Castilla-La Mancha ya no solo quiere ser destino de localizaciones para rodaje de producciones audiovisuales. Ahora también apuesta por convertirse en productora de contenidos y realizar un acompañamiento que permita que el tejido empresarial local buena beneficiarse de las ventajas de rodar en la región. Ese es el objetivo de la Film Comission de la comunidad autónoma, perteneciente al Gobierno regional, que se creó hace tres años para atraer a las productoras a la región, informar sobre posibles localizaciones y coordinar a la industria audiovisual con las administraciones públicas. Una vez finalizado el estado de alarma y consciente de las medidas de seguridad imperantes por la COVID-19, ahora este órgano quiere ayudar a la industria del cine.
De momento, esta comisión está ampliando el catálogo de localizaciones cinematográficas para mantener elevado el impulso para la llegada de proyectos audiovisuales a la región. Lo hace en el marco de las acciones recogidas en el Plan de Medidas Extraordinarias para la Recuperación Económica de Castilla-La Mancha con motivo de la COVID-19, que recoge en una de sus líneas, la destinada al sector turístico, la puesta en marcha de estímulos regionales para la atracción de producciones audiovisuales.
El trabajo para la ampliación del catálogo de localizaciones se ha iniciado ya y se extenderá, a lo largo del verano, por todo el territorio regional con el fin de localizar y catalogar aquellos espacios que reúnan características singulares y que puedan resultar atractivos para la atracción de todo tipo de producciones audiovisuales.
Para la expansión del inventario de localizaciones que la región pone a disposición de productoras y empresas audiovisuales, el Ejecutivo autonómico cuenta con gerentes de localizaciones profesionales que atesoran una amplia trayectoria en el sector, para la detección de infraestructuras, paisajes y enclaves que puedan resultar relevantes a la hora de poner en marcha estos proyectos.
Red de Espacios de Cine
El trabajo, que se desarrollará durante los meses de junio, julio y agosto, pretende valorar aquellos espacios cuyas características paisajísticas, arquitectónicas, de singularidad o por su poca ocupación o su estado de desuso puedan ser atractivos para el desarrollo de proyectos audiovisuales, reforzando y ampliando también la colaboración con los ayuntamientos en el marco de la Red de Espacios de Cine de Castilla-La Mancha. Esta última es una iniciativa en la que los propietarios, ayuntamientos o autoridades correspondientes, en base a acuerdos de colaboración, establecen los mecanismos necesarios de intercambio de información para potenciar la labor de la Film Commission.
Mike Villanueva, comisionado de este organismo, nos detalla que el equipo ya está trabajando en la ampliación del catálogo en la provincia Albacete, tras haber encontrado nuevos espacios en Ciudad Real y Cuenca. En las próximas semanas continuarán con las provincias de Toledo y Guadalajara.
Resalta que el catálogo pone en valor enclaves y lugares cuya condiciones “puedan atraer por sí mismos” a los productores. De hecho, afirma que en algunos casos, al visitar estos espacios, encuentran otros anexos que enriquecen las posibilidades de rodaje y que también se suman al proyecto.
No solamente lo bello, también lo útil
No se trata solo de localizar enclaves estéticamente bellos o llamativos. Villanueva remarca que es importante disponer de un conjunto de lugares patrimoniales atractivos, pero también recoger sugerencias de ayuntamientos y colectivos que pueden no llamar la atención en un principio por “no ser espectaculares” pero que “pueden servir para cubrir las necesidades de la industria audiovisual, conforme nos lo demandan y vamos conociendo lo que prefieren”.
¿Y qué ha pasado tras la pandemia de coronavirus? “Hay muchos factores que han hecho mella. Hay un cambio de paradigma en los rodajes, ya que ahora los protocolos son muy rigurosos, y a medida que los proyectos van llegando, cada vez hay equipos de producción más pequeños”. Esto para Castilla-La Mancha puede suponer una ventaja porque si bien antes las productoras evitaban desplazamientos por el gasto que suponía para grandes equipos, ahora con grupos reducidos “pueden desplazarse a lugares más lejanos que les permiten mejores condiciones de rodaje”.
Y es que el responsable de la Film Comission insiste en que este organismo ha funcionado desde el principio como “un aliado para el productor, la primera ventanilla que toca para conseguir sus peticiones”, que pueden variar desde demandas muy generales a otras más específicas sobre logística, hospedaje, servicios locales, permisos, etcétera. La comisión en estos casos se encarga tanto de facilitar los trámites como de darles seguimiento.
Ahora tienen además el objetivo de trabajar para generar un tejido empresarial local, evolucionar desde esa idea inicial de que Castilla-La Mancha fuera un plató de cine a convertirse también en productora de contenidos. “Queremos que nuestro talento sea capaz de contar historias y ojalá en un futuro a medio plazo seamos nosotros quienes demandemos los servicios de otros lugares, generando una industria como motor económico y no solo como un espacio que alberga producciones”, concluye.
Desde su puesta en marcha, la Castilla-La Mancha Film Commission ha tramitado ya 3.234 solicitudes y ha gestionado 672 permisos para el desarrollo de producciones audiovisuales, contando con 262 municipios adheridos a la Red de Municipios de Cine de Castilla-La Mancha.