Eusebio García Coronado, decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha ha pedido al Gobierno de Castilla-La Mancha “sentarse” con el sector de la construcción para “reinventar” el modelo. “Castilla-La Mancha necesita volver a impulsar el sector dela construcción, y no hablo solo de vivienda, para mantener el Estado de Bienestar”.
En este sentido, ha pedido abrir una mesa de debate en la que participe el sector, la Universidad de Castilla-La Mancha y la propia Administración para “poner proyectos sobre la mesa, a modo de tormenta de ideas”. Una manera, sostiene, para saber si el nuevo modelo debe pasar por aportar por el diseño, la rehabilitación o la industrialización, entre otras cosas.
También abogaba por que la Administración regional permita que los Planes de Ordenación Municipal (POM) puedan ser aprobados “por partes”. Eso, en su opinión, “facilitaría los procesos de planeamiento” en los municipios sin que tengan que ser prolongados en el tiempo hasta la redacción y aprobación completa de cada POM en cuestión.
Lo decía durante el Foro de Debate ‘La construcción, motor de crecimiento’, en la Biblioteca regional, en el que se realizó un diagnóstico sobre un sector que para García Coronado ha sido “damnificado” en estos años de crisis económica. “A la construcción se la ha vapuleado por activa y pasiva pero ha hecho mucho por este país” porque, sostiene, “a ella, junto con el sector turístico, se debe parte del Estado de Bienestar”. El decano de los arquitectos cree que España “crece de forma equivocada” porque se trata de un crecimiento “financiero y monetario que no es la economía real” y asegura que “los salarios bajos son un problema”.
Arquitectura ciudadana, “clave” en el cambio de modelo
También se refería al papel de la arquitectura que, en su opinión “no es algo al servicio de la especulación, sino de la sociedad. Y por eso la sociedad debe apropiársela”. Que la arquitectura pase de ser mera actividad privada a “una cuestión pública”, aseguraba, “podría ser la clave en el cambio de modelo”. Un debate que ya está abierto a nivel nacional.
Falta un cambio de “modelo constructivo”, añadía, que necesita “imaginación” y “soluciones para una nueva realidad”. En su opinión, la arquitectura es “un vórtice energético que puede crear riqueza” y en este sentido hacía un llamamiento a las administraciones para que “impulsen proyectos creados por la gente”.
Las tres ‘leyes’ de la Junta que cambiarán el modelo
En el debate, moderado por la periodista Ana Victoria López, la titular de la Consejería de Fomento, Elena de la Cruz, se mostraba de acuerdo en la necesidad de un cambio de modelo aunque matizando que la construcción “no puede ser el único motor económico, sino uno más”. Recordaba cómo “en unos pocos años se ha construido lo que debería hacerse en 50” y, en este sentido, comentó que “falta un equilibrio” para recuperar una “actividad razonable”.
Su departamento propondrá una nueva Ley de Urbanismo que incluya la construcción “por fases” y una edificación “más cerca del municipio porque luego a cada Ayuntamiento le cuesta mucho mantenerla”. También apuesta por “crecimientos urbanísticos con topes y de forma ordenada”. Y además, un guiño al asentamiento empresarial en zonas rurales. “Una agroalimentaria no puede esperar a que haya un polígono industrial en un municipio”. Por eso, la Junta estudia permitir “pequeños crecimientos” urbanos que den salida a empresas interesadas en instalarse sin tener que esperar al planeamiento.
Elena de la Cruz cree que la reconversión del sector vendrá “de la mano del buen diseño, más funcional, que cubra las necesidades de las personas”. Se acabó el ‘boom’ inmobiliario, la mala arquitectura y los arquitectos ‘estrella’. Elementos que, a su juicio, han caracterizado una época que no debe repetirse.
Junto a una nueva Ley de Urbanismo se propondrá otra de Planificación Territorial. “Ambas están en proceso”, dijo, para incorporar la figura del “paisaje, como elemento importante de sostenibilidad” y una Ley de Vivienda que sea “social” y que priorice la rehabilitación porque, recordaba, “hemos perdido mucho patrimonio”.
