¿Cómo eran los habitantes de la Mancha hace más de 2.000 años? La Motilla del Azuer puede tener la respuesta

Nada más comenzar los trabajos de investigación en la nueva campaña de excavación arqueológica en la Motilla del Azuer se encontró el cráneo de una persona que parecía un varón de entre 25 y 30 años y de complexión “fuerte”. El objetivo de esta nueva campaña es, precisamente, conocer mejor –no sólo desde el punto de vista físico, sino también del antropológico y de su cultura material– quiénes eran los que vivían en esta zona de La Mancha en lo que hoy conocemos como la localidad de Daimiel.

El arqueólogo municipal de la localidad ciudadrealeña, Miguel Torres, explica que el enfoque se está poniendo en esta ocasión en los distintos enterramientos identificados alrededor de la Motilla, un futuro Bien de Interés Cultural de la región, y que se considera de los pozos más antiguos de España. “Los descubrimientos han sido importantes”, señala Torres. Hasta ahora se han podido identificar individuos en cuatro enterramientos, aunque todavía no se ha podido datar con exactitud. “Sí cumplen el comportamiento típico de la edad de Bronce”, resalta.

Este período va desde el año 2.200 hasta el 1.500 antes de Cristo. “Sobre todo queremos conocer datos del área del poblado, que coincide también con la necrópolis del yacimiento que ha sido hasta ahora la zona menos investigada y a la que se han dedicado menos esfuerzos, pero que puede ofrecer datos interesantes del periodo”, resalta el arqueólogo. El sondeo se abrió ya en 2021, y ha permitido la apertura de dos zonas de enterramiento, que ya se habían identificado a través de labores de mantenimiento pero no habían sido excavadas.

El proyecto de investigación se está realizando gracias a una actuación conjunta entre el Ayuntamiento, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades, y el Gobierno municipal aporta el 51% de los más de 10.000 euros necesarios. Torres recuerda que, al igual que otros muchos casos, la situación se ha ralentizado por la pandemia.

Miguel Torres señala que gracias a estas actuaciones se podrá avanzar en el conocimiento del icónico yacimiento en el municipio y también para conocer cómo fueron los antepasados de los actuales daimeleños. “Además, está la propia función social que adquiere la arqueología si podemos conocer cómo vivíamos quienes se asentaron en la zona hace milenios”, resalta el arqueólogo municipal. Y es que, destaca, es un asentamiento típico del territorio y esto da un especial valor al conjunto que se está estudiando.

Al iniciar las excavaciones, el alcalde de la localidad Leopoldo Sierra recalcó que el Ayuntamiento “no va a cejar en la conservación y mantenimiento de un enclave único en España”. La Motilla fue incluida entre los ocho yacimientos más importantes del país para National Geographic. “Gracias a estas actuaciones reforzamos un yacimiento que coloca a Daimiel como un referente del turismo de interior”, añadió. En 2021, el Gobierno anunció que las 'motillas' serían reconocidas como Bien de Interés Cultural debido a su carácter “emblemático”.

Interés turístico

Las excavaciones en la Motilla comenzaron alrededor de 2013, explica Torres y fue en 2014 cuando comenzaron las visitas y se le comenzó a dar difusión al yacimiento. “Año a año, la repercusión que ha tenido ha sido mayor, aunque la situación derivada de la pandemia cortó en parte la trayectoria que había tenido en los últimos años”, señala el profesional. Sin embargo, los datos de este año ya demuestran que “no sólo se han recuperado las cifras, sino que han aumentado en el primer trimestre”.

En el primer semestre se han rozado los 5.000 visitantes que califican la experiencia de la visita con un sobresaliente alto, como destacaba la concejala de Patrimonio Cultural. “Son unos datos fabulosos. Hemos superado las cifras del primer semestre de 2019 con 4.790 visitas, con un grado medio de satisfacción de 4,7 sobre 5”, detallaba el alcalde de la localidad.

La fase de trabajo de campo se proyectó con una duración de dos semanas, que comenzó el 8 de agosto, y que luego se completará con una fase de laboratorio y distintos análisis que se extenderán hasta el otoño. El objetivo es obtener evidencias interesantes para avanzar en la interpretación y comprensión de este enclave icónico de la Edad del Bronce. La campaña de excavación arqueológica se lleva a cabo con alumnos universitarios, como prácticas.