La asociación 'Ojos del Guadiana Vivos' (AOGV) ha celebrado una marcha reivindicativa desde los Ojos del Guadiana hasta Las Tablas de Daimiel para reivindicar acciones en este Parque Nacional que permitan, entre otras cosas, recuperar a corto plazo la funcionalidad hidrológica.
Bajo el lema “50 años agonizando. Nada que celebrar. Por un nuevo Parque”, el colectivo ha realizado un recorrido de 16 kilómetros, siguiendo el curso del río Guadiana hasta su entrada al Parque Nacional en el Molino de Molemocho.
A su llegada, firmaron un manifiesto consensuado con las diferentes organizaciones ecologistas que apoyan la marcha reivindicativa, impulsada con motivo de la celebración del 50 aniversario de la creación de este espacio protegido y que creen que “debe suponer una segunda oportunidad para hacer mejor las cosas”.
En este sentido demanda llevar a cabo distintas acciones como ampliar el Parque a todas las Tables que había, “como mínimo a todas las del Guadiana desde los Ojos hasta Alarcos y a la mayor parte de las del Gigüela, desde el Parque actual hasta las Tablillas del Záncara, al menos”.
Asimismo, consideran que se debe denominar “como se debe el nuevo parque: Parque Nacional de las Tablas y los Ojos del Guadiana”. Esta propuesta, afirman, “beneficiaría considerablemente a la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda”.
Y es que creen que “limitar la denominación del Parque Nacional al término de Daimiel es injusto; y, además, contribuye a disimular el verdadero marco de referencia y la problemática subyacente”. “Es el momento de enmendar el fatal error histórico de la declaración de este Parque en 1973 y es, además, la mejor manera de demostrar el compromiso con la Directiva Marco de Agua (DMA)”, añaden.
Piden limitar el regadío
La asociación 'Ojos del Guadiana Vivos' insta también a recuperar el dominio público hidráulico que, “aunque la Ley dice que es imprescriptible e inalienable”, asegura que “se ha visto ultrajado sistemática y particularmente en este caso”.
En este sentido, solicitan adoptar una nueva cultura del agua en la cuenca alta del río Guadiana que pase “por un cambio en la Política Agraria Regional que limite el regadío”. Entre sus reivindicaciones también aluden a la elaboración de un plan de restauración fluvial que devuelva a corto plazo la funcionalidad hidrológica del Parque Nacional“.
Tres décadas de emergencia
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel tiene más de 3.000 hectáreas, de ellas unas 1.500 encharcables. En más de la mitad de ese medio siglo de vida, durante unos 30 años este ecosistema fluvial producido por el desbordamiento de los ríos Guadiana y Cigüela ha pasado por situaciones de emergencia en función de los ciclos hidrológicos y debido a la sobreexplotación de los acuíferos. Hasta en el subsuelo, las conocidas como turbas se han llegado a incendiar por autocombustión debido a la falta de oxígeno.
En esa historia, las Tablas, refugio de avifauna como zona de invernada, mancada y nidificación, se han tratado de implementar distintas soluciones. La última, tras los dos últimos años de crisis en su encharcamiento: un trasvase desde el Tajo, el primero en 13 años y de tres hectómetros cúbicos (hm3), frente a los 20 que se derivaron en 2009. Esta decisión de la Comisión de Explotación del trasvase se produce después de que también se aprobaran bombeos de agua de pozos en septiembre de 2021.