una cosa de la izquierda, pero forma parte de la realidad que hay que conocer [...]

Paloma I*:

Fíjate... A mí me sale no nombrar el triángulo y reflexionar sobre la unión de la izquierda. Quizás sea el momento de abandonar los elitismos morales y confluir en diálogos.

Posicionar el feminismo a la cabeza de la justicia social buscada.

Y para superar el desencanto: motivar, llevando a la movilización ideológica. Seguiré reflexionando... El desencanto ha hecho una mella difícil de superar.

Aparte del tema del patriarcado, cómo se está revolviendo... Para la izquierda ojalá se haga revisión y que el feminismo pueda ser un tema de unión. A mí me gustaría hablar sobre la motivación, la ilusión, el interés, las ganas, la fuerza, la unión... sentir comunidad.

José María P:

Hay que actuar a corto plazo, pero pensando a largo plazo. Lo que está claro es que a mayor participación más se diluye el efecto Vox por número de escaños.

El planteamiento de Errejón me parece muy interesante como marco. Una polarización con Vox no nos interesa para nada, nos anula, dejando todo el centro político a Psoe y Cs. Quizás la respuesta debe ir orientada en un basculamiento táctico hacia el centro, apoderándonos de algunas ideas políticas y económicas que de manera natural no hemos defendido desde la izquierda.

Quique G:

En lo que yo pienso hay una parte de la ecuación que es conflictiva y difícil de conciliar con el pensamiento de izquierda: el tema místico religioso. Necesitamos ideas sagradas que nos arrastren. Dios no puede estar muerto del todo. Debe haber una idea integradora más grande que nosotros mismos. El binomio vida y amor deberían estar en el epicentro. El cristianismo primitivo podría servir como base, no la iglesia, claro. Sé que es difícil lidiar con todo ello. En 'La carretera' de Cormac Macarthy hay una lectura interesante. Pese a la imposibilidad del proyecto humano siempre existe la redención individual a través de un proyecto ético donde la bondad da sentido a todas las cosas... La vía crítica interior. Buff, es muy largo de explicar. Lo hablamos. Soy bastante heterodoxo como puedes ver.

Julio L:

[...] Nos movemos en un terreno de batalla difícil ya que parte de la nueva realidad que está impulsando a la extrema derecha tiene que ver con emociones, miedos y sensaciones, frente a los que la eficacia de mensajes racionales, reflexivos o lógicos es escasa. Lo podemos analizar desde el punto de vista nacional y todo lo que digamos será cierto, pero existe un caldo de cultivo global que también explica lo que está pasando en todo el mundo y que está plenamente conectado. Parte de la percepción de la realidad que el nuevo votante de extrema de derecha tiene proviene de mensajes simples de exageraciones y de mentiras socialmente aceptadas, convenientemente “aliñadas”, repetidas y potenciadas. Existen estrategias de intoxicación y desinformación perfectamente orquestadas que usan todos los soportes y de manera especial las redes sociales. Pero existe un sustrato social ya abonado para que “germinen” determinados mensajes, y este no es ni nuevo ni reciente [...]

Combatir la intoxicación y la desinformación desde las redes sociales, en los medios de comunicación y en encuentros con personas y colectivos, apelando a sentimientos positivos para contrarrestar el miedo [...] Sin responder directamente a las campañas orquestadas por la derecha, para no elevar su repercusión, analizar sus argumentos y difundir mensajes que les desmientan y evidencien las falsedades y falacias, contrarrestando sus ideas. El tono tiene que ser positivo, informativo, constructivo [...]

Fernando A:

Como no sé muy bien lo que quieres te mando una parrafada informal y luego tú haces lo que más te convenga [...]

Como hay más jefes que indios hay que saber perder. No hay sillas para tanta gente.

Comprendo que alguien como yo, con el sueldo asegurado y que no vacío camiones de leña, puede pensar que si da el paso es para ayudar de forma desinteresada. Y que no siempre tienes por qué decir que 'sí, buana' [...]

No ridiculicemos al enemigo. Incluso aunque seamos superiores moral e intelectualmente no nos convirtamos en los listos de Nueva York que con su ingenio han animado a votar a los patanes de Texas, Missouri o Ohio a Donald Trump. En España hay mucho cuñado que no soporta que les den lecciones. Muchos votantes de Vox lo han hecho por rabia contra la supuesta o real sabiduría del mainstream. Por supuesto, no usar esta palabreja en la vida [...]

Aún así desmontemos los bulos y las mentiras, que no son pocas. En Facebook o YouTube hay millones. Disparates de tomo y lomo. Debemos emplear el sentido común. Si ves un Belén quiere decir que los rojos no lo quitan. Si hay una cabalgata, con un rey, etc, etc. Sentido común también es explicar que, sin dinero, sin medios y sin personal no hay servicios, no hay educación, no hay sanidad, no hay seguridad.

Los derechos y tu malestar no dependen de los que son más pobres que tú. Si esperas en el médico o no tienes quien te ayude a cuidar a tu madre, si el colegio se cae a trozos no es culpa del senegalés que viene en patera, sino del que se sienta en el palco del equipo de fútbol de tu pueblo que quiere hacer de tus derechos su negocio. Al que te dice que hay que bajar los impuestos que te diga cuál quiere bajar. El IVA o el recibo de la luz, el gas o las medicinas a viejos o parados o aquellos que pagan los que más tienen, verás que risa.

La España Una grande y libre nunca existió, el franquismo era gris, daba pena y producía hambrientos. Por eso tu madre o abuela se fue del pueblo, lee con dificultad o te atiborra de comida cada vez que te ve, se acuerda de cuando no tenía para comer. Recuerda que en la España Imperial, Hernán Cortés o Pizarro cuidaban los cerdos de sus señores en Trujillo y por eso huyeron a América a la conquista.

No te doy más la brasa, pero si quieres lo hacemos con una reflexión más depurada.

* Paloma Iglesias Gutiérrez

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