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El papel de Ciudadanos

Cs no cumple las expectativas, pero sigue creciendo y tendrá la llave del gobierno en varias CCAA y ciudades

Luis Escudero Escudero

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¿Es Ciudadanos un partido de centro-derecha? ¿O sólo de derechas? Tras los últimos comicios celebrados, analizamos su papel según su política de pactos en aquellos lugares en que su rol puede ser relevante.

En las autonómicas de Andalucía de 2018 sumó apoyos con PP y Vox para desbancar al PSOE del Gobierno. La razón oficial era que el partido de Susana Díaz llevaba casi 40 años en el gobierno, y la comunidad necesitaba un cambio. De esos años, los últimos 3 el PSOE se había apoyado en el propio Ciudadanos.

Tras las elecciones generales de 2019 ha vetado (de momento) un posible acuerdo con el PSOE, aunque los resultados en el Congreso (123 PSOE + 57 C’s) darían una mayoría amplia de 180 diputados. En este caso, la razón es el apoyo a Sánchez de: Podemos y sus confluencias, EH-Bildu, los independentistas catalanes y el PNV para gobernar desde la moción de censura de junio de 2018; y los supuestos pactos entre secesionistas catalanes y socialistas en relación al modelo territorial.

¿Y qué ocurrirá tras las últimas municipales y autonómicas? Aquí presentamos una lista de capitales de provincia y comunidades autónomas donde el partido más votado ha sido el PSOE y la formación naranja va a retratarse y tomar partido entre:

  • Apoyar al PSOE (por acción u omisión) como partido más votado, y dejar gobernar a los socialistas, incluso participar en el gobierno con ellos.
  • Crear un pacto al “estilo andaluz” con PP y Vox para formar gobiernos de derecha.

En la lista se incluye cuál ha sido el partido en el poder en esa institución y desde hace cuánto tiempo, para poder aclarar en qué casos se propiciarían gobiernos de cambio (como en Andalucía) o gobiernos de continuidad. En necesario remarcar que en todos los casos el pacto PSOE-C’s no necesitaría más apoyos de otros partidos.

Lo que pase en estos territorios poco sospechosos de independentismo o de pretender romper la unidad nacional marcará el futuro del partido de Rivera. ¿Seguirá mostrando algún tipo de centralidad? ¿O se volcará definitivamente a la derecha y extrema derecha?

El caso de Navarra

Pero este mismo pacto se podría entender de algún modo en sentido contrario, ya que Ciudadanos pertenece a la coalición Navarra Suma (PP+C’s+Unión del Pueblo Navarro). Esta coalición sólo necesita del apoyo del PSOE (de nuevo, por acción u omisión) para gobernar tanto la Comunidad Foral como el Ayuntamiento de Pamplona.

Pero, ¿cuáles serían las razones de C’s para justificar su no apoyo al PSOE en cada lugar? ¿Qué justificaría dar voz y voto a la extrema derecha en las instituciones españolas?

  • En el caso andaluz, la razón era el cambio.
  • En el caso del gobierno de la nación (si se mantiene el veto), la connivencia de Sánchez con los que pretenden romper el país y habrían dado un golpe de estado.
  • Pero, ¿y en las ciudades y autonomías planteadas en la tabla anterior?

Excluyamos las ciudades de Ciudad Real y Granada, gobernadas por el PSOE. En ellas, podría valer la excusa del cambio de gobierno. Aunque la realidad es que en Ciudad Real el PSOE y Ganemos formaron un gobierno de izquierdas (2015) después de varias legislaturas populares; y que en Granada, tras el cambio de gobierno a mitad de legislatura (2016), el primer edil socialista fue apoyado incluso por el grupo de Ciudadanos.

Si quieren, también podemos quitar el caso de Zaragoza, donde tras el alcalde Belloch le tomó el relevo el alcalde Satisteve, de Zaragoza en Común (sería justificable un cambio de tendencia ideológica). Incluso en Aragón, donde el PSOE ha gobernado desde 2015 con el apoyo de diversos grupos de izquierda.

