PSOE y Ahora Guadalajara exigen que el Mercado de Abastos tenga una gestión pública tras su reforma
Guadalajara es una de las poblaciones históricas de Castilla. Sin embargo, el paso del tiempo, el deterioro de su patrimonio histórico y la ‘fuga’ de habitantes a raíz del incremento de los precios de la vivienda han convertido el casco histórico de la capital arriácense en un páramo que ningún equipo de gobierno municipal desde el arranque de la democracia ha conseguido ‘levantar’.
Una de las obsesiones del Ayuntamiento de Guadalajara durante las últimas décadas ha sido revitalizar el centro, como paso ineludible para reanimar la ciudad. Ninguno lo ha logrado. Ahora el último intento centra sus esfuerzos en reactivar la actividad comercial mediante la reforma del Mercado de Abastos, que en los últimos años ha perdido 15 puestos de alimentación.
El Ayuntamiento de Guadalajara (PP) anunció recientemente que este verano dará comienzo el proyecto para “recuperar, rehabilitar y reformar” el actual edificio del Mercado de Abastos, ubicado a pocos metros de la plaza Mayor de la capital alcarreña. Tal como avanzó Antonio Román, alcalde de Guadalajara, el mercado mantendrá los comercios actuales y habilitará nuevos espacios destinados a la restauración, hostelería y ocio. Se dará, a su juicio, “un paso más en la recuperación del casco antiguo y se pondrá en valor un edificio importante desde el punto de vista patrimonial”, que fue ideado por Mariano Medarde en 1883.
El presupuesto del proyecto asciende a 860.857 euros, a lo que habría que sumar el IVA. Estará cofinanciado al 80% mediante el programa operativo Feder de la Unión Europea correspondiente al periodo 2014-20. El plazo de ejecución será de siete meses, pero podrá reducirse.
Román reveló que el proyecto auspiciado por el Consistorio guadalajareño dará mayor protagonismo a la entrada más próxima a la calle Doctor Mayoral, eliminándose la parte más próxima a dicha calle, que hace años estaba ocupada por la cafetería y otros establecimientos. Además, se creará una entrada a nivel de la calle para favorecer su accesibilidad.
Por otro lado, se eliminará el acristalamiento existente en el lateral que da al aparcamiento, se subirá el nivel del suelo del dicho aparcamiento para que la planta 1 pueda tener salida directa a una zona que se convertirá en un espacio polivalente, capaz de albergar actividades culturales y de ocio al aire libre.
Asimismo, se recuperarán las ventanas existentes en el nivel 2 del edificio -actualmente están tapiadas- y se incorporará un ascensor e itinerarios accesibles. La escalera también se reformará y se instalará un sistema de climatización eficiente. Los elementos de ladrillo y mampostería, dañados por el paso de los años, serán objeto de una rehabilitación integral.
Tres plantas
El propio Román confirmó en rueda de prensa que los comerciantes se situarán en la planta 0 del mercado mientras que en la primera planta “se ganará superficie reduciendo el vano central”. El objetivo es que este espacio albergue establecimientos dedicados a la hostelería y al ocio. La segunda planta contará con un espacio en forma de ‘U’ polivalente, un espacio orientado a albergar conferencias, talleres, exposiciones y conciertos e incluso para instalar más puestos del mercado.
Según el Ayuntamiento, el proyecto incorpora la mejora de la cubierta, la colocación de cierres de locales a través de sistemas enrollables motorizados, la instalación de alumbrado exterior en la fachada (tendrá un carácter ornamental y se situará en los pilares de la fachada del edificio), instalación de detectores de presencia en el alumbrado y mejora del pavimento de la escalera.
La previsión municipal es mantener la actividad del mercado mientras se dilaten las obras. Es decir, éstas se llevarán a cabo con los comerciantes dentro aunque el Ayuntamiento no descarta el cierre del mercado en algunas fechas que se ha comprometido a consensuar con los propios dueños de los diferentes negocios. Y, en cuanto al mercadillo, cambiará de ubicación durante la ejecución del proyecto: los martes se situará en el aparcamiento anexo a la plaza de toros de Guadalajara y los sábados en la calle La Tajera, próxima al parque de Aguas Vivas.
Asignatura pendiente
Todas las formaciones políticas han prometido desde hace casi dos décadas la reforma del Mercado de Abastos, muy afectado por la pérdida de población del casco antiguo y por la falta de dinamismo económico de este barrio.
Lucía De Luz, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Guadalajara, define el proyecto a eldiarioclm.es como “poco funcional e imprudente”, porque el equipo de Román, después de años sin haber licitado ningún puesto cerrado, no ha contado con la participación de los comerciantes para saber qué usos necesita el mercado y cómo puede ayudar a recuperar la vida en el centro de la ciudad“. Además, asegura que ”es otro ejemplo más de la tendencia del Ayuntamiento de externalizar todo, cuando se podría gestionar directamente con recursos propios sin encarecer el servicio“.
En la misma línea se manifiesta Susana Martínez, concejal de Ahora Guadalajara, quien considera que “es tiempo de dar una salida a este edificio histórico, después de 10 años de dejadez de este Ayuntamiento, que espera a que se deterioren los inmuebles para hacer al final grandes obras”. Asimismo, advierte de que “se va a invertir dinero público en su rehabilitación con el fin de cederlo a una empresa”. En este sentido, Martínez defiende que “la gestión debe ser pública, centrarse en recuperar el comercio de proximidad y mantener los edificios vivos para los vecinos”. Y, asevera que, “a día de hoy desconocemos cuál es la apuesta de este equipo de Gobierno para el mercado”, puntualiza Martínez.
La situación del mercado no es ajena a la del resto de galerías comerciales de este tipo en otras ciudades de España, en las que el comercio minorista se ha visto perjudicado por el avance de las grandes superficies.
Ésta es la razón de fondo que empuja a los comerciantes a pactar con el Ayuntamiento la reforma del mercado y al propio Ayuntamiento a realizar un último intento para reanimar este espacio aplicando una fórmula que ya ha funcionado con éxito en otras urbes, como Madrid o Barcelona, en la que se conjuga la actividad comercial tradicional con la oferta de ocio y hostelería.
Sin embargo, varios comerciantes del Mercado de Abastos, al ser preguntados por este digital, se quejan de “la falta de información” por parte del Ayuntamiento acerca de cómo se va a desarrollar la reforma. “Solo nos reunieron en marzo para hablarnos del proyecto del exterior, pero no nos llamaron para participar en la presentación de las obras hace unos días y todo lo que sabemos es, a través de los medios de comunicación”.
Con respecto a la gestión del mercado, sostienen que “debe ser gestionado por una empresa privada que tenga experiencia ya en otros centros”. Además, consideran “acertada” la fórmula por la que ha optado el Consistorio de combinar el comercio tradicional con otras actividades de ocio y turismo, “porque es una forma de atraer gente al centro para que conozcan Guadalajara y sus productos”. Pero, si algo tienen claro los comerciantes es que “tenemos que trabajar unidos para sacar adelante el mercado”, concluyen.
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