Muchos son los ejemplos de calles e incluso nombres de localidades que siguen rindiendo homenaje a diferentes figuras del franquismo, a pesar incluso de la existencia de una Ley, de 2007, que prohíbe que se siga recordando así a las figuras de dicha dictadura. Cumplir con esta legislación no siempre es sencillo: cabe recordar el caso de Herencia, un pueblo de Ciudad Real, en el que, a pesar de la decisión municipal de retirar una placa por “enaltecer” la época franquista, los vecinos se apostaron frente a la iglesia para evitarlo.
Sin embargo, existen otros pueblos en los que se están llevando a cabo esfuerzos cada vez más importantes para cambiar los nombres de calles que llevan el nombre de figuras como Francisco Franco, General Mola o, incluso José Antonio Primo de Rivera. Es el caso de la pequeña localidad de Castejón, en Cuenca, donde el Gobierno municipal aprobó el cambio de los nombres de estas tres calles a finales de mayo, cambio que se realizará definitivamente este mismo sábado. La alcaldesa de la localidad, del PP y la más joven de España, María Arribas ha señalado que fue una decisión que se tomó entre toda la gente del pueblo. “Estaba todo el mundo de acuerdo en recuperar los nombres que solían tener las calles. Ha sido una decisión tomada en consenso”, afirma la joven alcaldesa. Además, señaló, las placas con los nombres habían sido arrancadas, por lo que las calles “ahora mismo no tienen nombre”.
Alberche del Caudillo es otro pueblo donde una alcaldesa del PP ha manifestado que el Gobierno municipal está “dispuesto” a hacer un referéndum para que los ciudadanos decidan si se debe quitar o no el “apellido” del pueblo. Fue una de las localidades denunciadas al considerar que el nombre infringe la Ley de Memoria Histórica. Ana Rivelles, alcaldesa del pueblo, señaló ante EFE que debían ser los vecinos los que tenían que decidir si el nombre que ha tenido la pedanía desde 1956 debe cambiar. “Estando en democracia, creo que la soberanía debe tenerla el pueblo”, afirmó sin querer concretar una fecha.
Una situación similar ocurre en la localidad de Llanos del Caudillo, en la provincia de Ciudad Real. Su alcalde, Andrés Antonio Arroyo ha señalado que convocaría un referéndum para conocer la opinión de los vecinos de la localidad, en el caso de que la justicia obligase efectivamente a cambiar el nombre, tras la denuncia del abogado Eduardo Ranz por una posible incitación al odio. Además, el edil recordó que ya se llevó a cabo una consulta, en 2003, para conocer la opinión de los vecinos al respecto, en la que el “70 por ciento” de los mismos se negó a modificar el nombre del municipio. Por otro lado, el edil descartó que la referencia a Francisco Franco suscite “controversia” en el pueblo.
Torrijos: los nombres franquistas deben desaparecer antes de enero del 2017
La localidad toledana de Torrijos aprobó a finales del pasado mes de mayo una moción conjunta de PSOE y Ganar Torrijos en la que no sólo se aprobaba cambiar los nombres de varias calles de la localidad para cumplir la Ley de Memoria Histórica, sino que también se decidía que serían los vecinos los que decidirían los nuevos nombres, a través de una encuesta ciudadana. Las calles que desaparecerán serán Banderas de Castilla, Héroes del Alcázar, Voluntarios de Toledo, Batalla del Ebro, General Moscardó, Batalla de Brunete, García Morato, Capitán Cortés y General Yagüe. Sólo el PP se opuso a la moción, que contó con el voto de PSOe, Ganar Torrijos y UPyD.
Raúl Díaz, de Ganar Torrijos, señala que la intención tanto de su grupo como del PSOE era “simplemente hacer cumplir la ley”. Pero, además, señala, el complemento de la participación ciudadana era de especial importancia, al considerar que es uno de los ejes “fundamentales” alrededor de los cuales debe girar la actual legislatura. “Así podremos atender a lo que quiera la mayoría”, recalca. Los nuevos nombres de las calles deben elegirse para que el 1 de enero de 2017, fecha límite impuesta por la moción, ya desaparezcan las que recuerdan al régimen franquista.