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Así es la vida de un pueblo de Cuenca que vive sin cobertura móvil en sus calles

Hace ocho años Sergio tomo una importante decisión en su vida. Junto con su familia decidió abandonar Barcelona, lugar en el que residían, y comenzar una nueva etapa en su pueblo, Las Rinconadas, una pedanía del municipio de Santa Cruz de Moya, en la provincia de Cuenca. “Queríamos un cambio de vida y por eso decidimos venirnos a vivir al pueblo porque solo vamos a vivir una vez, por lo que dejamos nuestros trabajos y montamos nuestra nueva vida en el pueblo”.

Es uno de los pocos jóvenes que reside en esta aldea, en la que apenas 30 personas viven durante todo el año, aunque en verano pueden llegar hasta los 500 habitantes. La principal peculiaridad de esta pedanía es que a día de hoy sigue sin tener cobertura móvil. Las Rinconadas es una de las tres aldeas que integran Santa Cruz de Moya. Esta pedanía se encuentra en un paraje de la Serranía Baja de Cuenca, a un paso de Valencia y Teruel.

Hace unas semanas, el Gobierno de Castilla-La Mancha anunció su intención de continuar con el despliegue de antena de cobertura 4G en Castilla-La Mancha, para llegar a 200 pueblos de menos de 100 habitantes de la región, es decir a los municipios más pequeños. “Lo que nos hemos propuesto es llegar a municipios o pedanías que todavía no tienen conexión a internet de calidad o incluso que no tienen telefonía móvil”, señaló el director general de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías, Alipio García.

Con este objetivo, el Ejecutivo regional ha anunciado que está elaborando un mapa de necesidades por localidades. Precisamente, Las Rinconadas es una de las aldeas que no cuentan con cobertura móvil, según su alcalde, Virgilio Antón Antón, porque no son rentables. “Está claro que los que tienen las competencias para poner las redes son las compañías y al final son números y si no salen, no salen”. El primer edil es consciente que este problema lo tienen otras localidades aunque reivindica la igualdad de todos los ciudadanos vivan donde vivan. “Sabemos que no somos gente suficiente pero tenemos que tener los mismos derechos que tienen en Cuenca, Valencia u otras capitales de provincia”.

No hay cobertura móvil en las calles de la aldea aunque sí hay internet en las casas, eso sí, con una señal “muy mala”. Los vecinos dicen estar acostumbrados a esta situación aunque piden que llegue la cobertura móvil por dos razones: “La primera por un tema de urgencias, que ya nos ha pasado, porque cuando ocurre algo tienes que ir corriendo a un teléfono fijo a llamar y la segunda para evitar la despoblación porque hay mil trabajos que se pueden hacer desde casa y si no hay internet no hay manera de establecerse en la aldea”, explica Sergio, un vecino de la pedanía.

En el caso de Sergio, es uno de los pocos vecinos que tiene cobertura e internet en casa, pero en cuanto sale de su domicilio deja de funcionarle el móvil. Sus hijos también se han acostumbrado a esta situación porque han crecido sin conexión móvil por las calles de la pedanía, aunque la realidad es que están deseando llegar a una zona con cobertura para poder llamar o navegar por internet.

“Cuando me vine a vivir aquí yo ya sabía que no tenía cobertura de móvil, de hecho el año que me instalé en la aldea fue cuando conectaron el ADSL pero claro a una velocidad muy lenta aunque en casa se puede vivir”, explica Sergio. “A mi me da la sensación de que todo este bombo que ha recibido en los últimos días el tema de la conexión es una cuestión política, porque teóricamente iba a estar puesto antes de navidad, la obra la han parado tres o cuatro veces ya, y ahora de repente existe este boom, y la realidad es que sigue parado”.

Por su parte, el alcalde de la localidad también se muestra esperanzado con la llegada de la conexión móvil a la pedanía aunque la realidad, asegura, es que debería haberse conseguido ya. “Estaba previsto que se acabaran antes y ahora va para adelante pero no con la velocidad que nos gustaría”, confiesa Virgilio Antón Antón. “Mientras no hemos tenido nos hemos aguantado, pero ahora que sabemos que está tan cerca pues por problemas burocráticos se para o no va todo lo rápido que nos gustaría”. De hecho no se ha atrevido a dar ninguna fecha para su puesta en marcha, aunque confía en que sea “cuanto antes”.

“Hay que ser conscientes de que cuantos más recursos tengamos mejor, porque al final es difícil frenar la despoblación. Estamos en una situación crítica porque los pueblos van para abajo pero hay que ir haciendo cosas”, explica el alcalde del municipio. “Nos fastidia estar sin cobertura porque perdemos oportunidades de negocio”, principalmente por los vecinos que viven todo el año.