El Rincón Lento: diez años de ecofeminismo en Guadalajara

Defiende la filósofa feminista Alicia Puleo en su obra 'Ecofeminismo'. Para 'Otro Mundo Posible' (Cátedra, 2011) que “libertad, igualdad y sostenibilidad puede ser un buen lema para guiarnos en el incierto siglo que vivimos”. Precisamente, esta simbiosis entre igualdad de género y respeto por la naturaleza conforma la razón de ser de El Rincón Lento, una asociación ecofeminista que nació en Guadalajara hace una década con la inquietud de reflexionar sobre el mundo desigual y etéreo actual y proponer otra forma de vida, cooperativa, ecologista y, sobre todo, pausada.

Jose Ramón Paramio, fundador de esta asociación asegura a eldiarioclm.es que la esencia del Rincón Lento es “construir una alternativa crítica con la economía y la sociedad capitalista, que impone un ritmo rápido e inviable, a través del fomento de hábitos como la lectura, la agricultura ecológica o el slow food, que son por definición actividades lentas”.

El Rincón Lento es un ecosistema que rinde tributo al silencio y la armonía frente a un mundo urbano acelerado; un proyecto colectivo que invita a replantearse las coordenadas que marcan el paso de una sociedad global e hiperconectada, pero, al mismo tiempo ciega y que crece a costa de dañar al medio ambiente. Cimentado en una red social de 300 familias alcarreñas, esta iniciativa social abandera valores como la justicia social, el comercio justo y el consumo responsable para levantar la voz contra una sociedad consumista que da la espalda a al entorno natural.

“Somos un espacio ecofeminista que aboga por recuperar la vida tranquila, el valor del tiempo y la felicidad que aportan los gestos sencillos, desde el respeto a la diversidad y el apoyo a la cultura”. Un pensamiento, que según afirma Ana Ongil, otra de las almas del proyecto, “es rebelde e incómodo, porque hace que las personas consumamos menos, nos unamos y pensemos más y eso se ve como algo peligroso en nuestra sociedad”.

Adentrarse en el Rincón Lento es impregnarse de los sabores y olores de la tierra alcarreña. Un comercio ecológico y natural que ensalza la artesanía y los alimentos de cada comarca da la bienvenida al universo rinconero. En esta ecotienda se pueden adquirir los productos más tradicionales de Guadalajara como pan de horno, frutas de la huerta de la Serranía, miel y aceite de la Alcarria o la cerveza artesana de la Campiña. La forma de pago en ‘bellotas sociales’ y el trueque son otras de las peculiaridades que ofrece este comercio. Es una moneda virtual con la que la comunidad de rinconeros premia la colaboración con el proyecto, además de permitir la compra y el intercambio de bienes y servicios.

Esta zona alberga además un rincón de lectura donde se puede leer el slogan ‘todo está en los libros’ y una mesa alargada que invita a tejer redes sociales, al diálogo y la reflexión serena.

Durante los diez años de andadura de este colectivo han sido muchas las actividades que han dado vida a este sencillo “espacio de transformación social”, tal como lo definieron algunos vecinos, recuerda con cariño Paramio. Lo que comenzó como una idea impulsada por 30 personas inquietas se ha convertido en una gran ‘familia de rinconeros y rinconeras’ de todas las edades en el que se respira un “espíritu de igualdad”.

“Hemos mantenido la esencia lenta con la que surgimos, pero al rincón se ha incorporado mucha gente inconformista y con talento de Guadalajara del mundo del activismo y de la cultura que han enriquecido el proyecto con ideas verdes y justas”, explica Ongil a este digital.

Y es que la comunidad del rincón está integrada por multitud de asociaciones de Guadalajara como Ecologistas en Acción, Apanag, Bicicrítica o Cinefilia que colaboran activamente en dar vida a este movimiento social. Entre las propuestas que han cosechado mayor participación destaca el ‘campalento’, una colonia de convivencia que ha reunido en los últimos tres años a grupos de personas en el albergue rural de Condemios de Arriba, en la Sierra Norte y que, “ha generado mucha comunidad”, según comenta Ongil.

El festival de Cine Lento que se organiza cada otoño es otras de las actividades emblemáticas con las que la asociación transmite su filosofía combativa, a través de la proyección de videos y películas. También, el célebre Maratón de Cuentos de Guadalajara, en el que voluntarios relatan cuentos durante las horas nocturnas y venden libros en el mercadillo artesano en cada edición maratoniana.

Por otra parte, la solidaridad es otro de las señas de identidad de El Rincón Lento. En este sentido, este colectivo organizó recientemente el vermú solidario ‘abriendo fronteras’ con el que se recogieron 2.000 raciones de ‘comida digna’, destinadas a las personas refugiadas en el campamento de Lesbos, en Grecia. “Parece increíble que hayamos llegado hasta aquí, porque, es complicado gestionar este proyecto independiente”, afirma Ongil. Y, agrega que, “aunque estamos abiertos a recibir subvenciones públicas, seguimos defendiendo la autogestión para El Rincón Lento”.

Durante el mes de marzo, con motivo del Día de la Poesía de la capital alcarreña, la asociación creo un taller de poesía multicultural en el que los participantes recitaban obras poéticas en diferentes idiomas. Además hubo tiempo para el feminismo con un taller de lectura titulada 'Sexismos Cotidianos' o para la divulgación científica, mediante una jornada de observación astronómica en el bosque de Valdenazar, situado en el cercano municipio de Yebes.

Para celebrar el décimo aniversario, El Rincón Lento prepara una completa jornada de actividades lúdicas que tendrá lugar a mediados de junio, coincidiendo con el icónico Maratón de Cuentos de Guadalajara.

Consumo responsable

El Hogar sostenible es uno de los espacios que mejor ejemplifica la naturaleza colaborativa y ecológica de El Rincón Lento. Se trata de un proyecto ambiental, financiado con fondos de la Unión Europea, la Junta de Castilla-La Mancha y la Diputación de Guadalajara para educar a grupos de adolescentes de centros escolares de la región en conceptos como el desarrollo responsable y respetuoso con el medio ambiente.

Con el lema ‘hogar sostenible, kilómetro cero, al alcance de tu mano’, esta casa verde, en construcción, cuenta con un acogedor salón como punto de reunión, ambientado con una biblioteca temática de ecología, desarrollo, salud o artesanía. Junto al salón se sitúan un aseo y una pequeña cocina en la que, por ejemplo, se informa sobre qué es la huella de carbono, es decir la cantidad de dióxido de carbono que los seres vivos emitimos a la atmósfera. Aquí se puede leer también otro mensaje que dice: ‘si luchas, puedes perder, si no luchas estás perdido“.

“La casa sostenible es un proyecto con el que tratamos de inculcar a los jóvenes otros hábitos de consumo más ecológicos y saludables como alternativas a los productos de higiene femenina o el reciclaje”, señala Ongil.

La meta de este proyecto, que verá la luz a mediados de este año es, en definitiva, “empoderar al consumidor y concienciar a los adolescentes de que con su consumo construyen un mundo que apoya el comercio justo y la economía local u otro tipo de mundo insostenible”, concluye la impulsora de El Rincón Lento.