La consejera de Fomento del Gobierno de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, ha informado de que el cierre del plazo de solicitudes de la convocatoria de ayudas al alquiler de vivienda ha concluido con más de 11.000 peticiones en el conjunto de la región. Ha confirmado el dato durante su visita a dos comunidades de vecinos de Cuenca en las que se están acometiendo reformas en las edificaciones con subvenciones del Plan de Vivienda.
Según De la Cruz, a falta del cierre definitivo de las peticiones llegadas por correo ordinario o a través de otros sistemas de registro de la Junta, la convocatoria en curso superará ampliamente la anterior, en la que el Ejecutivo que preside Emiliano García-Page otorgó 4.287 ayudas en toda la región con una dotación de 6 millones de euros. De hecho, la anterior convocatoria ya superó ampliamente los números de las precedentes, con un total de ayudas mayor que en la suma de los ejercicios 2013 y 2014 y una cuantía que doblaba el dinero destinado el año anterior a este fin.
La consejera ha mostrado su satisfacción por la acogida de la convocatoria, que ha atribuido a la difusión de esta línea y a la voluntad del Gobierno regional percibida por los ciudadanos de “invertir cada euro del presupuesto en atender a quienes más lo necesitan”. La voluntad del Ejecutivo autonómico, ha dicho, es “procurar que todas las personas que reúnan los requisitos tengan una ayuda y la tengan a tiempo”, al tiempo que ha manifestado que el número de peticiones indica que “nadie que pueda necesitar esta ayuda en la región se ha quedado sin pedirla”.
Las ayudas al alquiler que gestiona el Gobierno de Castilla-La Mancha en el seno del Plan de Vivienda establecen una serie de requisitos para su obtención en función del nivel de rentas y la situación de los peticionarios. Pueden alcanzar un máximo de 200 euros mensuales y los contratos no pueden superar los 500 euros mensuales de renta de alquiler (600 euros en el caso de las familias numerosas).
Finalmente, la consejera ha felicitado a los servicios provinciales de vivienda por el “gran trabajo” realizado durante el plazo de solicitudes, labor que continúa ahora mediante la comprobación de que los datos se ajustan a las condiciones de la orden que regula estas ayudas y para valorar el conjunto de las peticiones.