“Hay ayuntamientos que no tienen normas de estética, por ejemplo, sobre materiales a usar en el municipio” y por eso apuesta por nuevas reglamentaciones que permitan a los pueblos desarrollar “normas útiles, flexibles y garantistas”. Apostó también por “diversificar” la actividad del sector. “Tenemos que abordar las depuradoras, las carreteras. El motor se ha basado en la vivienda pero hay que diversificar porque hay que modernizar y hacer obra nueva”. En este sentido, recordó que faltan 548 depuradoras por construir. Formarán parte de la nueva actividad para el sector.
Trabajadores sociales que enseñen “convivencia”
Además, abogó por la necesidad de una educación que fomente la “convivencia” en la vivienda social. La Junta tiene previsto un plan para incorporar profesionales (trabajadores sociales en concreto) “para que las familias aprenden a convivir”. Un proyecto para el que ya se están seleccionando “bloques piloto” en Toledo y que tendrá “continuidad en el tiempo para que cuando la familia esté normalizada, se la pueda cambiar de ubicación. Y es que, sostiene ”cuando hay guettos, la solución es tirar el bloque de viviendas. El tema de la vivienda social se ha abordado de forma parcial, ahora lo haremos de forma global“ con el apoyo dela Consejería de Bienestar Social.
David Rodríguez de Arce, secretario de la Federación Regional de Empresas Constructoras de Castilla-La Mancha (FERECO), pedía “realismo” a la hora de cambiar el modelo y buscar fórmula que permitan un “equilibrio entre la necesidad real de población y el ritmo de construcción”. Recordaba, en este sentido, que hay varias provincias de la región que viven de la construcción. Un sector, dijo, al que se dedica hasta un 35% de su población activa. Reconocía que la burbuja inmobiliaria “la hicimos entre todos” pero pidió a la Administración “herramientas” que eviten “trabas” a las empresas del sector.
Más participación ciudadana en la futura normativa
Luis Álvarez, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Toledo, aseguraba en el foro que existe una especial sensibilización“ relacionada con la vivienda. Un sector, dijo que ”a muchos les ha cambiado la vida porque estaban convencidos de que la Constitución garantizaba el derecho a la vivienda digna pero la crisis y los desahucios nos hicieron ver que la realidad iba por otro lado“.
Álvarez pidió “respuestas” para las necesidades reales de vivienda, así como más participación ciudadana en la futura normativa regional y hacer “efectivo” el derecho a la vivienda que recoge la Constitución. “No hay que permitir que ninguna persona se quede en la calle”, añadía, para pedir “eficacia” y no volver a caer “en lo del aeropuerto de Ciudad Real o las urbanizaciones a 10 kilómetros de los pueblos”.
Medidas fiscales que hagan “atractiva” la rehabilitación
Carlos Rojo, presidente del Colegio de Arquitectos de Toledo apostó por recuperar la rehabilitación y pidió a la Junta “medidas fiscales” para que al sector le resulte “atractivo” este tipo de actividad. También abogó por “reducir tiempos” en los planeamientos municipales porque “la situación está paralizada en muchos ayuntamientos” y por distinguir entre grandes ciudades y pequeños municipios a la hora de aplicar la LOTAU, la Ley de Ordenación del Territorio y de la Actividad Urbanística.
“El arquitecto estrella aún no lo sabe pero ha muerto”
Desde el ámbito universitario, Juan Mera, director de la Escuela de Arquitectura de Toledo apostaba por una “cura de adelgazamiento” en el sector de la construcción. En su opinión, la Administración “debe trocear las adjudicaciones públicas” y “derribar lo que hace daño a las ciudades” buscando un modelo de ciudad diferente en el que la arquitectura no se conciba como mera edificación sino como “un arte un arte que atienda a una necesidad” frente a un “negocio inmobiliario que se vuelve peligroso por la cantidad de dinero que maneja” e instó a los ayuntamientos a “aprender” sobre la importancia de las Comunidades Autónomas a la hora de afrontar su “debilidad ante presiones urbanísticas”.
“El arquitecto estrella no lo sabe aún pero ha muerto” aunque también reconocía la necesidad de “arquitectos ejemplares, que lideren” porque “no puede ser que les importe un pito quien vive dentro de los edificios”. En este sentido, decía, “la crisis ha servido para tomar conciencia social y no producir guettos”.
Pedía también “imaginación” porque “si tenemos un aeropuerto vacío no hay que flagelarse sino darle nuevos usos” y entre las nuevas ideas para la edificación apostó por “bloques tumbados” para evitar “viviendas horrorosas”. Bloque sí, pero…Mejor, de una sola planta.