Albacete cuenta con un libro más para reconstruir el mapa de su pasado. Pero no es un libro cualquiera. Hasta el momento, apenas se había hablado de ellas: las mujeres albaceteñas víctimas de la dictadura franquista. Para acabar con este velo de silencio, la profesora de la Facultad de Humanidades de Universidad de Castilla-La Mancha, Llanos Pérez Gómez, acaba de publicar un libro donde recuerda la historia de estas mujeres. El título de la obra es “Condenadas a muerte. La mujer frente a la justicia militar franquista en Albacete. (1939-1943)”. Hemos charlado con ella para que desvele los detalles principales de una investigación que ha sido presentada en Popular Libros de Albacete.
“Todos conocemos casos como el de 'Las trece rosas', que ha calado profundamente tanto en la historiografía como en la sociedad, además de por la crueldad del hecho en sí mismo, porque ha sido llevado tanto al cine como a la literatura. Sin embargo, muchas veces pasamos por alto que la ejecución de mujeres por parte de la dictadura realmente no fue una excepción, pues en todas las provincias hubo muchas ”rosas“ que han pasado más que desapercibidas tanto por la sociedad, como por la historiografía, y este libro trata de combatir precisamente con esta ausencia”, comenta Llanos Pérez Gómez.
Como la autora ha descubierto durante estos años de trabajo, en la provincia de Albacete un total de 38 mujeres fueron condenadas a muerte por los tribunales militares franquistas una vez que acabó la guerra civil en 1939. A veinte de ellas se les conmutó la pena capital por la inferior en grado, treinta años de prisión. “Aunque en tres de los casos, las mujeres nunca llegaron a salir vivas de la cárcel, pues murieron entre sus muros a consecuencias de diferentes enfermedades”, matiza la historiadora. Y añade: “Las 18 mujeres restantes fueron ejecutadas en cumplimiento de la sentencia, dos de ellas fueron fusiladas en Yeste y una en La Roda. Las otras quince se encontraban encarceladas en la antigua Prisión Provincial de Albacete, el edificio que hoy en día es la comisaría de la Policía Nacional, y desde allí fueron trasladadas de madrugada hasta el cementerio municipal, donde fueron ejecutadas en las tapias del mismo”.
Durante la presentación del libro, Llanos Pérez Gómez ha estado acompañada de dos compañeros de Facultad y de proyecto, Manuel Ortiz Heras y Damián A. González Madrid. Juntos impulsan el Seminario de Estudios del Franquismo y la Transición de quien ya dimos noticia a nuestros lectores. Ahora, después de veinte años de vida, han conseguido editar doce libros y algo muy importante para las investigaciones futuras. Como ha contado el catedrático Ortiz Heras, desde los últimos días, la Universidad es depositaria de las sentencias de la dictadura franquista referentes a Albacete. El equipo ha luchado durante ocho años para que este importante legado documental esté aquí. Una ayuda crucial que ampliará los 35.140 registros de personas que fueron víctimas de la dictadura en en Castilla-La Mancha.
El apoyo del Ministerio de la Presidencia, a través de la Secretaria de Estado de la Memoria Democrática, las ayudas de investigación de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el compromiso de la propia Universidad de Castilla-La Mancha están permitiendo que el Seminario de de Estudios del Franquismo y la Transición siga adelante con un proyecto accesible para la ciudadanía como es el “Mapa de la Memoria Democrática”. Para Manuel Ortiz Heras “no hemos superado como país este periodo traumático”.
En este sentido, durante al acto, Damián A. González Madrid ha reflexionado sobre la aprobación de la Ley de Memoria Democrática y los avances que ha supuesto como el reconocimiento de las víctimas, la ilegalidad del propio régimen y sus sentencias, la elaboración de un banco de ADN para identificar a las víctimas, mejor accesos a los archivos o la renovación de los contenidos educativos. El profesor opina que la ley “hace de nuestra sociedad una sociedad más decente”.
“Violencia franquista y gestión del pasado traumático”
Sin embargo, considera que es necesario hacer “un esfuerzo permanente y que participe la sociedad civil después de este impulso del Gobierno”. De este y otras interesantes cuestiones,ç se nutre otro libro presentado en el mismo evento: “Violencia franquista y gestión del pasado traumático”. Editado por Ortiz Heras y González Madrid recoge en 13 capítulos aspectos hasta ahora no conocidos y datos estremecedores como que Castilla-La Mancha, en proporción, fue uno de los territorios donde más violencia hubo.
Y como decíamos al principio, violencia también contra la mujer. Una violencia doble. Así lo resume Llanos Pérez Gómez: “Una doble represión; las mujeres sufrieron la violencia del régimen por ser rojas y por ser mujeres, porque la dictadura les tuvo en cuenta, no solo la ideología, sino su atrevimiento a mostrarla en público”. Las condenas estuvieron mayoritariamente vinculadas con la violencia en la retaguardia republicana. Unas condenas que llegaban en juicios sin garantías procesales, solo con una acusación, por un denunciante, sin pruebas.
Las mujeres han sido las grandes perdedoras de todas las guerras
No es una opinión. Es el resultado de un trabajo riguroso de análisis que la historiadora ha desarrollado en el Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid, el Archivo Histórico Provincial de Albacete y el Archivo General Militar de Guadalajara. Y no son solo números. La autora relata un caso particular que la conmovió:
“Un caso que me gustaría destacar es el de Francisca Tárraga Ortuño, una mujer de Fuente-Álamo, cuyo delito, según el juicio, había sido alegrarse de una muerte, sin ningún tipo de pruebas ni de testigos que lo corroboren. Francisca fue encarcelada en el penal de Chinchilla, su pareja también fue condenado a muerte y al igual que ella, fue ejecutado. Lo que hace diferente el caso de Francisca Tárraga es que se encontraba embarazada cuando fue detenida y encarcelada. Su pareja fue fusilado antes de que ella diera a luz. Y cuando apenas había transcurrido un mes del alumbramiento, Francisca fue trasladada a la Prisión Provincial para ingresar en capilla y posteriormente ser ejecutada. Su hija fue trasladada a la Casa de Maternidad, por ser huérfana de madre y padre como consecuencia de la violencia franquista”.
Esta historia ha estremecido al numeroso público que ha llenado la librería albaceteña para conocer este trabajo pionero. “Las mujeres han sido las grandes perdedoras de todas las guerras, porque sus historias o no han sido escritas o han tardado demasiado en vez la luz. Su invisibilidad en la historia es lo que hace que sea necesario que sus historias sean contadas”, dice Llanos y ella lo ha hecho, con rigor y compromiso. Su labor sigue y pronto conoceremos nuevos avances de una investigación histórica que pretende que no estemos condenados al olvido.