Hace 80 años llegó a Albacete el primer contingente de las Brigadas Internacionales. Los brigadistas eran jóvenes, inexpertos en el manejo de las armas, distaban mucho de ser soldados como los que acompañaban al ejército sublevado. Eran voluntarios que unidos llegaron a la provincia para convertirse en el ejército internacional que quería poner fin a los idearios franquistas, afines al fascismo que se arraigaba en una Europa cercana a vivir la II Guerra Mundial.
De su paso quedan recuerdos y vestigios que ya forman parte de la historia de la provincia y que, gracias al Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internaciones (CEDOBI), se compilan en un mapa interactivo que marca los lugares donde los brigadistas pasaron los años de la guerra.
Es un mapa digital en el que llevan más de un año trabajando y donde se puede ver los edificios que sirvieron de acuartelamientos, hospedaje, hospitales o zonas de maniobras. Este recurso interactivo permite conocer el Albacete de la Guerra Civil y muestra, a través de fotografías, el antes y el después de edificios o lugares concretos llevando a los usuarios en un viaje por la historia.
Un trabajo divulgativo y necesario, dice el director del centro, Antonio Selva, que responde a las necesidades de visitantes que llegaban al CEDOBI pidiendo información sobre las brigadas y que en su mayoría eran descendientes de los propios brigadista. “Los hijos y nietos de los brigadistas venían a Albacete buscando los recuerdos que sus padres y abuelos les habían contado durante toda su vida”, cuenta Selva.
Ahora, gracias a este mapa podrán ubicar el lugar exacto, el municipio, donde destinaron a cada brigada y bajo qué mandos. Este nuevo recurso se completará con la aplicación móvil “que te llevará a unos puntos y te hace una ruta completa del lugar” y a la que se incorporan audiodescripciones.
Cuarenta puntos localizados en la capital
Las Brigadas Internacionales llegaron a todos los rincones de la provincia pero fue en la capital donde su actividad era más intensa y así se muestra en el mapa. “Tenemos 40 puntos localizados en la ciudad y vamos subiendo”, explica el director del CEDOBI, que se detiene en el Altozano, la plaza central de Albacete y donde más recursos y vestigios quedan.
Además de los refugios antiaéreos que está debajo de la propia plaza, edificios como el Gran Hotel, el cine Capitol o el Edifico del Banco de España fueron utilizados en el día a día de las Brigadas Internacionales. Otros, sin embargo, han desaparecido, como la estafeta de Correos que se sabe estaba allí.
A lo largo de estos años de trabajo y a base de reunir documentos gráficos se han ido también “corrigiendo errores que habíamos dado por buenos a lo largo de la historia y que alteraban la realidad”, señala Selva. Un ejemplo que pone el director del CEDOBI es el que “desde siempre se había dicho que en Valdeganga había un hospital” pero al comparar fotografías se dieron cuenta de que se referían a otro municipio que tiene el mismo nombre pero que pertenece a la provincia de Cuenca.
Resistencia para recuperar la memoria
Al describir el mapa y la aplicación móvil Antonio Selva los define como recursos turísticos o para investigación pero no cree que pueda servir para recuperar la memoria y el conocimiento de las Brigadas Internacionales y el papel que jugaron en la Guerra Civil desde la provincia de Albacete. 

El motivo, dice, que hay una “resistencia a recuperar la memoria” más evidente en la capital donde el desconocimiento de donde estaban las Brigadas y qué hicieron es mayor que en algunos municipios de la provincia como Mahora, Tarazona de La Mancha y Madrigueras. Se debe, dice Selva, que a partir de el 1 de abril de 1939 Albacete y sus ciudadanos han querido olvidar lo que fue la Guerra Civil y qué papel tuvo en ella.