Si por algo es conocida Azuqueca de Henares es por ser una de las ciudades industriales más importantes de Castilla-La Mancha. Más de 200 empresas han decidido instalarse en esta localidad guadalajareña que cuenta con una singularidad, y es que a pesar de ser un municipio urbano mantiene un gran compromiso con el medio ambiente. De hecho cuenta con tres instalaciones municipales que lo avalan: la Reserva Ornitológica Municipal, el Aula de la Naturaleza y el Aula Apícola.
De una depuradora a una reserva
La Reserva Ornitológica ocupa una superficie de casi diez hectáreas, de las que seis corresponden a las cuatro lagunas interconectadas que funcionaron como depuradora de Azuqueca hasta el año 2003. Según explica Roberto Ruiz, presidente de la Asociación de Ciencias Ambientales, a finales de los 80 la localidad contaba con una población de poco más de 10.000 habitantes y cuando tocó afrontar el tema de la depuración de las aguas de la ciudad, se decidió apostar por el método de depuración biológica por lagunaje. De esta forma se crearon cuatro lagunas conectadas en serie que mediante procesos biológicos depuraban las aguas de los azudenses.
Sin embargo, el Corredor del Henares sufrió un proceso de crecimiento muy rápido en esos años, con la creación y ampliación de polígonos industriales y la ciudad de Azuqueca multiplicó su población. Con estas nuevas características, explica Ruiz, las lagunas dejaron de ser un método eficaz para tratar el agua de Azuqueca y en los primeros años del siglo XXI cedieron el testigo a una nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR).
Ubicado en pleno corredor biológico del río Henares, este humedal constituye un espacio de descanso para las aves migratorias, no en vano, se han identificado más de 200 especies. La Reserva está declarada Refugio de Fauna y Zona Sensible de Protección Concertada. Pero además en el año 2016 se estrenó en la Reserva un Centro de Interpretación, por el que desde entonces pasan miles de escolares al año para participar en actividades de educación ambiental.
“Nos visita todo tipo de público desde alumnos de colegios, institutos y universidades hasta gente del pueblo porque abrimos el último sábado de cada mes para que los vecinos puedan visitarnos”, explica Jesús Puebla, director de la Reserva. “El objetivo es dar a conocer las especies que tenemos en la Reserva y la problemática que tienen. Desde que lleva abierta entre escolares y gente del pueblo habrán visitado la Reserva unas 30.000 personas”.
“Lo que hemos recreado son distintos hábitats en las lagunas, desde que las orillas no sean homogéneas y sean irregulares, hasta modificar la profundidad y eso atrae a más diversidad de aves y después también hemos hecho alguna proyecto de repoblación refuerzo de especies”, explica el director de la Reserva.
La instalación está considerada como un ejemplo en los ámbitos de la sostenibilidad urbana. Además la Reserva participa en proyectos como el de la recuperación de la cigüeña blanca.
Un Aula de la Naturaleza en pleno centro
La segunda instalación con la que cuenta Azuqueca de Henares es el Aula Municipal de la Naturaleza ubicada en el casco urbano. Este espacio dispone de un jardín botánico poblado por más de 300 especies de árboles y arbustos de la Península Ibérica, un insectario, un vivero donde se recrean diversos ambientes naturales y un huerto urbano para la recuperación de variedades hortícolas locales y la difusión de la agricultura ecológica. Los visitantes del aula también tienen a su disposición una exposición de energías alternativas. En 2005, recibió el Premio Regional de Desarrollo Sostenible.
“En las políticas municipales de Desarrollo Urbano Sostenible, se contempla como una necesidad principal la integración de los contenidos ambientales dentro del ámbito educativo y, por eso, intentamos mejorar cada año”, ha señalado José Luis Blanco, alcalde de Azuqueca. “Este equipamiento constituye un espacio ideal para que los chicos y chicas puedan obtener información útil para su vida y que complemente la que reciben en los centros educativos”.
Aula Apícola
Por último, como tercera instalación medioambiental municipal, Azuqueca de Henares cuenta con el Aula Apícola que incluye una importante colección de colmenares procedentes de todo el mundo y de otros materiales relacionados con la apicultura, así como de un lagar de cera trasladado piedra a piedra desde la localidad de Maranchón. El aula ofrece actividades educativas a centros escolares y grupos organizados. Se desarrollan distintos talleres y módulos didácticos adaptados a las edades de los participantes y a sus intereses e inquietudes.
Azuqueca, pionera en “métodos naturales”
Pero su compromiso con el medio ambiente no termina ahí. También en su día a día Azuqueca es “pionera” en la utilización de métodos naturales. Es el caso por ejemplo, de la introducción de los murciélagos para controlar las plagas de mosquitos en verano. Un acción que llevan a cabo gracias a la empresa Ab InBev y a la Asociación de Ciencias Ambientales.
“Lo que buscamos es implicar a las empresas del Corredor del Henares en la conservación de la biodiversidad. Los murciélagos son una de las especies protegidas de la Red Natura 2000 de las que hay que fomentar su conservación”, explica Luis Jiménez, coordinador de proyectos de la Asociación de Ciencias Ambientales. “Uno de los aspectos que trabajamos con Ab InBev es implicarles en la conservación de los murciélagos de manera que en una actividad de responsabilidad social coorporativa con los trabajadores, lo que hicimos fue construir refugios para murciélagos. Algunos de esos refugios se donaron al Ayuntamiento para que los colocase en el ámbito urbano del municipio”.
Una de las últimas actividades que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares ha sido utilizar de manera experimental un nuevo sistema para tratar de controlar la población de palomas en la ciudad, mediante la suelta de aves de cetrería. El concejal de Desarrollo Sostenible, Juan Pablo Román, ha explicado que “ante la proliferación de las palomas y las reiteradas quejas por las molestias que se derivan de su presencia en la ciudad, se ha decidido poner a prueba este nuevo sistema, durante un periodo de tres meses”. “Si los resultados son positivos, daremos continuidad”, añade.
Instalaciones fotovoltaicas en edificios del municipio o la utilización de agua no potable en el riego de parques y jardines son otras acciones que se llevan a cabo en Azuqueca de Henares a favor del medio ambiente. Además la localidad cuenta con el edificio del Espacio Joven Europeo que ha logrado la máxima calificación energética, A, que lo incluye en el grupo de edificios más eficientes.