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Jabalíes a la ‘conquista’ de las ciudades, también en el Corredor del Henares

La presencia de especies silvestres o salvajes en entornos urbanos o periurbanos se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en algo relativamente habitual. Es el caso de jabalí. Es animal que actualmente se encuentra en sobrepoblación en nuestro país es una especie oportunista, sin predadores y que ha perdido el miedo al hombre, con lo que su incursión a zonas urbanas cercanas a monte o parajes naturales es cada vez más frecuente. Uno de los últimos escenarios es la urbanización Caraquiz en Uceda (Guadalajara), donde han encontrado “el paraíso”, según señalan los expertos al alcalde del municipio, Domingo Canfrán, quien además es vecino de esta urbanización.

“Siempre ha habido en esta zona, pero desde hace un año hemos notado una sobrepoblación importante. Su presencia en primavera y, en especial en verano, ya es diaria. Están ya habituados a los humanos, porque miramos algún sistema de luces o sonidos, pero nada. Pero es un riesgo porque son animales salvajes. A nada un mal gesto o alguien que va paseando con su perro y provoque al animal y... Puede ser problema, a lo que se suma el riesgo de colisión con algún vehículo”, señala Canfrán, que lleva meses estudiando posibles soluciones. “Hemos comprado también repelente porque destrozan las zonas ajardinadas, ya que van buscando la humedad. Los jardines que tenemos en la Casa de la Cultura y en el centro médico los tienen completamente levantados”, añade.

Se puso en contacto con la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible para trasladar el problema y la Administración regional ha colaborado con el Consistorio para evaluar la situación y para abordar las posibles soluciones. “Ellos hicieron un primer estudio. Estuve con el encargado del área de caza, quien me dijo que la ubicación entre los arroyos que pasan, bordeando el río, lo encuentran un sitio muy cómodo y están resguardados. Cuando llega la noche salen a buscar agua y comida”, explica el edil. No lo tienen difícil en el núcleo urbano donde hay comida para mascotas y contenedores de basura que, dice, “les atraen”. Tienen 'controladas' dos piaras de entre siete y ocho miembros entre adultos y crías.

En estos casos, señala el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Rubén García, al ser ámbito urbano es el ayuntamiento del municipio el que debe hacer un plan de control de estos animales. Algo en lo que están, según señala el edil de Uceda, “de la mano de una empresa especializada en esta materia con amplia experiencia en trabajos en la Comunidad de Madrid”. Ya se ocupa de tareas similares en municipios como Alcobendas o San Sebastián de los Reyes que también tienen espacios naturales alrededor y han tenido problemas parecidos“, apunta este alcalde.

Tras valorar varias opciones la que se presenta como efectiva a falta de concretarla en el plan de actuación es la caza selectiva. “Hablaron de poner pienso con anticonceptivo para que no se fueran reproduciendo, pero ya nos dijeron en la delegación que es un problema porque esa comida la comen los jabalíes, pero también los corzos y se altera el ecosistema. Otras opciones es la captura y trasladarlos a un coto, pero los profesionales te dicen que son animales que tienen una cierta querencia y al final acaban volviendo. En uno o dos días hacen recorridos de más de 20 kilómetros y vuelven al sitio en el que están bien”.

Para poner en marcha este plan, más pronto que tarde, insiste el edil, esta empresa especializada denominada ADD OPS ha tenido contacto con la Administración regional para adecuarlo a la normativa de Castilla-La Mancha. Será la Junta castellanomanchega la que tendrá que dar luz verde, al igual que el consistorio, a las actuaciones.

¿Por qué se producen estas incursiones de animales salvajes en zona urbana?

Alfonso del Valle, de la empresa especializada en control de animales apunta que los cambios de usos en el monte han provocado que el jabalí, haya colonizado territorios nuevos. Antiguamente, dice, la población estaba más controlada porque había más caza en el monte como tal -no en los cotos privados- y las poblaciones de estos animales eran más pequeñas.

“Tampoco tienen depredadores a excepción del lobo, pero son pocas las manadas asentadas cerca de zonas urbanas. Los jabalíes son predadores generalistas y oportunistas, es decir, son omnívoros y se alimentan de todo. A eso se suma que son muy prolíferos, crían muy bien y al tener urbanizaciones y casas cerca del monte los jabalíes se han antropizado y han ido perdiendo el miedo y aquerenciándose a zonas urbanas”.

En esta línea, el presidente de Ecologistas en Acción de Guadalajara, Tino Tovar, alerta de un desequilibrio en el ecosistema generado por el hombre a lo largo de los años. “Tenemos que tener en cuenta es que el ecosistema natural está muy alterado, pero no de ahora, desde hace mucho tiempo. Un ecosistema en el que no hay equilibrio significa que faltan depredadores y también faltan grandes herbívoros y esto favorece a especies oportunistas como es el caso del jabalí”, señala Tovar.

A eso suma como factor de estas incursiones el acceso fácil a la comida. “Si la basura no está bien guardada eso es un punto de atracción para ellos y si los jabalíes aprenden que en Caraquiz tienen acceso fácil a los cubos de basura, pues evidentemente sabiendo eso van a bajar”, añade. 

Del Valle señala que actualmente existe sobrepoblación de esta especie en toda España. Una tendencia que no es nueva y viene de los últimos años, y que conlleva numerosos problemas que van desde accidentes de tráfico, siendo el animal implicado en un mayor número de siniestros con víctimas (40%), por delante del canino y del corzo, según datos de la DGT, así como transmisor de enfermedades al hombre y a la ganadería, recuerda este experto.

En casos como el de Caraquiz, en cuyo plan todavía están trabajando y cercano al cual existe un coto de caza, “recomendamos hablar con las sociedades de cazadores cercanas y facilitarles el trámite de permisos de espera para que sean ellos quien en los cotos de caza pueden controlar la población previa a que se introduzca en zonas urbanas”.

“En zona periurbanas lo que hacemos es la caza con jaula. Se les ceba con alimento y captura en vivo y debido a la gran cantidad de enfermedades que pueden trasmitir no son transportados a ningún otro sitio, sino que nosotros tenemos nuestro propio centro de concentración de jabalíes que capturamos vivos. Allí se les hacen unas pruebas sanitarias y si están aptos van para centro de procesado, son aprovechados para carne”, explica del Valle. Por último, está la opción de abatirlos con arma de fuego en caso de zonas periurbanas y parcelas bien municipales o privadas, previa autorización, y que se hace de forma más puntual.

Del Valle reconoce que cada vez hay más demanda de estos trabajos “y se nota que cada vez tenemos controladas las poblaciones en ciertos municipios donde ya capturamos hembras, crías y algún adulto”. Zonas como Las Rozas u otras localidades de la Sierra de Madrid, pero también recientemente en Alcalá de Henares son otras ciudades donde se han avistado jabalíes.

“Hemos llegado a capturar 2.500 jabalíes en un año. De ellos unos 640 en zonas fuera de El Pardo y casi 1000 en el Pardo”, afirma este responsable de la zona centro en esta empresa, a lo que hay que sumar las actuaciones en otros puntos de nuestro país.