En estos casos de Ciudad Real, Granada, Zaragoza y el Gobierno de Aragón, el partido Ciudadanos (liberal y europeísta) preferiría hacer un pacto de gobierno de perdedores (100% legítimo) que de alguna manera tiene que incluir a la extrema derecha en vez de gobernar mano a mano con una socialdemocracia a la que podrían controlar y sobre la que podrían influir. En teoría, porque quieren un cambio.

¿Pero y en el resto de ciudades citadas, y en las comunidades de Murcia y Castilla y León? Eliminado el factor cambio y el peligro independentista, sólo quedan dos razones:

  1. El PSOE es un partido no constitucionalista y Vox sí lo es. Creemos que este argumento no necesita más comentarios.
  2. Ciudadanos prefiere ser el líder del bloque de la derecha a facilitar la gobernabilidad de estos territorios, sosteniéndose en la extrema derecha. Para ser el líder de ese bloque conservador, su estrategia puede pasar por el “cordón sanitario” al PSOE. La táctica, si bien es legítima, puede ser perversa. A continuación explicamos por qué.

En primer lugar, se puede aducir que para liderar la derecha no hay que pactar con la izquierda en ningún caso. Y para muestra, un botón. El Podemos que en 2015-16 pretendía dar el sorpasso al PSOE y liderar el progresismo español ha salido trasquilado de sus pactos autonómicos de 2015, ya que han perdido muchos votantes y representatividad territorial. De hecho, Podemos apoyó pactos con un PSOE que no era el más votado en Baleares, Castilla-La Mancha, Aragón y Comunidad Valenciana, y en todos estos territorios ha perdido fuerza. Pues bien, siguiendo esta lógica, Ciudadanos debería alejarse de pactos de perdedores con PP y Vox porque le podría ocurrir lo mismo. Además, suele decirse que “entre el original y la copia, la gente prefiere el original”.

En segundo lugar, puede afirmarse que Ciudadanos ya pactó con el PSOE en la investidura de Sánchez en 2016 y ello le perjudicó en las elecciones generales de junio de ese año. Ello es tan cierto como que para que aquella investidura tuviera éxito, se necesitaban otros condicionantes (la abstención de Podemos, por ejemplo) y que en los casos que presentamos sólo hace falta un acuerdo entre dos partidos, que son PSOE y C’s.

Además, otras experiencias de pactos de la formación naranja similares a los que podría hacer ahora (apoyos al partido ganador para facilitar la gobernabilidad) les han traído a los liberales importantes réditos electorales con el tiempo, a saber: en Andalucía, Castilla y León, Madrid, Murcia y La Rioja apoyaron al partido ganador en 2015 y en 2019 (en el caso andaluz en 2018) han mejorado sus resultados ostensiblemente.

Y todo ello sin mencionar la simple idea de hacer un “cordón sanitario” a la extrema derecha. No es algo que sea nuevo en nuestro continente. Francia, Alemania o varios países nórdicos son ejemplo de ello. El candidato a la Alcaldía de Barcelona, Valls, ya ha amenazado con romper con C’s si propicia pactos con Vox. Pero suponemos que si este cordón no se ha hecho ya, no se va a hacer ahora.

La realidad es que quizá no sólo haya dos razones para justificar el bloqueo a la socialdemocracia, sino una tercera. Y sería que Ciudadanos no es un partido de centro-derecha ni liberal; sino un partido de derechas, con más afinidades ideológicas con Vox que con el PSOE de Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura o Murcia, donde sus líderes poco o nada tienen que ver con las políticas que pueda ejecutar Sánchez respecto al procés, argumento oficial de los naranjas.

Lo que ocurrirá con este partido “llave” lo sabremos en los próximos días. Si, una vez más, un partido político pone por delante sus intereses particulares antes que a España y su gobernabilidad, las consecuencias serían gravísimas en el contexto de populismo y extremismo en que nos movemos. Y la repercusión para el propio partido de Rivera, sobre todo a nivel europeo, donde sí que hay una conciencia general de frenar a los ultras, es aún desconocida. Alinearse sin una justificación coherente con los que se parecen a Le Pen o Salvini descalificaría a Rivera dentro de los Liberales europeos. Pero esto es política, y puede pasar de todo…

[1] En este caso, el pacto PP-C’s-Vox necesitaría también del PAR (Partido Aragonés).

[2] En este caso, el pacto PP-C’s no necesitaría a Vox.

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