El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, va a recibir al titular del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el viernes 4 de octubre, a las 16.00 horas, en el Palacio de La Moncloa, según confirman a elDiarioclm.es fuentes del Gobierno castellanomanchego.
Este encuentro se enmarca en la ronda de reuniones con los líderes autonómicos que esta manteniendo el jefe del Ejecutivo central, principalmente para abordar la controvertida reforma de la financiación autonómica.
El jefe del Ejecutivo central ha arrancado este viernes una ronda de reuniones bilaterales con los presidentes autonómicos, comenzando con Imanol Pradales (Euskadi), Alfonso Rueda (Galicia) y Juanma Moreno (Andalucía), con el foco puesto en la financiación autonómica tras las quejas por la financiación para Catalunya y otros asuntos encima de la mesa como inmigración, infraestructuras, inversiones o el debate territorial.
Estos encuentros bilaterales se enmarcan en la ronda que suele hacer el jefe del Ejecutivo tras las elecciones autonómicas, aunque en esta ocasión Sánchez ha aguardado a que se celebraran comicios en todas las comunidades para recibir a todos de manera individual en el Palacio de La Moncloa.
La financiación de Catalunya, el último escollo
Uno de los temas nucleares que sobrevuelan estos encuentros es el de la financiación autonómica, en especial la pactada para Cataluny pactado por el PSC y ERC para que esta comunidad salga del régimen común. Y este ha sido, precisamente, el último y enésimo enfrentamiento de Page con el Gobierno de Pedro Sánchez, por considerarlo el presidente castellanomanchego “inconstitucional”.
En una entrevista recienta en Telecinco, Page aseguró que está “deseando” mantener este encuentro para hablar “tranquilamente” con el presidente del Gobierno, al que no renuncia a “poder persuadir o condicionar” al respecto de la posición del Ejecutivo en lo que se refiere a la negociación de la financiación catalana.
Habló del contexto generado en la política actual en torno a la negociación de la financiación de Cataluna, un tablero que “no es explicable” y el cual define como “una ceremonia confusa y avergonzante”. Y apuntó que hay gente en el PSOE que “evita la conversación”, lo cual “pone de manifiesto qué puede pensar el votante medio de la socialdemocracia”.