- Gregorio Planchuelo, Fernando Pindado y Helena Galán, responsables de este tipo de procesos en Madrid, Barcelona y Toledo, comparten experiencias junto a eldiarioclm.es
Éxito de participación en el Encuentro Internacional de, valga la redundancia, Participación Ciudadana celebrado en Toledo dentro del marco del Congreso de Innovación Pública con aforo completo en las ponencias y talleres organizados. Los responsables del área en los Ayuntamientos de Madrid, Barcelona y Toledo han compartido experiencias junto a eldiarioclm.es y también de cuál es el futuro de una democracia que está cada vez más abierta. Las conclusiones son claras: la ciudadanía no puede dejar de elegir.
Gregorio Planchuelo es el director general de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid y explica que la apuesta de la capital española ha sido por un sistema de individual, gracias a la herramienta 'Consult' disponible en la página de Decide Madrid. Ésta nace de un instrumento que sale directamente del movimiento del 15M, 'Propongo', y que permitió llegar al ayuntamiento “ya pensada” y que daba voz a cada uno de los ciudadanos, sin depender de asociaciones vecinales o movimientos sociales similares.
Fernando Pindado, comisionado de participación del Ayuntamiento de Barcelona, explica que lo importante es que la administración local debe “asegurar” que estos procedimientos sean posibles, sin importar “cuán difícil” sea el proceso. “Coincidimos con cualquier ciudad que quiera mejorar la democracia y lograr que la gente tenga acceso directo a los canales de toma de decisiones”, señala. De ahí nace un sistema complejo que pretende “blindar” este tipo de recursos y que se ha incorporado a una plataforma digital.
A diferencia de los otros Ayuntamientos, en Toledo hubo que partir prácticamente de cero. Así lo explica la concejala de Participación Ciudadana, Helena Galán, que recalca que el reglamento que existía “no valía” porque no contaba con conceptos reglados y finalmente el ciudadano no tenía “voz ni voto”. “Lo primero que tuvimos que hacer fue legislar, porque no podíamos hacer una consulta o una iniciativa no teníamos las herramientas. No tenía sentido”, explica. Para iniciarse así, se valieron de la ayuda de otros Consistorios, como el de Madrid. “Nosotros ofrecemos nuestras herramientas a todos los que lo necesitan”, señala el madrileño. Se trata, afirman, de un trabajo que debe hacerse en red, entre las ciudades que quieran impulsar estos procesos.
El problema, recalca Galán, no recae en la dificultad en crear procesos participativos, sino en el “marco actual”. “A algunos grupos políticos les da un poco de miedo dar voz a los ciudadanos. La sociedad civil ha estado totalmente desmarcada de la vida política y lo que tenemos que hacer es contar con ella, crear debate para decidir lo que hacemos”. “El ciudadano no debe empoderarse. De ellos, de hecho, emanan los poderes del Estado”, explica Fernando Pindado, que defiende que las administraciones democráticas “deben facilitar que la ciudadanía ejerza su poder”.
El barcelonés explica que, de hecho, ha existido la posibilidad de intervención vecinal desde la creación de la primera Ley de funcionamiento de los Ayuntamientos, un “derecho de propuesta” que se puso en marcha por primera vez hace dos años en la ciudad condal. “Pero si existe un canal claro, la gente lo utilizará. Es nuestra obligación diseñarlo y hacer que su uso sea legítimo”.
En el caso de la capital española, Planchuelo explica que la participación era parte del compromiso político adquirido por Ahora Madrid. Sin embargo, la evolución de las propuestas recibidas y su votación ha tomado tiempo: la primera que se hizo recibió 17.000 votos. La segunda, cerca de un cuarto de millón. Ahora mismo, hay más de un millar de actuaciones que han sio decididas por los madrileños, que se votan al alcanzar el 1% del censo electoral de la ciudad.
Por otra parte, la concejal toledana explica que la voluntad política del encargado del área dentro de la administración es fundamental. Más allá de la formación que necesiten recibir los funcionarios, si no existe un convencimiento desde el mismo equipo de Gobierno, explica Galán, no se sacará adelante. En el caso de Madrid, los funcionarios se pudieron ofrecer como voluntarios para participar en una dirección general que no existía hasta la llegada de Ahora Madrid.
“Lo importante es que exista la capacidad de interferir en la agenda política”, explicaba el barcelonés. ¿Cuál es el futuro de estas políticas que se han puesto en marcha en los últimos años? Planchuelo señala que en Madrid hay un anexo independiente en los presupuestos que establece que los 100 millones de euros aprobados en 2018 deben ejecutarse de manera obligatoria. De cara al largo plazo, o a un posible cambio de Gobierno, cree que las políticas de democracia más abierta no desaparecerán. “Tenemos más de 400.000 inscritos. Más de 5 millones de votos. Va a ser muy difícil que venga alguien a decir que ahora no se consulta. La decisión de los ciudadanos de participar hace inviable que esto pueda retirarse”, asegura el madrileño.
Barcelona y Toledo están de acuerdo. “Da igual la ciudad que sea, si das la oportunidad de ser parte de esto, es difícil que cualquier gobierno lo tumbe. Hoy por hoy todos los partidos hablan de participación, todos tienen primarias, y así la ciudadanía va a exigir sus presupuestos participativos y sus consultas”, reflexiona Helena Galán. Pindado recalca que lo necesario es que exista realmente un “reconocimiento institucional” de este tipo de medidas. “Necesitamos práctica social, clara, transparente y fiable”, asegura el barcelonés que defiende que estos procedimientos son una “necesidad más” de la ciudadanía y deben considerarse como tal.