El Gobierno de Castilla-La Mancha acaba de iniciar el proceso para someter a información pública la declaración de Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel que en la región se extiende por las provincias de Cuenca y Albacete. Lo recoge la Resolución del 30 de octubre de la Dirección General de Política Forestal y Espacios Naturales hecha pública el 15 de noviembre por la que se habilita el periodo de información pública durante un mes.
Lo hace en paralelo al proceso que también llevan a cabo las otras dos comunidades autónomas que se integran en el proyecto: la Comunidad Valenciana y Aragón. La Asociación de Municipios Ribera del Cabriel que integra parte del territorio de Castilla-La Mancha (Cuenca y Albacete), Comunidad Valenciana y Aragón viene impulsando desde 2016 el proyecto, junto a varios grupos de Acción Local.
El principal objetivo de la Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel es promover el desarrollo sostenible del espacio natural integrando aspectos económicos, sociales, culturales y medioambientales, a favor de la mejora del bienestar de la población del medio rural, garantizando la calidad del entorno y armonizando las actividades productivas con la conservación de la naturaleza y el patrimonio cultural. Además, y como objetivo transversal, se asume la adaptación y mitigación del cambio climático.
Así se recoge en la documentación que se somete a información pública, entre la que se encuentra la propuesta para la candidatura elaborada por la Asociación Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel y también el Plan de Acción en los que se aporta tanto el perfil demográfico como el patrimonio cultural tanto material como inmaterial (bienes de Interés Cultural, yacimientos arqueológicos, casas solariegas, fortificaciones, patrimonio etnológico, edificios religiosos, gastronomía u oficios, entre otros), además de un estudio climatológico, detalles sobre la geología y los suelos, los hábitats, la flora y la fauna y el turismo.
Las propuestas de gestión, conservación y desarrollo económico
El Plan de Gestión de la futura Reserva de la Biosfera propone un amplio catálogo de medidas que van desde promover la elaboración de manuales de gestión de los hábitats, facilitar la aplicación del Plan Estratégico de Apoyo a la Ganadería Extensiva de Castilla-La Mancha o promover la protección ecosistemas fluviales mediante la figura de Reserva Fluvial.
Además se apuesta por medidas de conservación de la fauna, la flora o el paisaje (también el agrícola) implicando a la población, en particular en este último caso o por fomentar la agricultura y la ganadería ecológica, las energías renovables y el uso eficiente del agua.
Otras de las medidas contempladas pasan por promover, a través de los Grupos de Acción Local el desarrollo de iniciativas de transformación y comercialización de los productos del Valle del Cabriel (con un apartado especial para los micológicos y la truficultura) así como el desarrollo de la marca ‘Reserva de la Biosfera Valle del Cabriel’ para dichos productos o promover la certificación Forestal Sostenible.
El desarrollo turístico, la recuperación de oficios o de recursos patrimoniales también se marcan como objetivos así como el desarrollo urbanístico sostenible, la creación de estructuras de participación ciudadana o el impulso al Programa de fomento de la custodia del territorio que ya se practica en otros puntos de la región, sin olvidar en todos los aspectos citados incluir la perspectiva de género.
Casi medio millón de hectáreas y el 75% en Castilla-La Mancha
La protección mediante esta figura afectaría a numerosos espacios naturales repartidos por las tres comunidades autónomas, a espacios de la Red Natura 2000 y a ocho Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA’s).
La Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel está ligada al ecosistema fluvial del río que le da nombre si bien aparecen otros ecosistemas ligados a roquedos, tierras de labor, bosque mediterráneo, bosque de alta montaña o humedales que le confieren unas características naturales únicas de gran valor.
El Valle del Cabriel, cuenta con 421.765 hectáreas de la que más del 75 por ciento de la superficie se encuentra en territorio castellano-manchego (casi 322.000 hectáreas) a través de 37 municipios de las provincias de Cuenca y seis de la de Albacete.
Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se espera que en junio de 2019 sea reconocida como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Lo mismo que se espera para el Alto Turia que comprende toda la superficie de los ocho términos municipales entre ellos el municipio de Santa Cruz de Moya de la provincia de Cuenca con 11.075 hectáreas, el 17 por ciento de la superficie. Ambas se sumarían a la hasta ahora única Reserva de la Biosfera reconocida por la UNESCO en la región: La Mancha Húmeda.